Ayuda

Alonso de Cisneros

Biografía

Cisneros, Alonso de. Toledo, c. 1540 – Madrid, 1597. Actor, comediante.

De origen toledano, Alonso de Cisneros es uno de los más antiguos actores de teatro de que se tiene noticia. Su actividad se desarrolla de 1567, cuando ya tiene fama de representante, a 1597, fecha de su muerte. Por los testimonios que de él se han conservado, se sabe que fue uno de los comediantes de mayor prestigio en su tiempo, capaz de atraer fácilmente al espectador, como asegura el Pinciano en su Philosophia Antigua Poética (1596), que dice “perderse” desde que ve el nombre de Cisneros en los carteles que anuncian una comedia. Agustín de Rojas y Mateo Alemán, por su parte, aseguran que es uno de los hombres más graciosos que se conocen, y Lope de Vega, en El peregrino en su patria (1600), afirma tajantemente que, desde la invención de las comedias, a Cisneros no le hace comparación alguno.

La primera dedicación de Cisneros fue la de representante palaciego y cortesano. En la Corte de Felipe II ejerció con cierta asiduidad y, con su particular comicidad, llegó a hacer reír al circunspecto Monarca.

También consta que fue muy del agrado del príncipe don Carlos, quien llegó a enfrentarse al cardenal Espinosa porque había prohibido a Cisneros representar en Palacio. En junio de 1578, cuando debía de haber alcanzado la cúspide de su fama, representaba en el propio monasterio de San Lorenzo del Escorial, ante el Rey y la Reina, con motivo de la celebración del recibimiento de órdenes del cardenal don Alberto, hijo del emperador Maximiliano. Fuera de Palacio, se sabe también del éxito de Cisneros en representaciones en casas particulares, con motivo de bodas o de otras celebraciones, para las que interpretaba piezas como el entremés de El pastel que, según se comenta, le había dado gran fama y lo ejecutaba casi siempre en su repertorio, o “la vida toda del pródigo” junto con el entremés de Los portugueses.

Pero su más intensa actividad teatral la desplegó Cisneros entre 1575 y 1597, al compás del desarrollo espectacular de las representaciones para la fiesta del Corpus Christi y la aparición casi paralela de los corrales de comedias. Por la documentación que se conserva, Cisneros representó con asiduidad en las fiestas del Corpus de Madrid, Toledo, Valladolid y Sevilla entre los años 1578 y 1595. En Madrid fue donde más años tuvo a su cargo las representaciones, lo que ocurrió por lo menos en siete ocasiones en los citados años. Tan relacionado estuvo con Madrid que el Ayuntamiento, por acuerdo de 23 de mayo de 1578, encargó a sus comisarios que trataran de contratarle, “para que todos los días que viviere e pudiere tenga a su cargo la representación e fiesta del Corpus Christi desta villa”. Tal vez con ese motivo, Cisneros presentara al Ayuntamiento toda una gran colección de materia dramática como es el famoso Códice de autos viejos. En mayo de 1580, el Ayuntamiento le encargó las representaciones del Corpus y también le concedió las representaciones públicas en los corrales durante toda la temporada. Estuvo casado con Mariana Páez de Sotomayor, para quien consiguió licencia de representante en 1583, por lo que fue una de las primeras mujeres españolas que representaron en el teatro. Mariana debía de ser una actriz de empaque, siempre bien ataviada y engalanada (cuando muere en Sevilla, en 1590, deja en su testamento “muchos bienes y joyas”), aunque, en un malicioso soneto, Lope de Vega asegura que “Dichos de bobo y gracias de fregona, / vestidos y alzacuellos de Mariana / trujeron a la corte a don Cisneros”.

En resumen, Alonso de Cisneros es uno de los comediantes más importantes de su tiempo, que vive y, en gran medida, protagoniza la decisiva transformación de las representaciones en el espectáculo público de los carros y los corrales. Fue un gran cómico cortesano, estimado por los Reyes y el príncipe, aunque padeció la severa censura contra el teatro de algunos eclesiásticos, como el cardenal Espinosa. Después de esa etapa cortesana y de representaciones privadas, con el triunfo del teatro público, intervino decisivamente en diversos aspectos de organización y funcionamiento de las representaciones, como la contratación de los autos para el Corpus y las representaciones en los corrales de comedias, o la licencia para la presencia de la mujer en escena.

 

Bibl.: C. Pérez Pastor, Nuevos datos acerca del histrionismo español en los siglos XVI y XVII, Madrid, Imprenta de la Revista Española, 1901; H. A. Rennert, The Spanish Stage in the Time of Lope de Vega, New York, The Hispanic Society of America, 1909 (New York, Dover Publications, 1963); N. D. Shergold, A History of the Spanish Stage, from Medieval Times until the End of the Seventeenth Century, Oxford, Clarendon Press, 1967; M. Á. Pérez Priego, “El representante Alonso de Cisneros y la evolución del teatro en el último tercio del siglo XVI”, en La Comedia, Madrid, Casa de Velázquez, 1995, págs. 227-243 (recogido en Estudios sobre el teatro del Renacimiento, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1998, págs. 139- 156); B. García García, “Alonso de Cisneros. Vida y arte de un comediante entre Lope de Rueda y Gaspar de Porres”, en Edad de Oro, 16 (1997), págs. 171-188.

 

Miguel Ángel Pérez Priego