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Lorenzo de Castro y Cavia

Biografía

Castro y Cavia (o Cabia), Lorenzo de. ?, 10.VIII.1830 – Madrid, 13.IV.1896. General de Brigada de Ingenieros.

Ingresó el 1 de septiembre de 1848 en la Academia Especial de Ingenieros de Guadalajara, saliendo de la misma como teniente del Cuerpo, después de terminar los estudios reglamentarios, el 14 de septiembre de 1854. Fue destinado a la compañía de Minadores del 1º batallón del entonces único regimiento de Ingenieros, que se hallaba de guarnición en Madrid, siguiendo al mismo tiempo el curso de grandes prácticas.

En 1855, a las órdenes del brigadier Serrano Bedoya, participó en la persecución de la facción carlista de Marco de Bello, alzada en armas en el distrito de Aragón, y se halló después con su compañía en los sucesos revolucionarios de julio de 1856 en Madrid, distinguiéndose especialmente, en el ataque al palacio de Villahermosa, ocupado por los sublevados, hechos por los que obtuvo el grado de capitán de Ejército (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo).

Asistió en 1857 y 1858 a la Escuela práctica establecida en Aranjuez, saliendo luego para Santoña, donde se ocupó en los trabajos de fortificación que se llevaban a cabo en dicha plaza. Desde allí pasó al ejército de operaciones de África (Guerra de África, 1859-1860), tomando parte en los combates que durante todo el mes de diciembre de 1859 tuvieron lugar y por los cuales obtuvo la cruz de caballero de Isabel la Católica. En la batalla de los Castillejos y posteriormente en la de Tetuán, con su compañía y después de haber abierto y preparado varios pasos para la tropa, cargó a la bayoneta formando parte de la columna de asalto, arrollando a las huestes enemigas. Muerto gloriosamente el capitán sobre el campo de batalla, no por eso los ingenieros vacilaron y encargado Castro del mando de la fuerza, rebasó los campamentos moros y se retiró cuando las repetidas órdenes del general le obligaron a ello. Por todos estos hechos de armas obtuvo el grado de comandante. Nuevamente se distinguió en la batalla de Wad-Ras, donde fue herido gravemente, después de haber rechazado los impetuosos ataques del enemigo. Recibido el empleo de capitán de Ejército, otorgado en recompensa a su valiente proceder en abril de 1860, en septiembre del mismo año fue promovido a capitán del Cuerpo por antigüedad.

Destinado a la Dirección General y luego a la comandancia del Cuerpo en Guadalajara, por real orden se le dieron las gracias por el celo e inteligencia con que desempeñó distintos cometidos. No obstante su ascenso a comandante del Cuerpo (mayo de 1874), continuó en el mismo destino y, tras una permanencia de seis meses en Cuenca, cuya población puso en estado de defensa, volvió a Guadalajara y se encargó interinamente del detall de los talleres del Cuerpo.

Teniente coronel de Ingenieros en 1877 y graduado de coronel al poco tiempo por los servicios prestados en su destino durante la guerra carlista, siguió en el mismo destino hasta 1885 en que pasó a desempeñar el de comandante de Ingenieros de la plaza de Madrid, donde demostró una vez más sus relevantes condiciones de inteligencia y firmeza de carácter. De la comandancia de Madrid pasó a la Junta especial del Cuerpo; luego a jefe del Museo y por último a la 9.ª sección del ministerio, último destino que desempeñó, pasando el 21 de octubre de 1891 a la sección de reserva del Estado Mayor general del Ejército con el empleo de general de brigada.

Además de la Cruz de San Fernando ya citada, poseía la Medalla de África, Medallas al Mérito Militar Roja y Blanca, Placa de San Hermenegildo y era Caballero de la Orden de Isabel la Católica.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1855-1898; “Necrologías”, en Revista del Memorial de Ingenieros (febrero de 1898); J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.os 63-66 (2001 y 2002); A. Herrera Casado, “Memoria de los militares en Guadalajara”, en Revista Rumbo Guadalajara (2007).

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño