Gallego Ramos, Eduardo. Sevilla, 7.III.1873 – Madrid, 25.V.1959. General de Brigada de Ingenieros y escritor.
Ingresó en la Academia General Militar de Segovia el 29 agosto de 1887, de donde pasaba a la de Ingenieros de Guadalajara el 1 de octubre de 1890, saliendo de la misma como teniente, con fecha de 13 de julio de 1893. Su primer destino era la Plana Mayor del Primer Regimiento de Zapadores Minadores. Dos años después embarcó para Filipinas, donde quedaba destinado en la Comandancia General Subinspección de Ingenieros, de donde pasaba al Batallón de Ingenieros de Filipinas el 26 de julio de 1895.
Con motivo de la Guerra de Independencia de Filipinas, participaba en numerosas acciones en las campañas de Mindanao y Luzón. Por su valerosa actuación en la toma de Das Mariñas (Cavite, 1897) fue promovido al grado de capitán del Ejército por méritos de guerra, ascenso que permutaba por la Cruz de María Cristina.
El 10 de junio de 1897 volvía a la Península con una licencia de seis meses por enfermedad. Por una R.O. de 30 de abril de 1898 se disponía su baja en las Filipinas y su alta en la Península. Ascendía a capitán de Ingenieros el 24 de febrero de 1898, y el 16 de marzo de ese año, era destinado al Batallón de Telégrafos, donde, entre otras actividades, desempeñó la de profesor de las Escuelas de Jefes de Estación y Telegrafistas y la dirección de Escuelas prácticas de Telegrafía eléctrica y óptica.
Por una R.O. de 9 de mayo de 1904, pasaba, por petición propia, a la situación de reemplazo, con residencia en la 1ª Región Militar. Permaneció en tal situación hasta que era destinado al 7ª Regimiento Mixto de Ingenieros, con fecha 2 de agosto de 1909. Mientras estuvo de reemplazo, se dedicó a trabajos de ingeniería y a la actividad empresarial, publicando, además de una notable serie de libros técnicos y revistas técnicas, como La Construcción Moderna, fundada en 1903, y que dirigió junto al arquitecto Luis Sanz de Terreros. La citada publicación, también llamada Revista quincenal de Arquitectura e Ingeniería, fue una de las más importantes y con mayor tradición en el ámbito de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX. Por otro lado, la revista destacó por las ilustraciones, sobre todo las fotografías de los edificios construidos en la época, tanto españoles como extranjeros, que emplearon las técnicas constructivas más vanguardistas de la época.
La experiencia editorial de Gallego se remontaba a la dirección de la revista La energía eléctrica, Revista técnico-financiera de electricidad y motores (Madrid, 1902-1936). A partir de noviembre de 1900, la citada publicación introducía reformas en su elaboración. Aparece como su redactor-presidente, José Echegaray (1832-1916), entonces inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos. En su cuadro de redacción, figuraban algunos ingenieros militares, como José García Benítez (que más tarde asumiría la dirección de la revista) y Eduardo Gallego Ramos, que será después redactor jefe.
En el campo de la construcción con hormigón armado en España, de la que fue uno de sus pioneros, en 1903, la Sociedad Anónima de las Aplicaciones de la Ingeniería, dirigida por Gallego Ramos, depositaba una patente de hormigón armado que seguía el patrón de armadura del metal déployé (expandido) y que llevaba por título “Un sistema de cemento armado sunchado”.
Po una R.O. de 21 de septiembre de 1909 se le destinaba en comisión, a la Comandancia del Cuerpo en Melilla, donde quedaba a las inmediatas órdenes del teniente general comandante en jefe del ejército de operaciones. Tomó parte en numerosas operaciones, siendo premiado por la toma de la ciudadela de Zeluán, con la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo, y más tarde con otras dos, por su valor en otras tantas operaciones. De nuevo pasaba a la situación de supernumerario, a petición propia, por una R.O. de 12 de abril de 1910. En Melilla, redactaría, al menos, cuatro proyectos de arquitectura entre 1910 y 1911.
Ascendía a comandante de Ingenieros el 29 de marzo de 1913, continuando como supernumerario. Durante una estancia accidental de Gallego Ramos en Tetuán, ofreció sus servicios al Alto Comisionado, el teniente general D. José Marina, quedando a las órdenes del mismo, desde el 26 de abril de 1914 al 25 de mayo del mismo año. En el desempeño de la comisión, marchó a Larache para su complimiento, y al terminarla el día 10 de mayo, acompañaba al Alto Comisario en una visita de inspección a las posiciones del territorio.
Volvía nuevamente a la situación de actividad por una R.O. de 23 de septiembre de 1913, como ayudante de campo del capitán general de la 6ª Región Militar (Burgos), y en 1915 pasaba con el mismo cargo, a las órdenes del capitán general de la 4ª Región, con sede en Barcelona, regresando un año más tarde, a Burgos. A partir de julio de 1917 quedaba en la situación de “reemplazo” en la 1ª Región.
Con fecha de 1 de julio de 1918 era destinado como ayudante de campo del ministro de la Guerra y el 13 de diciembre del mismo año, se le nombraba ayudante de órdenes de S.M. el Rey. Ascendía a teniente coronel de Ingenieros el 4 de enero de 1919, siguiendo en su mismo destino. Sin perjuicio de sus obligaciones como ayudante del Rey, en 1920 era nombrado vocal de la Comisión Sanitaria Central, perteneciendo, por razón de su cargo, al Real Consejo de Sanidad, como vocal. También en ese año, se le designaba como vocal de la Comisión encargada de redactar las bases para un proyecto de Ley que regule cuanto se refiere al saneamiento y reforma interior de las poblaciones, así como la formación y ejecución de los planes de ensanche y zonas de contacto con aquellas. El 30 de noviembre de 1921 cesaba en el cargo de ayudante del Rey, pasando nuevamente a la situación de supernumerario.
