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Fernando Álvarez Carneiro

Biografía

Álvarez Carneiro, Fernando. La Guaira (Venezuela), c. 1670 – Caracas (Venezuela), 4.II.1744. Pintor y dorador.

Hijo legítimo de Antonio Álvarez Carneiro y de Isabel Arráez de Mendoza, vecinos del puerto de La Guaira, ambos pertenecientes a la casta de los blancos.

En 1691 su padre ya había fallecido, por lo que su madre solicitó, como tutora y curadora de su único hijo, los bienes que habían quedado a la muerte de su suegra, Teresa María de Vargas. En 1696 Fernando Álvarez Carneiro contrajo nupcias con Teresa Pacheco de Picón en la catedral de Caracas. Su esposa declaró ser hija del orfebre Juan Picón y de Manuela Pacheco, ya difunta. De esta unión procrearon una numerosa descendencia: Pedro Juan (1696), Alejandro de la Cruz (1702), Luis Francisco (1703), Clemente José (1706), Agustín José (1708), Josefa Manuela (1709), Isabel Felipa, María Teresa y Juana Paula Petrona. Sólo Pedro Juan continuó la labor de su padre como pintor y dorador, mientras que Alejandro ingresó en el convento de Nuestra Señora de la Merced con el nombre de fray José Leonardo en 1719, renunciando en ese año a sus bienes familiares, y Agustín entró en la Compañía de Jesús en la Nueva Granada.

A partir de 1706, Álvarez Carneiro actuó como tasador de pintura en diversas testamentarías, denominándose, desde 1708, alférez y maestro de pintor. En 1716 recibió 40 pesos por la elaboración de dos frontales para la capilla de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza en la catedral de Caracas. En 1717 viajó a El Tocuyo (Estado Lara, Venezuela), en donde residió cuatro años. Allí elaboró un cuadro frontal y cielo para la iglesia del Hospital por el cual cobró 133 pesos y 2 reales, cancelados por el mayordomo Juan Antonio Gil de la Hita.

En 1718 Álvarez Carneiro firmó y fechó un óleo con dorados que representa a Santo Tomás de Aquino, actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, obra que ha permitido a Carlos Duarte atribuirle un conjunto de diez pinturas que, por sus semejanzas estilísticas, el historiador Alfredo Boulton había atribuido previamente a un anónimo artista que denominó como El Pintor de San Francisco. Entre esas obras destacan una Coronación de la Virgen María, que formó parte del convento de Santa Teresa de Jesús de las carmelitas descalzas de Caracas (Palacio Arzobispal), un San Francisco (catedral), una Coronación de la Virgen (colección Narváez) y una Santísima Trinidad (colección particular).

Ese mismo año de 1718, Álvarez Carneiro participó como testigo en un litigio entre el gobernador y vicario provincial del convento dominico de San Jacinto de Caracas y el mayordomo Cristóbal Loreto de Silva, para dar testimonio sobre las mejoras realizadas por este último en la cofradía. En este litigio declaró ser el autor de un cuadro de Nuestra Señora de Chiquinquirá que se hallaba en el retablo homónimo y de los adornos del altar. También declaró ser miembro de la cofradía y tener un vínculo de compadrazgo con el mayordomo Loreto de Silva. Entre 1718 y 1739 se encuentran numerosas referencias a su participación como tasador de pintura en los avalúos de bienes de importantes personajes de la sociedad caraqueña: el alguacil mayor Pedro de Miquelarena, la marquesa del Valle de Santiago Luisa de Tovar, el deán de la catedral Félix de Acuña y el maestre de campo Cristóbal Loreto de Silva, entre otros.

Carlos Duarte le adjudica un par de cuadros elaborados alrededor de 1724. Uno representa La muerte de San Francisco de Asís, encomendado por Ignacio Antonio de Leguizamón, como testimonia una inscripción en el lienzo que se conserva en la iglesia de San Francisco en Caracas. Leguizamón estaba casado con María Álvarez Pagola, prima hermana de Álvarez Carneiro. El otro cuadro atribuido es La aparición de san Francisco al papa Gregorio IX, encargado por el capitán Simón Piñate según indica una cartela en el lienzo, también conservado en el mismo templo. El capitán Piñate había nombrado como su apoderado a Leguizamón desde 1713.

En 1725 Álvarez Carneiro pintó un frontal para la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Concepción de El Tocuyo (Estado Lara, Venezuela). En 1730 elaboró otro para la iglesia del Hospital de El Tocuyo.

Al año siguiente su hija Manuela Josefa contrajo nupcias con Francisco Javier de Arévalo y Suaso.

Se le atribuyen tres retratos pintados en 1732 para el convento dominico de San Jacinto un Retrato de fray Tomás de Vío Cayetano (en la actualidad en el Palacio Arzobispal), un Retrato del papa Inocencio V (en el Museo de Arte Colonial de Caracas Quinta de Anauco) y un Retrato del papa Benedicto XIII (en el Palacio Arzobispal), estos dos últimos encargados por fray Thomas de Buenaventura y Peralta, vicario provincial y lector de saber del convento de San Jacinto. Otros cuadros que se le adjudican a Álvarez Carneiro son una pintura de Nuestra Señora de la Candelaria y un Santo Tomás de Aquino, ambos conservados en el Museo de Arte Colonial de Caracas Quinta de Anauco.

Su obra se caracteriza por cierta rígidez formal en la expresión facial, gama de colores reducida y apego al tenebrismo de influencia sevillana.

En febrero de 1740, su hija Manuela Josefa falleció y en junio del mismo año su hija Isabel se casó con Francisco de la Piedra. Dos años después, su hija María Teresa contrajo matrimonio con Antonio Rodríguez.

En 1742 Álvarez Carneiro otorgó su testamento en Caracas, nombrando herederos a su viuda y sus hijos. En 1744 modificó algunos puntos de su testamento, solicitando ser enterrado en el convento de Nuestra Señora de la Merced. Falleció el 4 de febrero de 1744. En su inventario de bienes aparecieron once cuadros, libros de estampas y diversas herramientas de pintor.

 

Obras de ~: Santo Tomás de Aquino, Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, 1718; La muerte de San Francisco de Asís, iglesia de San Francisco de Caracas, c. 1724 (atrib.); La aparición de San Francisco de Asís al papa Gregorio IX, iglesia de San Francisco de Caracas, c. 1724 (atrib.); San Agustín, Palacio Arzobispal, c. 1730 (atrib.); San Francisco, catedral de Caracas (atrib.); Retrato de fray Tomás de Vío Cayetano, Palacio Arzobispal, 1732 (atrib.); Retrato de Inocencio V, Museo de Arte Colonial de Caracas Quinta de Anauco, 1732 (atrib.); Retrato de Benedicto XIII, Palacio Arzobispal, 1732 (atrib.); Coronación de la Virgen, Palacio Arzobispal, s. f. (atrib.); Coronación de la Virgen, colección Narváez, s. f. (atrib.); Santísima Trinidad, s. f. (atrib.); Nuestra Señora de la Candelaria, Museo de Arte Colonial de Caracas Quinta de Anauco, s. f. (atrib.); Santo Tomás de Aquino, Museo de Arte Colonial de Caracas Quinta de Anauco, s. f. (atrib.).

 

Bibl.: A. Boulton, Historia de la pintura en Venezuela. Época colonial, vol. 1, Caracas, Ernesto Armitano Editor, 1975; Galería de Arte Nacional, Diccionario de las Artes Visuales en Venezuela, vol. I, Caracas, Monte Ávila Editores, 1982; C. Duarte y G. Gasparini, Historia de la catedral de Caracas, Caracas, Ediciones Armitano, 1989; J. Rodríguez Nóbrega, La pintura colonial en Venezuela, Caracas, Historiadores S. C., 1997; C. Duarte, Diccionario biográfico documental. Pintores, escultores y doradores en Venezuela. Período hispánico y comienzos del período republicano, Caracas, Fundación Galería de Arte Nacional, Fundación Polar, 2000.

 

Janeth Rodríguez Nóbrega

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