Eraso, Francisco Benito. Garisoain (Navarra), 1793 – ?, 1835. General carlista.
Este rico hacendado navarro fue uno de los agentes más activos de la sublevación de Navarra contra el régimen constitucional, realizando para tal fin varios viajes a Madrid en 1821, en los que entró en contacto con el círculo de Fernando VII, y siendo posteriormente vocal de la Junta Gubernativa de Navarra.
Terminada la campaña se le otorgó graduación de capitán o comandante, y en 1830 era teniente coronel comandante del décimo batallón de voluntarios realista de Navarra. Ascendió a coronel el 18 de noviembre del mismo año por la victoria obtenida el 20 de octubre en Valcarlos sobre las fuerzas de Joaquín de Pablos —Chapalangarra—, segundo del general Espoz y Mina, que al frente de un grupo de liberales había cruzado la frontera y que perdió la vida en la acción. En 1831 era coronel interino del Regimiento ligero de Voluntarios de Navarra y se le concedió la Cruz de fidelidad militar de 1.ª clase y en enero de 1833 seguía al frente del cordón sanitario establecido para prevenir futuras invasiones.
Consciente de la importancia de conservar el mando cuando se produjera la muerte de Fernando VII, el 30 de julio de 1833 dio parte al Gobierno de que —según le informaba uno de sus confidentes— se estaban intentando introducir panfletos carlistas desde Francia y de que ya había tomado las medidas necesarias para impedirlo. Pese a las apariencias, Eraso mantenía correspondencia con la junta carlista de Madrid, y cuando en el mes de febrero llegó a Roncesvalles Juan Manuel Sarasa —que acababa de ser separado del Regimiento de Córdoba—, se pusieron de acuerdo para promover en Navarra un movimiento general a favor de don Carlos. La correspondencia se continuó tras la marcha del pretendiente a Portugal, “al parecer con su soberana anuencia”, bien entendido que no habría de hacerse el menor movimiento hasta la muerte de Fernando VII, “en cuyo tiempo precedería aviso al efecto, como se previno también a Bilbao que asimismo se hallaba en correspondencia, y conforme con las prevenciones comunicadas”. Zumalacárregui, que llegó por aquellas fechas a Pamplona, y el mariscal Ladrón, enviado de cuartel a Valladolid, “estaban asimismo conformes en cooperar a la empresa, poniéndose a la cabeza del pronunciamiento general que haría Eraso, como el Rey Nuestra Señora era sabedor según la correspondencia”.
Sublevado Santos Ladrón —antes de que se recibiera la pertinente orden de Madrid—, y derrotado en Los Arcos, la sublevación de Navarra tuvo un ritmo más lento de lo esperado, y Eraso se vio pronto obligado a cruzar la frontera. Al volver, reconoció sin problemas la jefatura de Zumalacárregui y obtuvo diversas victorias sobre el enemigo, siendo posteriormente nombrado comandante general de Vizcaya. Ascendió a mariscal de campo en junio de 1835 —tras su brillante victoria sobre Espartero en Descarga— y ostentó interinamente el mando del ejército tras la muerte de Zumalacárregui, pero ni apetecía el puesto ni su salud —tenía tisis— le permitía desempeñarlo, por lo que en breve fue sustituido por González Moreno, a cuyas órdenes combatió en Mendigorría, siendo ésta la última acción de guerra de la que se sabe tomase parte. Según Del Burgo falleció en el mes de septiembre, como consecuencia de una caída del caballo.
Había contraído matrimonio en agosto de 1813 y uno de sus hijos, Francisco, era cadete al comenzar la guerra en el regimiento de Zaragoza, no logrando fugarse a las filas carlistas hasta el 6 de febrero de 1834.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. personal; Relación de los méritos y servicios de Don Francisco Benito Eraso, [Madrid, 1824].
R. de Brea, Carlistas de antaño, Barcelona, La Bandera Regional, 1910, págs. 187-189; M. Ferrer, D. Tejera y J. F. Acedo, Historia del Tradicionalismo Español, t. VII, Sevilla, Trajano, 1941-1959; J. M. Sarasa, Vida y hechos militares del mariscal de campo don Juan Manuel Sarasa narrados por el mismo, Pamplona, Real Cofradía del Gallico de San Cernín, 1952; J. del Burgo, Bibliografía del siglo xix, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1978.
Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera