Pérez de Torquemada, Gonzalo. ?, s. m. s. xii – c. 1220. Noble, fundador de monasterios.
Noble castellano, hijo de Pedro Rodríguez de Torquemada, perteneciente a una familia hidalga afincada en la villa que les dio nombre, a orillas del río Pisuerga. Poco se sabe de la vida de Gonzalo, pues su identificación se ve dificultada por la existencia de otros individuos homónimos. Sus primeras noticias provienen de la década de 1190, cuando recibió una donación de Alfonso VIII de Castilla en circunstancias un tanto peculiares que no hacen sino reafirmar su lealtad al Monarca. Éste se había enemistado con el conde Fernando Núñez de Lara, a quien años antes le había otorgado la tenencia de varios distritos y la propiedad de dos aldeas en Valdecarábanos, en la Transierra. Por eso juzgó conveniente que devolviera sus castillos, mientras que las propiedades citadas fueron entregadas a Gonzalo Pérez de Torquemada (1191). Se desconoce qué ocurrió exactamente, aunque lo cierto es que, al regresar el conde a la obediencia regia, logró de la devolución de una de aquellas aldeas, mientras que la otra fue cedida a la Orden de Calatrava. Que Gonzalo no perdió el favor de su Soberano lo prueba su intervención por designación regia en un pleito entre los monasterios de San Juan de Burgos y San Cristóbal de Ibeas, que dirimió el Monarca en 1196. Además, testificó por parte castellana en los acuerdos que determinaron las arras de la infanta Berenguela, desposada con Alfonso IX de León, acto al que acudió en compañía de su hermano García (1199).
Gonzalo contrajo matrimonio con María Armíldez, cuya familia, como la de su esposo y su cuñado García Pérez de Fuentearmejil, gozaba de cierto peso e influencia en las comarcas donde se hallaban más heredados, pero no eran asiduos de la Corte Real. Ambos han pasado a la historia por ser los fundadores del Monasterio de Santa María la Real de Tórtoles, en la rivera palentina del río Esgueva. Allí ya existía un priorato dependiente del Monasterio premonstratense de La Vid, aunque al no prosperar, acudieron a la hermana de Gonzalo, Urraca Pérez, que regía una abadía benedictina no lejos de Burgos (1194). Para su sustento fue necesario reunir parte del patrimonio familiar en Tórtoles y su entorno, por eso María acudió a sus hermanos y sobrinos, obteniendo sus participaciones en varias heredades de la familia, mientras que la nueva abadesa sumó propiedades de los Torquemada en las proximidades de Burgos y el río Arlanzón. Gonzalo y María consiguieron incluso el apoyo de la Monarquía, que confirmó las donaciones anteriores y los derechos señoriales sobre la villa de Tórtoles, y del Pontificado, que eximió al cenobio de la jurisdicción episcopal burgalesa, de la que hasta entonces dependía la villa. Aparte de las propiedades citadas, Gonzalo y su esposa tuvieron cierto patrimonio en el Reino de Toledo, como una huerta y un molino en Aceca, y heredades en varias localidades burgalesas y palentinas, como las que utilizaron para fundar un hospital en Rubiales, que acabó en posesión del Monasterio de Tórtoles. No fueron dueños, sin embargo, de Torquemada, pues esta villa fue concedida por Alfonso VIII a su sobrino Gonzalo García, continuador del linaje.
Aún vivía a principios del siglo xiii, cuando intervino junto a Pedro González de Marañón en un conflicto de términos entre Palenzuela y Baltanás. Parece que falleció en torno a 1220, pues fue entonces cuando María Armíldez ingresó en el monasterio que ambos habían fundado, rigiendo aquella casa durante una década.
Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateos de Llanos y Guzmán, 1696; L. Serrano, “Los Armíldez de Toledo y el monasterio de Tórtoles”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, CIII (1933), págs. 69-140; J. González González, El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, Centro Superior de Investigaciones Científicas, 1960; Reinado y Diplomas de Fernando III, Córdoba, Caja de Ahorros de Córdoba, 1980-1986; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006.
Antonio Sánchez de Mora
