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Miguel Marmión

Biografía

Marmión, Miguel. Dundalk, Leinster (Irlanda), 1736 – España, 1802. Brigadier e ingeniero director.

En febrero de 1762 era nombrado subteniente e ingeniero delineador y en abril de 1769 llegaba a Puerto Cabello, después de un año de su arribo a tierras americanas, por solicitud del ingeniero el conde Juan Miguel Roncali, encargado de las obras de fortificación de ese puerto. El también ingeniero militar Martín Cermeño había realizado un proyecto general de defensa de Puerto Cabello, con la intención de situarla entre las principales plazas fuertes de América. Sin embargo, al ser destinado Roncali a La Guaira, serían Miguel Marmión y Bartolomé Amphoux los ingenieros seleccionados para sustituirlo. Ambos técnicos militares trazaron una serie de planos, fechados entre 1767 y 1771, y otros carentes de firma, que permiten conocer la evolución de las fortificaciones porteñas durante sus direcciones.

El carácter continuista de los trabajos emprendidos por Marmión y Amphoux incluyó escasas novedades con respecto a los planes de Roncali y Cermeño. De hecho, lo más llamativo y destacable resultaba ser el conjunto de planos citados, que ofrecen una amplia panorámica del estado de las fortificaciones, de los avances logrados en su construcción y de los objetivos perseguidos en el diseño del sistema defensivo de Puerto Cabello.

El 27 de febrero de 1775 solicitaba el grado de teniente coronel y ese mismo año por real cédula del rey Carlos III del 11 de marzo, era destinado a la plaza de Cumaná junto con el ingeniero Casimiro Isava, donde llegaría en 1776, y donde, en 1778, ascendía a ingeniero ordinario.

El 11 de marzo de 1782 el rey designaba a Marmión gobernador interino de la provincia de Cumaná (Nueva Andalucía), tomando posesión del cargo el 14 de diciembre. En enero de 1783, procedía a la creación de la cátedra de “Filosofía y Teología Moral”, cuestión que había sido dispuesta por real cédula del 20 de septiembre del año anterior. En diciembre de 1784 se le designaba gobernador y comandante general de la provincia de Guayana, haciéndose cargo de su nuevo destino el 7 de enero del año siguiente.

Hacia 1786 Marmión levantaba un magnífico plano de Nueva Guayana a orillas del Orinoco, con su perfecta cuadrícula española, “hasta donde llega la navegación fluvial. De gran importancia, su Descripción corográfico-mixta de la Provincia de Guayana por el Yngº Director Dn. Miguel Marmión”, seguido de un informe en el que cita el traslado de ciudad Guayana (en 1764 había sido trasladada a Angostura) y da consejos para “fundar poblaciones desde el S. del Orinoco al río Esequivo, zona buena para la ganadería, apoyada en las misiones de los P.P. Capuchinos para que atraigan a indios selváticos, y afirmarlos en esta zona saludable creando poblados”. Añadía después que el problema era “encontrar colonos que no temieran quedar aislados”. Por ello “convenía hacerlo más cerca, en el paraje de Carucima a orillas del Orinoco, en el brazo del Ymataca, donde irán con gusto los colonos por su facilidad de víveres y maderas para sus casas y mejor comunicación”.

Siguiendo con el citado informe a Carlos III, Descripción corográfica-mixta…, fechado el 10 de julio de 1788, se refería a la región como la llave de las comunicaciones entre las provincias de Cumaná, Casanare, Nueva Granada y el litoral atlántico, utilizando el Orinoco como la vía de comunicación más expedita. Por otro lado, advertía del peligro de la penetración extranjera a orillas del río Esequibo y señalaba que la ocupación se cumplía a través de la implantación de “conuqueros” en la zona, planteando la necesidad de poblar las zonas limítrofes, así como de proporcionar a familias españolas pobres de la región, de 25 a 30 vacas para lograr una política de asentamiento eficaz. En ese sentido, con el fin de evitar la penetración extranjera, ordenaba la construcción de una casa fuerte a orillas del río Curumo.

En febrero de 1790 ascendía a ingeniero en jefe y una real orden de 5 del mismo mes y año ordenaba que el ingeniero en jefe del Ejército Miguel Marmión levantara y proyectara un hospital situado en el nuevo solar de ciudad Guayana. El antiguo hospital estaba ruinoso y, además, su proximidad al cementerio daba en aquella época una enorme pestilencia. Por ello se buscó terreno más seco y adecuado llamado de la Candelaria, como más propio para su nueva instalación.

En 1791 el gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela, Juan Guillelmi, acusaba recibo de una real orden por la que se destinaba a Marmión a Pensacola (Florida) y en 1793 realizaba Plano y perfiles que representan el proyecto de Hospital Militar para la plaza de Guaira, en Venezuela, pues el existente hasta entonces tenía precarias condiciones sanitarias y tampoco podía atender a la guarnición de la plaza ni los presidiarios existentes en La Guaira. Según el nuevo proyecto, se trataba de un edificio de una sola planta con cubierta a dos aguas, edificado alrededor de un patio central rectangular provisto de porches. A ambos lados se encontraban las salas comunes de enfermos, y al frente y zona trasera estaban distribuidas las restantes salas. En la parte posterior existía otro patio para dar acceso a otras dependencias del mismo hospital.

