Alcarria Cañizo, Julián de. Sisante (Cuenca), 27.I.1664 – Cuenca, c. 1745. Organero fundador del taller de Sisante.
Es el primer eslabón de un extenso linaje que se prolongó hasta las postrimerías del siglo xix. Con el punto de partida en esta pequeña villa del sur conquense, a diferencia de otras familias como los Meseguer que nunca desplazaron la sede del obrador, los Alcarria fueron colocando sus ramas en emplazamientos diversos, con la clara estrategia de ganar territorio: Villanueva de la Jara (Cuenca), La Roda (Albacete), Ayora (Valencia), Cuenca, Orihuela, Murcia y Valencia.
Cuarto de los hijos de Miguel, sacristán y organista de la villa de su nacimiento, y de Juana Serrana, nada se conoce de Julián hasta 1685, año en que contrajo matrimonio con Ana de Tébar en Sisante.
Aprendió su oficio junto al presbítero Gabriel Martínez Yagüe, residente en la villa pero natural de la de Aras del Puente (Valencia), tal y como se afirma en las fianzas que suscribió para la obra del órgano de El Bonillo (Albacete) a finales de 1693. En esos años aparece también como notario apostólico y sacristán de su pueblo, algo que habla acerca de una buena preparación intelectual.
Al año siguiente, dos vecinos de Sisante, uno de ellos su cuñado y también sacristán de la parroquia, se erigían como sus fiadores para la hechura de un nuevo instrumento en las Navas del Marqués (Ávila) valorado en 17.000 reales, cantidad bastante abultada para la época; meses antes había concedido poder a tres vecinos de Madrid para que cobrasen lo que se le debía de los primeros plazos acordados.
Entre esa fecha y 1704, año en que presumiblemente se instala en Villanueva de la Jara, se sabe que realiza, además de aderezos en Motilla del Palancar y Sisante, nuevas obras para Buendía, Castillo de Garcimuñoz y la propia Villanueva, todas villas conquenses. Por su primer testamento, otorgado en 1 de septiembre de 1706 en su nuevo taller, se sabe que estaba trabajando en un nuevo instrumento para Valverde de Júcar (Cuenca), con la obra ya muy avanzada.
Entre 1707 y 1714, siendo ya “maestro de órganos de este obispado”, trabaja para la catedral de Cuenca y lleva a cabo otros nuevos para la villa de Tébar y la parroquia de Santiago de Alarcón, ambas en Cuenca.
Mientras que en 1711 se dice vecino de Cuenca, a principios de 1716 figura como vecino de Iniesta (Cuenca), presumiblemente por motivos de trabajo, para regresar a finales de ese año al vecindario de Villanueva, el cual ya no abandonaría hasta sus últimos años.
En 1718 concluye los de la colegiata y el convento de Dominicas de Belmonte (Cuenca), y en 1728- 1732 trabaja en el de Quintanar del Rey (Cuenca) por 13.000 reales.
Todavía en 1738 figuraba como vecino de Villanueva; no obstante, en su último testamento, dictado en 9 de abril de 1740, aparece ya como vecino de lacapital donde pide ser enterrado en la parroquia de San Pedro, de la que su hijo Fernando era presbítero, a la par que prebendado de la catedral.
En 1743, su hijo Miguel, asimismo organero instalado en La Roda, dejaba en el interior de la bola de su torre parroquial un manuscrito donde aseguraba que su padre todavía vivía en la capital diocesana y que había construido, a lo largo de su vida, un total de cincuenta y seis órganos dentro y fuera del obispado.
Obras de ~: Órgano nuevo, parroquial, El Bonillo (Albacete) (parcialmente conservado), 1693; órgano nuevo, parroquial, Navas del Marqués (Ávila) (desapar.), 1694; órgano nuevo, parroquial, Villanueva de la Jara (Cuenca) (desapar.), 1699; órgano nuevo, parroquial, Castillo de Garcimuñoz (Cuenca) (desapar.), 1700; órgano nuevo, parroquia de Santiago, Alarcón (Cuenca) (desapar.), c. 1712; órgano nuevo, Colegial, Belmonte (Cuenca), 1718; órgano nuevo, parroquial, Quintanar del Rey (Cuenca) (desapar.), c. 1728.
Bibl.: L. Jambou, Evolución del órgano español. Siglos xvi-xviii, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1988.
Enrique Máximo García