En 1923, siguiendo en la misma situación, era nombrado técnico de la delegación designada para inspeccionar la administración del ayuntamiento de Madrid y el 4 de septiembre de 1926 era promovido a coronel de Ingenieros, continuando sin destino hasta el 7 de diciembre del mismo año en que era designado jefe del primer Regimiento de Zapadores, con guarnición en San Sebastián. Alternaría su mando del citado regimiento con los desplazamientos a Madrid para encargarse de la enseñanza de los estudios de ingeniería sanitaria de la Escuela Nacional de Sanidad, como asesor técnico del ministerio de Gobernación, y vocal del Real Consejo de Sanidad.
Por una R.O. de 9 de febrero de 1928 se le concedía el mando del Regimiento de Telégrafos, con sede en Madrid, haciéndose cargo, al mismo tiempo, de la Comandancia del Arma de Ingenieros en la capital. En ese mismo año, el 5 de marzo, era nombrado vocal de la Junta facultativa de Ingenieros.
Constituida la II República en 1931, por un Decreto de 28 de julio de ese año, era nombrado, en plaza de superior categoría, inspector de Ingenieros de la 3ª Inspección General. El 3 de febrero de 1932 era ascendido a general de brigada de Ingenieros, confirmándose su anterior destino. Por otro Decreto de fecha de 16 de agosto de 1931, pasaba a la situación de 2ª reserva.
Eduardo Gallego se especializó, entre muchos otros conocimientos, en cuestiones relacionadas con la telegrafía eléctrica, así como, en el plano civil, en la ingeniería sanitaria. Publicó numerosas obras relacionadas con la telegrafía, purificación de aguas negras, ferrocarriles, vías, puentes y cuestiones más estrictamente militares como historia, organización o municionamiento del ejército. Sin embargo, sus obras teóricas más importante fueron, como vimos más atrás, los relacionados con la construcción y los hormigones armados.
Fue ayudante de S. M. el Rey don Alfonso XIII, y colaboraba con todo entusiasmo en la Comisaría General de Ordenación Urbana de Madrid, de la que era vocal, y en diversas revistas, tanto de orden técnico como militar.
Fue uno de los oficiales de Ingenieros que recibieron más condecoraciones en su época: nueve Cruces de 1ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo, dos Cruces de 1ª clase de María Cristina; cuatro Cruces de 1ª Clase del Mérito Militar con distintivo blanco y otras tres Cruces de 2ª Clase del Mérito Militar con distintivo blanco (en los dos últimos casos por la publicación de obras suyas de interés militar); Cruz de la Orden de Carlos III; Cruz de la Orden de Isabel la Católica; Cruz y Placa de la Orden de San Hermenegildo; Cruz de la Orden civil de Alfonso XII (1903); Medallas de la Campaña de Mindanao (1902), de las Campañas de Melilla (1910), de la Paz de Marruecos (1929); Caballero Gran Comendador de la Orden Militar de Santiago de la Espada, del Mérito Científico, Literario y Artístico de Portugal. Además, numerosas medallas y diplomas por sus obras, fundamentalmente del campo sanitario y la Medalla de oro por la presentación de varios trabajos de Ingeniería en la Exposición Universal de Bruselas en 1912. Finalmente, la Dirección General de Sanidad le concedía, por un Diploma de 25 de abril de 1928, el título de Ingeniero Sanitario.
Obras de ~: Las campañas del Norte de Mindanao, Madrid, 1898; Operaciones practicadas contra los insurrectos de Cavite desde el principio de la campaña hasta la ocupación de la provincia por nuestras tropas, Madrid, 1898; Ligera idea de las campañas sostenidas en Mindanao durante la dominación española, Madrid, 1899; Estudios y Tanteos, Madrid, Antonio Marzo, 1906-1918, 7 vols.; “Los ingenieros militares en la esfera particular”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, t. XXVI (1909), págs. 299-326; “Ingeniería sanitaria. Saneamiento de poblaciones (urbanas y rurales), por el ingeniero militar, director de ‘La Construcción Moderna’, correspondiente de la ‘Unión de Services Municipaux Techniques et des Travaux Publics’ de París. Memoria premiada por la Sociedad Española de Higiene en el concurso de 1907”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, ts. XXV y XXVI (1909); Estudios de alcantarillado, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1914; Estudios y tanteos, Tomo VII, Cemento Armado (Aplicaciones corrientes), Madrid, Juan Pueyo, 1919; Indicaciones sobre el arreglo del arma de ingenieros del Ejército Nacional Permanente, Madrid, Imprenta Doña Rosa Sanz, 1920; Historial compendiado del primer Regimiento de Zapadores Minadores: desde su origen, el 1803, hasta el 1927, Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1927; Historial Compendiado del Regimiento de Telégrafos, Madrid, Imprenta del Regimiento de Telégrafos, 1929.
Fuentes y Bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Expedientes Personales.
W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; [Redacción], “Necrológicas. El general Gallego Ramos”, ABC, 27 de mayo de 1959, pág. 70; A. Bravo Nieto, Ingenieros Militares en Melilla. Teoría y práctica de Fortificación durante la Edad Moderna, Melilla, Universidad de Educación a Distancia (UNED), 1991; A. Buj Buj, “La vivienda salubre. El saneamiento de poblaciones (1908) en la obra del ingeniero militar Eduardo Gallego Ramos”, en Scripta Nova. Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 7, 146 (2003); F. J. Domouso de Alba, La introducción del hormigón armado en España: razón constructiva de su evolución, tesis doctoral, Madrid, Universidad Politécnica de Madrid, 2015.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño