Hurtado de Mendoza y Zapata, Gregorio Ignacio. Conde de Cumbres Altas (I). Lima (Perú), 29.VIII.1722 ant. – c. 1789. Oidor de Audiencia.
Nacido en Lima, fue bautizado en la parroquia de San Marcelo, el 29 de agosto de 1722. Era hijo de Gregorio Hurtado de Mendoza Zapata y Córdoba —natural de Moquegua, donde se habían casado el 21 de mayo de 1691 sus padres, Pedro Hurtado de Mendoza y Zapata y Agustina de Córdoba—, y de la limeña Cipriana Josefa Bécquer Loaisa —hija a su vez de Francisco Bécquer y Moreno y de Antonia de Loaisa—, descendiente de los conquistadores Martín Bruno y Juan de la Torre. Hurtado fue educado en el colegio de San Martín en Lima, recibió un doctorado de la Universidad de San Marcos, y fue aprobado para ejercer como abogado por la Audiencia de Lima.
Después del servicio como asesor del Cabildo secular de la ciudad de Arequipa, y que, por nombramiento del virrey José Antonio Manso de Velasco, conde de Superunda, fuera tesorero de las Reales Cajas de dicha ciudad, por Decreto del 13 de octubre y título del 5 de noviembre de 1750, Hurtado compró la plaza de oidor supernumerario de la Real Audiencia de Quito por 19.810 pesos.
El 5 de febrero de 1751, obtuvo una licencia para viajar de España a su puesto, con los criados Francisco Basilio de Angulo de Arciniega y Mariano Zapata, un mulato nacido en Lima. Dos años más tarde, Hurtado de Mendoza servía como fiscal de forma interina.
Contrajo matrimonio en la ciudad de Lima, el 11 de abril de 1761, con Catalina Matheu Villamayor y Henríquez de Guzmán, hija primogénita de los siete hijos habidos en el matrimonio formado por Gregorio Eugenio Tito Matheu de la Escalera, caballero de la Orden de Calatrava, nacido en Latacunga el 4 de enero de 1709, y Mariana de Aranda Enríquez de Guzmán y Ayesa, VII marquesa de Maenza, hija de Manuel de Aranda Enríquez de Guzmán y de Josefa de Ayesa y Ponce, descendiente por su línea paterna-materna de Diego Lucas Arias-Dávila y Croy d’Havrè, VIII conde de Puñonrrostro, Grande de España de 1.ª Clase, y de Isabel de Centurión, hija de los marqueses de Estepa. De la unión entre Catalina Matheu y Gregorio Hurtado de Mendoza nació en Lima un único hijo: José Gregorio Valentín Hurtado de Mendoza Zapata y Matheu, el 14 de febrero de 1764, que fue bautizado en la iglesia parroquial de Santiago del Cercado.
Por Real Cédula de 18 de agosto de 1771 de Su Majestad el rey Carlos III, le fue concedido a Gregorio Hurtado de Mendoza y Zapata la merced de conde de Cumbres Altas, con el vizcondado previo de San Jacinto y Casa Zapata, despachando el Rey carta auxiliadora de 24 de febrero de 1773 de este título, para que se le tuviera por tal conde de Cumbres Altas en sus dominios de América.
El recién creado conde de Cumbres Altas, por un nombramiento del 18 de noviembre de 1775, al fin entró en un puesto de número como oidor, reemplazando al jubilado José Ferrer de la Puente. Nuevamente en España, obtuvo licencia el 1 de agosto de 1776 para regresar a Quito con varios criados.
Causó un disturbio indígena mientras estaba en un viaje provincial en las áreas norteñas del distrito de la Audiencia de Quito; los naturales asumieron que iba a recaudar nuevos impuestos. Por Decreto del 28 de noviembre y título del 13 de diciembre de 1785, Cumbres Altas fue nombrado subdecano oidor de la Audiencia de Charcas, en respuesta a sus alegatos de mala salud, como resultado de vivir en Quito. Se desconoce cuánto tiempo realmente sirvió con estos nombramientos. Parece ser que prefería su ciudad natal de Lima, permaneciendo en la Ciudad de los Reyes hasta finales de la década de 1780, cuando falleció. Cuando esto aconteció, aún debía los impuestos derivados por su título, en el cual sucedió su único hijo, caballero de la Orden de Carlos III en 1799, que fue oficial militar y participó en una campaña contra Tupac Amaru II.
A la muerte de este segundo dignatario sin descendencia, la merced quedó vacante, siendo rehabilitado el título en 1852 por Francisco de Asís Matheu-Arias- Dávila y Carondelet, XIII conde de Puñonrrostro, XI marqués de Maenza y VIII marqués de Casasola.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Charcas 429; Quito 302; Contratación 5493, n.º 2, ramo 5; Archivo General de Simancas, secc. XXIII, Dirección General del Tesoro, invent. 2, leg. 38, doc. 301; leg. 59, doc. 150.
M. de Mendiburu, Diccionario histórico-biográfico del Perú, ed. de E. San Cristóval, t. VII, Lima, Librería e Imprenta Gil, 1933 (2.ª ed.), págs. 364-365; G. Lohmann Villena, Los americanos en las órdenes nobiliarias (1529-1900), t. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo, 1947, págs. 74-75; M. A. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Connecticut, Greenwood Press, 1982, pág. 164; M. Z avala Menéndez, Historia Española de los Títulos Concedidos en Indias, vol. II, Madrid, Editorial Nobiliaria Española, 1994, págs. 904-907.
Mark A. Burkholder e Iván F. Moreno de Cózar y Landahl, conde de los Andes
