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Juan Ramón y Sena

Biografía

Ramón y Sena, Juan. Madrid, 16.VIII.1874 – Madrid, 1.XI.1928. Teniente coronel de Ingenieros.

Ingresó como alumno de la Academia General Militar en octubre de 1890, pasando a la de aplicación de Ingenieros en Guadalajara en junio de 1893, siendo promovido a teniente del Cuerpo en marzo de 1896. Se incorporaba seguidamente al 1.er Batallón Expedicionario a Cuba, perteneciente al 4.º Regimiento de Zapadores Minadores, con el que llegó a La Habana el 24 de mayo de ese año.

Prestó inicialmente servicios en la trocha de Mariel a Majana, dirigiendo trabajos de fortificación en el campamento Tenerife y en el ingenio Maravillas. La trocha (más tarde “trocha militar”), inicialmente un camino estrecho, fue adaptada militarmente, no sólo como vía de comunicación para facilitar el movimiento logístico y de tropas, sino también como medio de asegurar seguridad, mediante el establecimiento de puestos fortificados para su vigilancia y protección. En octubre, siempre de 1896, pasó a la trocha de “Júcaro a Morón”, en la que se encargó de preparar materiales para la obra, teniendo en 15 de abril de 1897 un encuentro con los insurrectos.

La trocha de “Júcaro a Morón”, con una longitud de 62 kms estaba constituida por una serie de fuertes de madera, sin modelo unificado, situados cada 1.800 metros, con un ferrocarril paralelo a retaguardia. Durante la 2ª guerra se encontró casi desguarnecida, pero en 1896, el comandante de Ingenieros José Gago presentó al capitán general Weyler un “Proyecto de reconstrucción de la Trocha”, base para la organización de unas obras que incluían la instalación de iluminación, así como la de “torpedos terrestres” (minas). Por ello fue totalmente reconstruida, estando formada finalmente por 68 torres, 75 blocaos intermedios, enlazados por 420 garitas y por una alambrada de extremo a extremo de la trocha de un fondo de 6 metros. Igualmente, se aumentó las estaciones heliográficas, que doblaban al telégrafo eléctrico en las líneas del camino y del ferrocarril.

A finales de abril de 1897 pasó a la 1ª. compañía del Batallón de Ferrocarriles de Cuba, con la cual continuó prestando servicio de campaña en la misma trocha. En noviembre obtuvo una licencia por enfermo para la Península, terminada la cual quedó de reemplazo en la 1.ª Región. Destinado en agosto de 1898 al Batallón de Ferrocarriles, se incorporaba en Madrid, prestando sus servicios hasta septiembre de 1899 en que pasó al 3.er Regimiento de Zapadores. Continuó en dicha unidad, no sólo el resto de su empleo de teniente, sino al ascender a capitán en mayo de 1902, haciéndose entonces cargo del mando de la compañía destacada en Los Barrios, realizando trabajos de alojamiento de fuerzas en el Campo de Gibraltar. En este punto permaneció hasta noviembre por destino a la compañía de zapadores de Tenerife, a la que se incorporó a finales de enero.

Durante los quince meses que sirvió en Tenerife, desempeñó no sólo el mando militar, sino el detall de la Comandancia de Ingenieros y la dirección de varias obras, siendo de notar que, además de los oficiales, redactaba, el 23 de enero de 1904, cuatro proyectos para la reedificación de la catedral de San Cristóbal de la Laguna (en 1897 fue cerrada al culto debido a la precaria situación en la que se encontraba la edificación) sin percibir por ello emolumento alguno. El proyecto elaborado por el capitán Sena planteaba interesantes detalles para el armado de la cúpula, destacables por originales e innovadores, en esos primeros años de la introducción del hormigón armado como nuevo sistema constructivo. Su solución, que fue la elegida por el cabildo catedralicio, que no fue la finalmente construida, plantea muchas similitudes con la construcción finalmente ejecutada a partir de septiembre de 1905, por el también ingeniero militar, el teniente José Ángel Rodrigo Vallabriga y Brito.

En febrero de 1904 se le concedió licencia por enfermo para la Península y al ser dado de alta, fue destinado al 3.er Regimiento de Zapadores, al que se incorporó en marzo, prestando el servicio ordinario y de Escuela Práctica hasta diciembre de 1905 en que pasó a la Comandancia de Ingenieros de Sevilla. En este destino permaneció dos años y tres meses dirigiendo varias obras en la plaza y en puntos destacados, como el proyecto y dirección de las obras de la Escuela Militar de Marín y la construcción de los depósitos de cemento armado de la base naval de La Carraca en Cádiz.

A principio de 1908, después de un breve destino en el 8.º Regimiento Mixto de Ingenieros, quedó en la situación de reemplazo, en la que permaneció algo más de un año y, tras otra corta etapa en la Comandancia de Badajoz, pasó a supernumerario, dedicándose durante cerca de seis años a ejercer la profesión en la esfera privada, habiendo hecho entre otras obras, varias para la Marina de Guerra.

En febrero de 1916 ascendido a comandante, regresaba al servicio activo, con destino al 6.° Depósito de Reserva, del cual pasó en mayo del último año citado al Colegio de Huérfanos de Santa Bárbara y San Fernando, en el cual desempeñó el cargo de mayor. En junio de 1919 era promovido a teniente coronel, siendo seguidamente destinado a la Comandancia de Ciudad Rodrigo, cuyo mando ejerció hasta octubre de 1920 en que pasó al 2.º Regimiento de Ferrocarriles, en el que se encargaba del mando del Batallón de Prácticas. Con ocasión de la huelga de 1920, fue nombrado miembro del Comité de Explotación de las redes de MZA, en el cual desempeñó la presidencia hasta su disolución en 15 de marzo de 1921. También formó parte de la Comisión para estudio de las modificaciones del Reglamento de explotación de las líneas civiles en circunstancias extraordinarias.

En abril de 1922 fue destinado a la Inspección General de Ferrocarriles y Etapas, donde continuó hasta su disolución en el año siguiente, pasando en comisión al Estado Mayor Central del Ejército, hasta su destino en vacante de concurso al mismo en mayo de 1924. Durante esta etapa, asistió a las “escuelas Prácticas” de zapadores en Buñol en febrero de 1924, al de ferrocarriles de 1925 y formó parte de las comisiones de redacción de varios de los Reglamentos que en aquella época tenía dicha Institución en estudio. En diciembre de 1925 pasó al Ministerio de la Guerra, en la Dirección General de Preparación de Campaña en la que prestó sus servicios hasta abril de 1926, en que fue destinado a la Comandancia de Ingenieros de Ceuta, en la cual se encargó del detall.

Encargado de su complejo cometido y haciendo visitas de inspección a todas las obras de la zona, tomó parte en agosto en las operaciones de reconquista de Xauen, fue ingeniero comandante accidental en varias ocasiones y formó parte de la Junta de Legitimación y Propiedad y de la de Arrendamientos de los terrenos del Campo Exterior. En junio de 1927 concurrió formando parte del Cuartel General a las operaciones de ocupación del Ajmas de Yebel, Alam y Buhacen, y en julio se le concedió una licencia por enfermo para la Península, pasando a la situación de disponible en noviembre de ese año, hasta su fallecimiento el 1 de noviembre de 1928.

Estaba en posesión de las siguientes condecoraciones: dos cruces del Mérito Militar con distintivo blanco de 1.ª clase; una cruz roja sencilla y otra pensionada de igual orden y clase; Cruz de 2.ª clase del Mérito Naval blanca; Cruz y placa de San Hermenegildo; Medalla de Cuba; Medalla de Marruecos con pasador Tetuán y Medalla de Alfonso XIII.

 

Bibl.: Revista del Memorial de Ingenieros, 3 (1929); J. Carrillo de Albornoz y Galbeño et al., Abriendo Camino. Historia del Arma de Ingenieros, Madrid, Imprenta Grafoffset, S. L., 1997; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; J. A. Sebastián Maestre et al., Arte, Ciencia e Industria en la Arquitectura Madrileña, 1870-1936, (hierro, acero y hormigón armado como agentes renovadores), tesis doctoral, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2016; H. A. Ventura Rodríguez et al., “La Catedral de La Laguna: Una obra pionera en el uso del hormigón armado en España, 1904-1913”, en Hormigón y Acero, 298 (2022), págs. 75-82; H. A. Ventura Rodríguez, La Catedral de La Laguna, proceso constructivo y análisis estructural de una obra pionera en el uso del hormigón armado en España, tesis doctoral, Las Palmas de Gran Canaria, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2023.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño