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Carlo Garófalo

Biografía

Garofalo, Carlo. Italia, ú. t. s. xvii – Nápoles (Italia), m. s. xviii. Pintor.

Bernardo de Dominici afirma en 1742 que el discípulo de Luca Giordano (en España Lucas Jordán) Carlo Garofalo vino a España por recomendación de su maestro para realizar pinturas sobre cristal, que eran su especialidad. El mismo tratadista afirma que en España pintó pequeñas escenas para decorar los frentes de los bargueños, puesto que Giordano estaba demasiado ocupado como para pintarlas él mismo.

Por su parte, Ceán Bermúdez afirma que vino a España en 1692 acompañando a Giordano. En realidad en 1691 el propio pintor afirmaba que llevaba más de tres años en Madrid pintando “en espexos grandes y pequeños asi para el quarto de Vrª Mgd como para el de la Reyna nrª srª” y, de hecho el 26 de septiembre de 1689 Carlos II nombraba a Blas Garofalo, hijo del pintor, mesurador de vituallas de la ciudad de Salerno “con facultad de servirle por substituto”. Al año siguiente, el 23 de abril de 1690, el rey nombraba a Blas Garofalo, de quien se afirma que era menor de edad (“non obstanti minori aetate tua”), mesurador de vituallas de la ciudad de Barletta cuando falleciera “Nicolas Inviti que al pressente le posee, para si, o un heredero, u, otra persona que el, o sus herederos en amplia forma nombraren”. Sin embargo, el cargo estaba destinado a Carlo Inviti, por lo que el 26 de abril del mismo año se rectificaba la decisión anterior y se otorgaba a Blas Garofalo el cargo de mesurador de vituallas de la provincia de Calabria. Su padre pedía en 1692 a Carlos II permiso para volver a su patria junto a su mujer e hijos, permiso que se le concedió junto con el nombramiento de pintor del Rey, sin sueldo.

Según De Dominici, una vez vuelto a Nápoles vivió cómodamente gracias a la pensión concedida por Carlos II, pintando sólo para algún noble o por placer, muriendo poco después de su maestro. El mismo tratadista narra la anécdota más famosa acaecida al pintor, cuando pintando delante del Rey, viendo éste que el artista sudaba mucho le dijo: “Quittese el cuello”, es decir, la valona o corbata, pero el pintor entendió que el Monarca no estaba satisfecho con su trabajo, por lo que pensó que ordenaba que lo decapitaran, por ello el artista se arrojó llorando a los pies de Carlos II rogando por su vida.

 

Obras de ~: Baco y Ariadna; Triunfo de Galatea.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, Madrid, Sección Administrativa, exps. personales, cª 427/1; Secc. Registros, Cédulas Reales, t. XVII; Archivo General de Simancas, Secretarías Provinciales, libs. 263 y 264.

B. de Dominici, Vite dei pittori, scultori ed architetti napoletani, t. III. Nápoles, 1742, pág. 452; J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España, t. II, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1800, pág. 176; A. González Palacios, “Un adornamento vicereale per Napoli”, en Civiltà del Seicento a Napoli, t. II, Nápoles, Electa, 1984, pág. 294; J. R. Sánchez del Peral y López, “Carlo Garofalo en España. Puntualizaciones sobre un pintor ‘giordanesco’”, en Goya, n.º 288 (2002), págs. 172- 180; M. Hermoso Cuesta, “Nuevos datos sobre la presencia de artistas napolitanos en España en el s. xvii”, en Artigrama, n.º 17 (2002), págs. 313-328.

 

Miguel Hermoso Cuesta