Gil, Jaime. Magallón (Zaragoza), s. m. s. xvi – ?, p. m. xvii. Apicultor, escritor, arbitrista.
Compaginó la actividad agrícola con la intelectual.
Había leído las obras de Alonso de Herrera, a quien considera un teórico, no un labrador. Jaime Gil era colmenero, por lo que conocía en profundidad la actividad sobre la que publicó en 1621 la Perfecta y curiosa declaración. En la obra, compuesta por ocho tratados, anima a los labradores a ejercitarse en la dedicación apícola. Analiza las variedades de romero y alaba la calidad del que se cría en Aragón. Estudia la ubicación de las colmenas, la forma de construirlas, y señala la dedicación a la apicultura de la población morisca antes de la expulsión, y sus técnicas de trabajo.
En la segunda parte de la obra escribe una “alabanza de las abejas”, en la que —fundando la ciencia en la experiencia— compara la organización de la vida y del trabajo de éstas con la sociedad. En primer lugar el gobierno del rey, que sólo puede ser uno, al que todos obedecen, motor de la sociedad. Los zánganos son ejemplo de los ociosos de la sociedad y las abejas los destierran vivos o muertos. Tampoco dejan entrar extranjeros en sus colmenas. Las abejas son ejemplo de frugalidad, laboriosidad y castidad, odiando a los hombres deshonestos y ociosos. En fin, son las abejas símbolo de un gobierno bien concertado, de rey y vasallos fieles y obedientes, amantes de la ocupación y aborrecedores del ocio, que ofrecen su vida de buena gana por su rey.
Obras de ~: Perfecta y curiosa declaración de los provechos que dan las colmenas bien administradas, y alabanzas de las abejas, Zaragoza, Pedro Gel, 1621.
Bibl.: J. M.ª Sánchez Molledo, El pensamiento arbitrista en el reino de Aragón en los siglos xvi y xvii, t. I, vol. I, Madrid, Universidad Complutense, 2003, págs. 346-349; Diccionario de arbitristas aragoneses de los siglos xvi y xvii, Zaragoza, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Institución Fernando el Católico, 2005, págs. 162-163.
José María Sánchez Molledo
