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Francisco Domingo de Barreda Benavides

Biografía

Barreda Benavides, Francisco Domingo de. Arequipa (Perú), 30.X.1734 – Sevilla, 16.VII.1810. Comerciante, político, caballero de la Orden de Carlos III y de la Orden Real de España.

La familia Barreda formaba parte de la oligarquía peruana de Arequipa: su padre, Nicolás de Barreda y Obando, y su abuelo materno fueron alcaldes y regidores de la ciudad durante el siglo xvii. Las conexiones familiares de Francisco Domingo lo vinculaban con la aristocracia peruana: sobrinos suyos fueron Pedro Mariano Goyeneche, oidor en Lima, Juan Goyeneche, arzobispo de Lima, José Sebastián Goyeneche, obispo de Arequipa, y el general José Manuel Goyeneche, conde de Guaqui; primo de Juan Manuel Moscoso y Peralta, obispo de Cuzco y arzobispo de Granada. Se casó en Sevilla en 1783 primeramente con Mariana de Uriortúa y Villanueva (Sevilla, 1747- 1785), miembro de una destacable familia sevillana; no tuvieron descendencia. Contrajo segundas nupcias con María Amparo Muñoz y Colarte (muerta en 1855), oriunda de una influyente familia de Sanlúcar la Mayor, de esta unión nacieron once hijos, de los que destacaron Juan Bautista, que fue oficial del Ejército, y José, que llegó a coronel de Ingenieros.

Sus primeras miras se dirigieron a la carrera eclesiástica graduándose como doctor en Cánones y Leyes por la Universidad de San Marcos (Lima). Se ignoran la fecha y las circunstancias de su llegada a Sevilla, aunque en 1768 estaba establecido como hacendado en la ciudad. Se matriculó en el Consulado como cargador y comerciante por mayor (1770) ganando una considerable fortuna. Consiguió una provisión de hidalguía de la Chancillería de Granada reconocida por los Ayuntamientos de Sevilla y Tocina. Síndico personero de Sevilla en dos ocasiones (1774 y 1782), destacó por su defensa de la causa pública de la ciudad.

Conoció y entabló amistad con Gaspar Jovellanos cuando era oidor de Real Audiencia, el cual informaría posteriormente a su favor para su ingreso en la Orden de Carlos III (1785).

Su influencia en la vida sociopolítica de la ciudad aumentó con el paso de los años: tesorero fundador de la Sociedad Patriótica (1775); fundador junto con José López Herreros de la Academia de las Buenas Letras (1782); miembro de la Junta del Montepío del Panadeo (1784); uno de los primeros cónsules del Consulado Nuevo (1785); administrador de la Real Aduana y de Rentas Generales de Sevilla (1786- 1798), y presidente del Tribunal y Contaduría Mayor de Cuentas (1798). A pesar de su edad y durante la crisis de 1808, el Consulado le eligió como diputado (25 de mayo) para las Cortes de Bayona, elección que rechazó. Apoyó económicamente a la Junta Suprema de Sevilla y a la entrada de las tropas francesas permaneció en la ciudad y las autoridades colaboracionistas cambiaron su Orden de Carlos III por la recién fundada Orden Real de España en 1810. Falleció meses después; dejó en herencia ochocientos mil reales junto a otras propiedades y una excelente biblioteca.

Enterrado en la iglesia de San Andrés, collación en la cual vivió durante toda su vida en Sevilla.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias, Consulados, leg. 1797, n.º 8, 12 y 13; leg. 1806, n.º 2; leg. 1807; Archivo Histórico Nacional, Estado, Orden de Carlos III, exp. 222; Archivo Histórico Provincial de Sevilla, Protocolos, Sevilla, of. 21, año 1799, leg. 14725, fols. 749-753; 1809, leg. 14741, fols. 262-268; años 1810-1811, leg. 14742, fols. 344-348 y 371-373; Archivo Municipal de Sevilla, secc. I, carp. 68; secc. II, carp. 279, Escriptura, secc. V. T. 285, n.º 31; secc. VI. T. 26, n.º 1; secc. X.A.C. Cab. 1774 y 1782; secc. XI. T. 19, n.º 41. T. 21, pág. 82 (fol. 47); Archivo de La Real Sociedad de Amigos del País de Sevilla, Actas, n.º 2, fols. 93 y 128-129.

F. Aguilar Piñal, La Real Academia sevillana de las Buenas Letras del s. xviii, Sevilla, Instituto M. Cervantes, 1966, págs. 62-63; G. Lohmann Villena, Los Ministros de la Audiencia de Lima durante el reinado de los Borbones, Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1974, pág. 53; A. Heredia Herrera, El Consulado Nuevo de Sevilla y América, Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1986, pág. 299; Sevilla y los hombres del comercio, Sevilla, Editorial Andaluzas Unidas, 1989, pág. 184; A. Gil Novales (dir.), Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Museo Universal, 1991, pág. 306; A. Ceballos-Escalera y A. Arteaga, La Orden Real de España, Madrid, Palafox, 1997, pág. 116; F. Campese Gallego, La Representación del Común en el Ayuntamiento de Sevilla (1766-1808), Sevilla, Universidad, 2005, págs. 342-345. F. J. Hernández Navarro, Sevilla limpia e iluminada. El Padrón de fincas urbanas de 1795, Sevilla, Fundación Aparejadores, 2006, pág. 296.

 

Francisco Javier Hernández Navarro