En 1794, ascendido a ingeniero director de la capitanía general de Venezuela y, promovido a brigadier, levantaba el Plano de la ciudad de la Nueva Guayana, Venezuela y el plano del rio Orinoco desde sus bocas hasta la capital de Guayana. Entre las obras que en 1778 fueron realizadas por el ingeniero militar Fermín Rueda en La Guaira, estaba el inicio del acceso por la costa desde Caracas. El 18 de febrero de 1794, el gobernador Pedro Carbonell dirigió una orden a Miguel Marmión, para que el ingeniero Francisco Jacot reconociera el terreno donde habría de trazarse un camino carretero que se intentaba abrir entre La Guaira y la capital y que expusiese su dictamen a este proyecto. Jacot entregaba a Marmión el día 10 de febrero de 1795 el plano del nuevo camino y un informe donde expresaba el costo de la obra, dirección, ventajas, etc. Este informe fue enviado por Marmión al gobernador con observaciones personales, en la que ponderaba las ventajas del proyecto, las cuales incluían: la brevedad, la comodidad y la seguridad, así como una explicación de las mejoras en el camino, reconstrucción de los muros de contención, entrada a la plaza y su puente levadizo por la llamada Puerta de Caracas defendida por “bóveda atronerada”, con dibujos de varios perfiles transversales.

Estos planos fueron enviados a España por la autoridad local, para que el Gobierno peninsular los considerara, pero el fallo del rey fue adverso, debido a que el mismo no encajaba en los planos de defensa de la provincia de Venezuela que había elaborado en 1772 el ingeniero Agustín Crame.

En julio de 1796 pasaba a dirigir las obras de fortificación de Puerto Cabello. Además, en febrero de ese año, Carlos IV le había encargado estudiar nuevamente el camino carretero entre Caracas y La Guaira, pero en el momento de la llegada de la correspondencia ya se encontraba en Puerto Cabello. El 29 de mayo de 1797 el rey le nombraba comandante militar de esta plaza y en 1801 el Real Consulado de Caracas le encargaba la reparación de los muelles del puerto. Al año siguiente obtenía licencia para viajar a España.

Después de Manuel Centurión, Marmión fue el gobernador más ilustrado llegado a Guayana y con la experiencia de haber realizado obras de fortificación en Puerto Cabello. Tenía 45 años de edad e inmediatamente puso a prueba su capacidad en función del desarrollo de la provincia. Su política de no permitir la fundación de más pueblos de misión, de que la administración de bienes y hatos de éstos no estuviese en manos de religiosos y de integrar familias españolas a esas comunidades, produjo un serio enfrentamiento con las autoridades de las misiones capuchinas establecidas en la provincia. En el curso de su mandato se envió por primera vez a Madrid un lote de madera guayanesa para su estudio, se fundó la Misión de Tumeremo, la villa de Upata aumentó su producción de tabaco a 600 pacas por año, se levantó un censo pecuario que situó la ganadería en 220 mil cabezas, se adelantó la construcción de la Cárcel Real próxima al fuerte San Gabriel cuyos muros arruinaban las embestidas del Orinoco, se propuso la construcción de una Casa Fuerte a orillas del río Corumo, elaboró proyectos para fomentar el cultivo del cacao, el algodón y el añil, y resolvió el problema de la falta de ejidos de la ciudad capital.

Se desconoce si finalmente volvía a la Metrópoli o bien no llegó a embarcar por haber fallecido con anterioridad.

 

Obras de ~: Descripción corográfica-mixta de la provincia de Guayana en que se da razón de los ríos que la bañan y facilitan sus comunicaciones: de su población, tierras de labor útiles, de sus frondosos montes, frutos y comercio, y se proponen algunos medios los más asequibles y conducentes a su verificación y aumento, 1788.

 

Fuentes y bibl.: Kalendario Manual y guía de forasteros en Madrid, Madrid, Imprenta Real, 1802; J. M. Zapatero Díez, Dos ejemplos de fortificaciones españolas en la Exposición de puertos y Fortificaciones en América y Filipinas, Madrid, CEHOPU, 1985; H. Capel et al., De Palas a Minerva: la formación científica y la estructura institucional de los ingenieros militares en el siglo XVIII, Barcelona, Serbal-CSIC, 1988; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Polar, 1997; A. Fernández, Historia del Cronología del Estado Bolívar, t. I, 2005; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; C. Laorden Ramos, “Obras Civiles en América del Arma de Ingenieros”, en Revista de historia militar, 1 extra (2012); M. Gámez Casado, Ingeniería militar en el Nuevo Reino de Granada. Sistemas defensivos para las rutas comerciales del Caribe sur, (1739-1811), tesis doctoral, Sevilla, Universidad de Sevilla. 2019.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño