Bravo de Ribero, Pedro. Lima (Perú), 4.II.1701 – 10.VI.1786. Oidor supernumerario de Lima, oidor de Lima.
Hijo de Juan Bravo de Ribero y de María Antonia Correa. Su padre, natural de Cáceres, ocupó un cargo de maestre de campo. Su madre, natural de Lima, era descendiente de Antonio Correa López y Acosta. Los abuelos paternos de Bravo, Juan Bravo de Ribero e Isabel Cabrera y Gómez Caballero, eran de Brozas, donde el abuelo era un regidor vitalicio.
La abuela materna de Bravo era la limeña María Magdalena Padilla y Sande. Su hermano Juan era juez y más tarde se hizo sacerdote.
Fue colegial durante ocho años en San Martín de Lima; entró en el colegio el 6 de diciembre de 1711.
En 1719 percibió una beca del Colegio Mayor de San Felipe en Lima. Bravo recibió los títulos de Cánones y Leyes de la Universidad de San Marcos, la licenciatura y el doctorado fueron conferidos en 1718. En 1719 fue aprobado para ejercer como abogado por la Audiencia de Lima, y, como consecuencia, la Audiencia de Charcas le otorgo el mismo privilegio. Opositó para cátedras académicas en San Marcos, pero nunca obtuvo un puesto permanente de catedrático.
Los problemas financieros de la Corona en 1733 permitieron que Bravo pudiera comprar, por Decreto de 17 de septiembre y título de 2 de octubre un nombramiento como oidor supernumerario (sin salario hasta número) a la Audiencia de Lima por 28.000 pesos con dispensación por ser natural del distrito.
Obtuvo el 18 de noviembre de 1735 una licencia para navegar al Perú con sus criados Francisco Isidro de Barrio de Madrid y José Antonio Méndes de Luzón.
Bravo asumió el puesto el 30 de julio de 1736. Fue asesor íntimo del virrey conde de Superunda. Aunque el antagonismo del virrey Manuel de Amat, que lo consideraba involucrado en el comercio, llevó a su jubilación con medio salario en 1763 logró limpiar su nombre y fue reinstalado en 1776. El alivio fue corto, ya que el Rey nuevamente ordenó su jubilación en 1778. Bravo demandó a Amat y José Perfecto de Salas por daños, solicitando 120.550 pesos por su suspensión y en 1784 sus herederos fueron sentenciados a pagarle. En la Corte Gaspar Urquizu también lo opuso. Bravo era parte de la facción que apoyaba a los virreyes Manuel de Guirior y Agustín de Jáuregui contra el visitador general José Antonio de Areche.
Lohmann Villena le considera como una verdadera éminence grise en Lima durante cuarenta años. Murió en su ciudad natal dejando una biblioteca de cerca de cuatro mil volúmenes.
En 1735, Bravo compró por 3.000 pesos una licencia para casarse localmente y en 1738 contrajo matrimonio con la limeña Petronila Zabala y Esquivel, hija de José de Zabala y Esquivel, contador principal de la Santa Cruzada, y de Ángela Rosa Vázquez de Velasco y Tello de la Cueva, ambos naturales de Lima. Entre sus hijos se encontraban Pedro Tadeo y el futuro ministro de Audiencia Diego Miguel. Bravo recibió en 1755 una licencia para que sus hijos se casaran localmente y pudieran tener propiedades en el distrito de la Audiencia.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Charcas, 197, relación de méritos de 1730; Lima 596; 600, relación de méritos de hijo Diego Miguel; 615; 639; 791; Contratación 5482A, n.º 1, ramo 73; Archivo General de Simancas, Secc. XXIII, Dirección General del Tesoro, inventario 2, leg. 29, doc. 151.
L. A. Eguiguren, Diccionario histórico, cronológico de la Real y Pontificia Universidad de San Marcos y sus colegios. Crónica é investigación, t. II, Lima, Imprenta Torres Aguirre, 1949, pág. 223; G. Lohmann Villena, Los ministros de la Audiencia de Lima en el reinado de los Borbones (1700-1821). Esquema de un estudio sobre un núcleo dirigente, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, 1974, págs. XLIX, LXXIV, LXXIX y 18-19; M. A. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport (Connecticut), Greenwood Press, 1982, pág. 58; I. Macías Domínguez, La llamada del Nuevo Mundo: La emigración española a América (1701-1750), Sevilla, Universidad, Secretariado de Publicaciones, 1999, pág. 224.
Mark A. Burkholder