Fernández, Nuño. ?, s. m. s. xii – 1219. Tercer maestre de la Orden de San Julián del Pereiro-Alcántara.
Aunque no se tiene certeza de ello, fue muy probablemente natural de Toledo y perteneciente al noble linaje de los Barroso. Partiendo de este supuesto, su padre muy bien pudo haber sido Fernando Gómez Barroso, después de casado freire de Calatrava y comendador de Aceca en los primeros años del siglo xiii.
Nuño Fernández fue preceptor o comendador de la Orden de San Julián en los días de su antecesor al maestrazgo, Benito Suárez, título aquel que, en un momento previo a la parcelación comendataria de la milicia, se correspondía con el del responsable directo de la sede conventual y su inmediata jurisdicción territorial, lo que más adelante se conocerá como comendador mayor.
Su probable origen castellano y su posible filiación respecto a un comendador calatravo, potencialmente lo convierten, junto al prior Pablo, en uno de los destacados miembros de la Orden sanjulianista que sirvieron de puente a las pretensiones de hegemonía disciplinaria que el maestrazgo castellano de Calatrava quiso hacer valer sobre ella desde fechas muy tempranas.
Avalaría esta hipótesis el hecho de que la única iniciativa reseñable del cortísimo gobierno maestral de Nuño Fernández sea el acuerdo de julio de 1218 por el que el Pereiro reconocía su sujeción a Calatrava y la capacidad de visitación de ésta sobre su convento, a cambio de cuantos bienes poseían los calatravos en el reino de León, incluida la importantísima fortaleza de Alcántara que el maestre calatravo Martín Fernández había recibido de manos de Alfonso IX un año antes. Otros acuerdos alcanzados en aquella ocasión fueron que la Orden de Pereiro no admitiría como prior a ningún monje, salvo expreso consentimiento; que cuando se verificara la elección de prior, ésta recaería en algún miembro de la casa, de la de Calatrava o de alguna de sus filiales, siempre y cuando no fuera monje; que el maestre de Pereiro asistiría al capítulo en que se procediera a la elección del maestre de Calatrava; y finalmente que el maestre de Calatrava no podría enajenar posesión alguna del Pereiro sin expreso acuerdo de su maestre y convento. Se trataba de un acuerdo convenido y confirmado por el rey de León que convertía al maestre de San Julián del Pereiro, desde entonces también de Alcántara, en el único responsable de una Orden Militar cisterciense en territorio leonés.
No pudo disfrutar mucho Nuño Fernández de su nueva situación. Se sabe que murió en el transcurso de 1219 y su cuerpo fue enterrado en el convento de San Julián del Pereiro.
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Carlos de Ayala Martínez