Turull y Comadran, Pablo. Sabadell (Barcelona), 21.IV.1837 – 7.IX.1892. Financiero, industrial, comerciante, propietario y político.
Era hijo de Pedro Turull y Sallent —importante comerciante, financiero, industrial y político de Sabadell— y de su segunda esposa, María Comadran y Martínez. Pablo fue el hijo mayor de Pedro Turull que consiguió llegar a edad adulta, aunque había sido el tercero en nacer: los anteriores, llamados también Pablo en una búsqueda de un heredero que llevara el nombre del abuelo paterno, habían fallecido al poco tiempo; el primero fue hijo de la primera esposa, igualmente fallecida.
En 1868, y a pesar de que su padre provenía del Partido Moderado, mostró sus simpatías por la revolución que acabó con el reinado de Isabel II. Fue miembro del Ayuntamiento provisional de Sabadell, nombrado por la Junta Revolucionaria, y del Ayuntamiento definitivo, a partir de las elecciones de finales de año. Tras la muerte de su padre, en abril de 1869, y en tanto que heredero principal de su fortuna, pasó a gestionar los negocios familiares. En 1873 se casó con Teresa Prats y Sardá, que murió a los pocos meses.
Como industrial, y siguiendo la trayectoria iniciada por su padre, combinó una cierta producción directa de hilados y tejidos de lana con la fórmula de asociación con otros industriales, que le permitió disponer de centros fabriles en Sabadell y Tarrasa. En los años ochenta traspasó la mayor parte de estos activos a su hermano Enrique. En el mismo sentido de continuación de las actividades paternas, mantuvo un activo comercio de lanas procedentes de los mercados laneros españoles, que suministraba a los industriales sabadellenses así como la propiedad del Vapor Turull (antes Vapor Sabadellense), con equipamientos industriales de alquiler, las inversiones en propiedades urbanas y agrícolas y la utilización del bergantín goleta Pedro Turull para el comercio con puertos americanos.
Su ámbito principal de actuación fue el financiero y la participación en sociedades diversas. Disponía de una importante cartera de valores públicos y fue un importante accionista fundador de sociedades como el Banco Hispano-Colonial (1876), La Vitícola de la Corona de Aragón (1881) y el Crédito del Comercio y de la Industria (1881; después, Crédito y Docks de Barcelona), del que era también miembro de su dirección. Tuvo una importante participación en la Sociedad Catalana General del Crédito, entidad financiera orientada a las obras públicas, que llegó a presidir en 1891, y en cuya representación pasó a formar parte de la dirección del Ferrocarril y Minas de San Juan de las Abadesas, del que también era importante accionista. Tras la absorción de éste por la Compañía de los Ferrocarriles de Norte de España en 1886, fue miembro de la Comisión Liquidadora. Era tesorero de la Caja de Ahorros de Sabadell desde la muerte de su padre y en 1883 fue directivo del primer consejo de administración del Canal de Aragón y Cataluña. Poseía, asimismo, significativos paquetes de acciones en numerosas sociedades, especialmente de obras públicas y ferrocarriles.
Mantuvo relación con las corporaciones económicas de Barcelona, como el Instituto Industrial de Cataluña y el Fomento de la Producción Nacional. Era miembro del Gremio de Fabricantes de Sabadell y en 1880 fue uno de los fundadores de la Unión Lanera Española.
En la Restauración se situó políticamente entre los conservadores de Cánovas del Castillo y de acuerdo con el turno de los partidos dinásticos, fue diputado por el distrito de Tarrasa en las Cortes de mayoría conservadora de 1876-1879, 1879-1881 y 1884-1886. Sus intervenciones directas en la Cámara fueron escasas, aunque desde su condición de diputado auxilió al asociacionismo industrial catalán en sus peticiones ante el ministro de Hacienda, de retirada del impuesto del sello de ventas (1876) y de no inclusión de las lanas en la reforma arancelaria de 1877. Trabajó, asimismo, en la concesión del título de ciudad a Sabadell, obtenido en 1877. En 1891 fue el primer diputado electo por el nuevo distrito electoral de Sabadell, segregado del distrito de Tarrasa en 1887, aunque la impugnación de su acta por la oposición liberal, primero, y su enfermedad y posterior defunción, después, le impidieron tomar posesión del cargo.
Tras su defunción, sin testamento y sin descendencia directa, su hermano Juan gestionó durante un tiempo los negocios familiares, sin entrar en política y cediendo parte de ellos a los otros hermanos. Entre éstos, Enrique Turull y Comadran (1855-1923) ocupó puestos significativos en los negocios y la política.
Bibl.: A. Castells, Sabadell: informe de l’oposició, vol. 2, Sabadell, Riutort, 1977; G. Ranzato, La aventura de una ciudad industrial: Sabadell entre el Antiguo Régimen y la modernidad, Barcelona, Península, 1987; F. Cabana, Fàbriques i empresaris: els protagonistes de la revolució industrial a Catalunya, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, 1992-1994; J. Palomas i Moncholí, El rerefons econòmic de l’activitat dels parlamentaris catalans (1876-1885), tesis doctoral, Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona, 2002 (en http://www.tesisenxarxa.net); G. Mateu Domingo, “Els Turull de la industrialització, una aportació genealógica”, en Arraona, 7 (1990), págs. 83-92.
Joan Palomas i Moncholí
