Gómez Landero y Koch, Estanislao. Santa Cruz de Tenerife, 19.V.1909 – Getafe (Madrid), 11.VII.1937. Militar y caballero laureado de San Fernando.
Ingresó en la Academia General Militar en 1928, continuando sus estudios en la Academia de Infantería, de la que en 1932 salió con el empleo de teniente y destinado al Regimiento n.º 37 —antiguo Murcia—, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife.
Al producirse el levantamiento de 1936, su Regimiento se adhirió a él, por lo que embarcó hacia la Península en el mes de septiembre formando parte del 1.er batallón expedicionario.
A su llegada se incorporó a la columna del general Varela, en el frente del Tajo, con la que ocupó Toledo, Cabañas, Bargas, Olías del Rey, Santa Cruz de Retamar, Valmojado, Navalcarnero y otras poblaciones.
En el mes de noviembre, intervino en la toma de Parla, Valdemoro, Brunete, Fuenlabrada, Getafe, Alcorcón, Boadilla del Monte y otros pueblos próximos a Madrid, llegando a establecerse en la Casa de Campo en los puntos del cementerio, Casa del Labrador, ermita y lago, sosteniendo duros combates durante la ocupación de la Ciudad Universitaria, resultando herido de metralla el 1 de diciembre y siendo evacuado al hospital de Griñón y posteriormente al de Badajoz.
En enero de 1937 fue dado de alta y dos meses después ascendido a capitán por antigüedad y destinado al Regimiento de Tenerife.
Guarneciendo en el mes de julio la posición del Cerro del Mosquito, en el frente de Brunete, entre los días 7 y 10 fue atacado por fuerzas muy superiores en número y dotadas de toda clase de armas, las que, después de una preparación artillera y aprovechando la sorpresa, consiguieron infiltrarse a retaguardia de las líneas propias, lanzándose en masa al asalto protegidas por tanques, aviación, morteros y numerosas armas automáticas.
La compañía del capitán Gómez Landero se desorganizó al ver retroceder a otras fuerzas contiguas y por hallarse casi rodeada la posición que defendía, actuando en esos momentos el citado capitán dando muestra de gran heroísmo, consiguiendo con su admirable ejemplo hacer reaccionar a sus hombres y logrando contener al enemigo y rechazarlo después.
Todo esto se logró porque el capitán Gómez Landero, siempre en el puesto de mayor peligro, dirigió y animó a los suyos, que, al ver su valerosa actuación, tomaron ánimos y contuvieron el enérgico ataque que el enemigo llevaba a cabo. En lo más recio del combate se vio siempre la figura del capitán que con desprecio de la vida recorría la posición, elevando el espíritu de las fuerzas.
Cuando se encontraba al frente de sus soldados evitando el repliegue que otras unidades habían comenzado y que sus hombres también intentaban realizar, fue herido, sin querer aceptar la evacuación, continuando en su puesto animando a los suyos, hasta que cayó en tierra cuando otra bala le penetró por la región sacra y salió por la espina dorsal, falleciendo a consecuencia de esta grave herida.
Esta hazaña fue recompensada con el ascenso a comandante a título póstumo y con la Cruz laureada de San Fernando que le sería concedida por Orden de 23 de agosto de 1943, una vez concluido el juicio contradictorio.
La ciudad de Santa Cruz de Tenerife dio el nombre de este héroe a una de sus calles.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. G-2342.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
