Rodríguez Cardoso, Francisco. ¿Extremadura?, 1721-1723 – Buenos Aires (Argentina), 12.II.1774. Teniente coronel e ingeniero en segundo.
En 1735 ingresaba como cadete en el Ejército y en 1740 se examinaba de suficiencia ante la Junta de Fortificación, siendo aprobado, aunque no se le concedió ningún empleo ni grado. En ese mismo año, su tío, Diego Cardoso (quien además de instruirlo le abonaba el sueldo como su ayudante), estaba en Cádiz preparándose para marchar a América. También resolvía que fuera con él a América su sobrino Francisco y ambos llegaban a Montevideo el 5 de julio de 1740. Trabajó con su tío sin cargo oficial en Montevideo en la preparación de los planos de las fortificaciones a construirse, comenzando en 1741 la principal obra de defensa de la plaza fuerte: la ciudadela (el Real de San Felipe). Apremiaba la Guerra de la Sucesión Austriaca (1740-1748), coalición entre Francia, España, Nápoles, Prusia, Baviera y Suecia contra Austria, Inglaterra y Rusia, lo que exponía a Montevideo a un ataque británico.
Cuando su tío ascendió a coronel e ingeniero en jefe, Rodríguez Cardoso obtuvo el empleo de ingeniero extraordinario con el grado de subteniente, con fecha de 20 de febrero de 1747. Al ser trasladado Diego Cardoso a Caracas en 1753, se designó a Rodríguez Cardoso, según una Real Orden de febrero de ese año, como encargado de las obras de fortificaciones en Montevideo. En esas circunstancias se trasladaba con el mariscal de campo don José Joaquín de Viana a Maldonado en 1757. Aparentemente, las relaciones con su superior eran mejores que las que Viana había mantenido con su tío. En 1760 se lamentaba de cómo a su trabajo diario en la dirección de las obras de fortificaciones tenía que agregar el de “instruir a unos hombres que en su vida han trabajado en semejantes obras”.
En Maldonado, Rodríguez Cardoso hizo variar la idea inicial del mariscal Viana, logrando trasladar la población más cerca del fondeadero, próximo al arroyo de la Aguada y a la Cachimba del Rey. Sin embargo, no se pudo radicar la población junto a la costa por la existencia del cordón costero de arenas móviles y, por lo tanto, se estableció en una altura, próxima al puerto, sobre terreno firme y con aguadas. Según la descripción de uno de los primeros vecinos que había poblado Maldonado, “por orden del Señor difunto Mariscal de Campo Don José Joaquín de Viana, en el año 1754 o 1755 […] que a los dos años vino Viana acompañado del Ingeniero Don Francisco Rodríguez Cardoso […] Les dijo que debía mejorarse la situación del Pueblo, poniéndolo en mejor terreno y acercándolo cuanto fuese posible al Puerto […] en cuyo tiempo delinearon la ciudad”. Su participación en la ubicación y delineación de la ciudad de San Fernando de Maldonado fue fundamental, de forma que pocas personas han influido tanto en la estructura de la ciudad como él.
En guerra España y Portugal, el gobernador Pedro de Cevallos tomaba por capitulación el 19 de abril de 1763, el fuerte portugués de Santa Teresa, ordenando la construcción de otra fortificación, orientada contra el Brasil portugués, a Francisco Rodríguez Cardoso. Se emplearon materiales utilizados en la anterior, a los que se agregaron piedras de granito, trabajo realizado por cuatro picapedreros portugueses.
En el aspecto constructivo, Rodríguez Cardoso no lograba resolver los problemas en la construcción de la ciudadela de San Felipe de Montevideo, que venían de la época de su tío. Se trataba de nuevas fallas de la estructura de los baluartes de la citada ciudadela que aparecen en 1770. El entonces gobernador, brigadier Agustín de la Rosa, convocaba a una junta de técnicos constituida por el teniente coronel Juan Bartolomé Howell (ingeniero ordinario) y el teniente José Antonio Borja (ingeniero extraordinario) que dieron un dictamen adverso a Rodríguez Cardoso, por lo que se le trasladó a Buenos Aires, siendo sustituido por Borja. La causa del derrumbe fue la falta de estribos o contrafuertes en las murallas de los baluartes y cortinas. Interrogado al respecto, Rodríguez Cardoso alegó que no se había apartado de los planos originales que se habían elevado a la superioridad para su aprobación y que estos carecían de estribos.
En Buenos Aires estuvo a las órdenes del gobernador, mariscal de campo Juan José de Vértiz, en obras reales, como el proyecto del Hospital de Mujeres, hasta su fallecimiento en 1774. Anteriormente, proyectó la primera dársena para Buenos Aires, aprobada por el cabildo en el año 1771. En la propuesta decía Cardoso que la dársena la construiría “en el terreno más inmediato al centro de la Plaza en donde hay buen fondo y limpio, como es el frente de los ombús, dos cuadras al norte de la Merced, en cuya Caleta sondeada hasta las Balizas, no se encuentra embarazo alguno de su sonda”.
Rodríguez Cardoso fallecía en Buenos Aires el 12 de febrero de 1774. Según su testamento, poseía varios bienes en Montevideo: cuatro casas y, en la proximidad de esta ciudad, un huerto y casa, una yeguada y otros rebaños. Estos bienes fueron valorados por el mismo ingeniero en 30.000 pesos, o sea 450.000 reales. Fundó una capilla para su hijo en su propiedad, con un costo de 2.500 pesos, o sea 27.500 reales.
Fuentes y bibl.: R. L. Trias, Uruguay. Defensas y Comunicaciones en el período hispano, Madrid, Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, 1989; A. S. J. De Paula, “El Real Cuerpo de Ingenieros Militares y la cultura artística en el sur de América”, en Seminario de Crítica. Instituto de Arte Americano e Investigaciones estéticas, 56 (1995); E. Luque Azcona, “Mano de obra y construcción del complejo defensivo de Montevideo: condiciones laborales y respuestas al orden establecido (1740-1800)”, conferencia en Terceras Jornadas de Historia Económica. Asociación Uruguaya de Historia Económica (AUDHE), Montevideo, 9-11 de julio de 2003; M. Galland-Seguela, “Las condiciones materiales de la vida privada de los ingenieros militares en España durante el siglo XVIII”, en Geo Crítica. Scripta Nova. Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 7, 179 (2004); L. Oliva Gerstner, “La plaza de Montevideo y el proyecto del ingeniero militar Joseph García Martínez de Cáceres (1802)”, en Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, 11, 658 (2006); C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; J. Cantera Montenegro, “Aportaciones singulares de los Ingenieros a la obra civil”, en Revista de Historia Militar, núm. Extraordinario 1 (2012), págs. 13-32; M. Scasso Burghi, “Ingeniero (militar) Tte. Cnel. Francisco Rodríguez Cardoso”, en Blog de Historia de Maldonado, 9 de diciembre de 2018 [en línea], disponible en http://marioscassoburghi.blogspot.com/2018/12/ingeniero-militar-tte-cnel-francisco.html.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño