Tiffon Cassan, Anne. Anaïs Napoleón. Narbona (Francia), 18.III.1831 – Barcelona, 21.VII.1912. Fotógrafa.
Francesa de nacimiento, se hizo fotógrafa en Barcelona, y fue una de las primeras profesionales que trabajaron de forma estable, desde mediados del siglo xix, con un estudio de retrato en Barcelona, tras las ambulantes de la década de 1840 como “Madama Fritz” o “Madama Sanz”. De la misma generación que la “señora de Ludovisi”, formó parte de una pareja de fotógrafos, habitual por estos años, como los Disdéri (Eugène y Genevieve-Elizabeth Francart) en Francia o los Bonfils (Félix y Lydie Cabanis) en Beirut. Anaïs fue, con su marido, la cabeza de una saga de fotógrafos —“ Napoleon”— que llegó hasta la segunda mitad del siglo xx. Hija mayor de Alexis Tiffon Barrau (“perruquier” y “pédicure”), y Marie Cassans Peyras, ya figuraba con el nombre de “Anaïs” en un censo de 1836. En 1845 la familia salió de Francia y se estableció en España a finales de ese año o principios de 1846. Fijaron su residencia en Barcelona (Rambla de Santa Mónica, n.º 17, hoy 18), donde se quedaron durante más de medio siglo y donde vivió Anaïs toda su vida. Su padre trabajó como barbero, cirujano y callista bajo el nombre de “Napoléôn Tiffon”, “artista pedicuro”. Anne, que había llegado con catorce años, se casó en Barcelona (24 de diciembre de 1850) con Antonio Fernández Soriano (1827-1916), bajo el nombre castellanizado de Ana, que solía utilizar en los documentos oficiales en España. De este matrimonio nacieron Alejo Emilio (1851), Alejandra (1853), Napoleón Francisco (1855), Napoleón Fernando (1856), Antonio (1857), Esteban (1862) y Emilia (1867), varios de los cuales se dedicaron a la fotografía. Al menos desde 1853, Anaïs y Antonio, trabajaban en el estudio de daguerrotipo y fotografía de la Rambla de Santa Mónica, n.º 17, y tanto en las etiquetas de los daguerrotipos, como en las traseras de las “cartes-de-visite” y los anuncios de prensa figuran como “M. Fernando y Anaïs Napoleon”. El nombre comercial “Napoleon” lo tomaron del apodo del padre, aprovechando el prestigio que tenían los nombres extranjeros en España y especialmente en algunas profesiones, como las de fotógrafo o peluquero.
El papel de Anaïs era relevante en el estudio, y en numerosos documentos municipales era ella la que figuraba en primer lugar, como titular: “Anaïs y Fernando Napoleon”. En 1882, formó, junto a su marido y su hijo mayor, Emilio, la sociedad fotográfica “Antonio, Emilio y Ana Fernández, dits Napoleón”, en la que participaron los tres por igual, aunque se dio a conocer al público bajo la denominación de ‘A. y E. dits Napoleón’. También tomó parte en el negocio de la sala de cine, situada en la planta baja del estudio de fotografía, el Cinematógrafo Lumière, que se abrió en 1896 (10 de diciembre), con asistencia de los inventores, y que fue la primera sala de cine estable de la ciudad. Aunque la actividad de Anaïs como fotógrafa fue mayor en los primeros años del estudio, nunca dejó de pertenecer a la sociedad fotográfica y de desempeñar un papel activo en los negocios familiares: ayudó a su hijo Napoleón Francisco a instalarse como fotógrafo en Madrid (1888) y a Antonio a montar una consulta de medicina en la misma ciudad, firmó numerosos documentos notariales, dictó siete testamentos, dio legítima a sus hijos y se preocupó de los que tuvieron menos suerte, como Alejandra. Longeva, murió a los ochenta y dos años de “agotamiento senil diabetes” y asistió al nacimiento, al auge y al principio de la decadencia de los estudios de retrato. Se conserva obra suyan en el Museu Frederic Marés (Barcelona) y en el Museo de la Ciencia y la Técnica (Tarrasa).
Bibl.: J. Torras i Comamala, Viaje sentimental por los cines de Barcelona, Barcelona, Parsifal, 2002, pág. 220; Colita, M. Nash y L. Terré, Fotògrafes pioneres a Catalunya, catálogo de exposición, Barcelona, Institut Català de les Dones, 2005, págs. 34-39; M. S. García Felguera, “Anaïs Tiffon, Antonio Fernández y la Compañía fotográfica Napoleon”, en Locus Amoenus (Barcelona, Universidad Autónoma, Departament d’Art), n.º 8 (2007), págs. 307-335.
María de los Santos García Felguera