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María Josefa Bracamonte Portocarrero y Luna

Biografía

Bracamonte Portocarrero y Luna, María Josefa. Condesa de Peñaranda de Bracacamonte (III). Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), 25.III.1623 ant. – ¿Madrid?, IV.1677. Noble.

Hija primogénita de Baltasar Manuel de Bracamonte (muerto en 1668), II conde de Peñaranda de Bracamonte, y de María Portocarrero y Luna (Pacheco y Luna por otras fuentes), hija de los II condes de Montijo.

Tuvo dos hermanas: Teresa Francisca, monja en las clarisas de Nuestra Señora de Constantinopla, en Madrid; y Antonia (muerta el 1 de febrero de 1703), que fue V condesa de Peñaranda de Bracamonte, cuando sucedió a Gregorio Genaro (IV conde de Peñaranda de Bracamonte), su sobrino, muerto sin sucesión legítima (8 de diciembre de 1689). Fue bautizada el 25 de marzo de 1623 en la iglesia de San Miguel de Peñaranda.

Casó con su tío carnal Gaspar de Bracamonte y Guzmán (hermano de su padre Baltasar Manuel), treinta y un años mayor que ella, quien accedió al título de conde de Peñaranda de Bracamonte mediante este matrimonio. Para materializarlo debió solicitarse una dispensa del grado de consanguinidad que fue concedida por Luis de Toral, prior de la catedral de Toledo (1640).

Gaspar fue nombrado por Felipe IV (1642) como plenipotenciario en el conflicto de la Guerra de los Treinta Años, y fue uno de los firmantes de la Paz en Münster (1648). La vida de María siguió el rumbo laboral de su esposo: primero en Madrid, donde fue nombrado consejero de Estado (1645), regidor perpetuo de Ávila (comprado en 1650), fiscal y presidente del Consejo Real de las Órdenes (1651) y presidente del Consejo de Indias (1653). En esos años Gaspar recibió el nombramiento de caballero de la Orden de Calatrava (1654) y procuró aumentar el mayorazgo heredado por su esposa; éste había sido fundado en 1521 por Juan de Bracamonte, y comprendía la villa de Peñaranda —con sus alcabalas y tercias—, casas en Medina del Campo, la villa de Aldeaseca de la Frontera —con sus alcabalas y portazgo—; y La Ventosilla (Bóveda del Río Almar, Salamanca); Gaspar adquirió primero las alcabalas de Cantaracillo y del despoblado de la Cruz (13 de septiembre de 1652) y más tarde la jurisdicción de las villas de Cantaracillo y Bóveda (28 de diciembre de 1662), villas y lugares contiguos al de Peñaranda. Fue la última vez que se añadieron rentas o tierras al mayorazgo de Peñaranda hasta su disolución en el siglo xix.

En 1657, María viaja con su esposo (y otras trescientas personas de “su corte”) a Alemania, al ser nombrado Gaspar embajador para la elección imperial. Luego se trasladan a Italia y pasan una temporada en la Corte papal en Roma antes de seguir camino a Nápoles, ya que Gaspar había sido nombrado virrey (1658-1664); en este tiempo María fue reconocida como “virreina” por el Papa, buen amigo de su esposo. Vivieron ambos con lujo y ostentación en el palacio real napolitano, rodeados de su Corte, y llevaron a cabo una importante labor de mecenazgo y coleccionismo de arte, pues, como dice Ida Mauro, el apoyo financiero del virrey permitió la realización de algunas de las obras maestras del Barroco napolitano.

Otros ejemplos de su admiración por el arte son las pinturas, esculturas, piezas de orfebrería y reliquias comprados por Gaspar y enviados para engalanar varios espacios religiosos de Peñaranda: la iglesia de San Miguel, la capilla de San Antonio en el convento de San Francisco y el convento de las Madres Carmelitas, enteramente fundación de María, que, tras largos años de tramitación, construcción y aderezo, fue inaugurado el 21 de enero de 1664.

En Nápoles nacieron sus dos hijos: Gregorio Genaro de Bracamonte (12 de marzo de 1661-8 de diciembre de 1689), IV conde de Peñaranda de Bracamonte; y un niño, cuyo nombre se desconoce (15 de agosto de 1662), que murió al poco tiempo. Su esposo Gaspar tuvo una hija ilegítima, Juana Clara de Bracamonte (casada con Alonso Márquez de Prado), fruto de la relación extramatrimonial con Isabel de Montalvo.

Terminada la misión en Italia, regresaron a Madrid y Gaspar recibió el título de Grande de España (1667); más tarde fue nombrado plenipotenciario para la paz con Inglaterra (1667), presidente del Consejo de Italia (1671) y miembro de la Junta de Gobierno durante la minoría de edad de Carlos II.

Muerto en 1676, María sólo le sobrevivió unos meses.

Antes de morir ella, tuvo tiempo de conocer la oración fúnebre panegírica que escribió a su marido fray José, lector de Sagrada Escritura en el Colegio de San Elías de Salamanca.

En el convento de las Madres Carmelitas de Peñaranda de Bracamonte, por voluntad propia, reposaron finalmente los restos de ambos esposos.

 

Fuentes y bibl.: Archivio Segreto Vaticano, rev. Reg.

1208; Biblioteca Apostólica Vaticana, Barberini Latini 7609; Biblioteca Nazionale Vittorio Emanuelle II di Napoli, ms. XB13, Giornale Inocenzo Fuidoro; Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, Frías, Peñaranda, legs. 1452-15; 1452-17; 1570-3; 1570-5; 1626-14; 1630-13; 1632-3; 1634-5 y 1637-9; Archivo Diocesano de Salamanca, Libro de Bautizados, 304-4, fol. 33r.; Archivo General de Simancas, Escribanía Mayor de Rentas, Mercedes y Privilegios, leg. 266, fol. 26.

Fray Joseph, Oración primera fúnebre panegírica en la muerte del Excelentísimo Señor don Gaspar de Bracamonte, Conde de Peñaranda, antes de dar sepultura a su cuerpo. Díxola en el religiosísimo Convento de las Carmelitas Descalzas de la villa de Peñaranda, donde se enterró Su Excelencia. El padre Fray Ioseph Descalzo, lector que ha sido de Sagrada Escritura en su Colegio de San Elías de la ciudad de Salamanca. Dedícala el autor a la Excelentísima Señora doña María de Bracamonte y Luna, Condesa de Peñaranda [...], Salamanca, por Eugenio Antonio García 1676; A. y A. García Carrafa, Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos, vol. XVIII, Madrid, Imprenta de Antonio Marzo, 1925; S. de Santa Teresa, Historia del Carmen Calzado, t. X, Burgos, 1942; M. E. Gómez Moreno, La escultura del siglo xvii, en VV. AA., Ars Hispaniae, t. X. Madrid, 1963; A. Casaseca Casaseca, Catálogo monumental del partido judicial de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), Madrid, Ministerio de Cultura, 1984; F. Hernández Méndez, “Historia de la Fundación del Carmelo”, en Boletín Informativo Provincial de los Carmelitas Descalzos de Castilla, 96 (octubre, 1994), págs. 24-29; F. Hernández Méndez, Guía Histórico-Artística. Museo de las Madres Carmelitas de Peñaranda de Bracamonte, Peñaranda de Bracamonte, 1997; L. Vasallo Toranzo, “Esteban de Rueda tras la muerte de Sebastián Ducete”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, 64 (1998), págs. 337-364; La pintura napolitana de Lucas Jordán en el Convento de las Madres Carmelitas de Peñaranda de Bracamonte, Salamanca, 2001(http:// www.fundaciongsr.es/pdfs/carmelitas.pdf); Arte tras muros sosegados. Tramo Primero. Desde la intimidad, catálogo de exposición, Salamanca, 2002; C. Möller Recondo y A. M.ª Carabias Torres, Historia de Peñaranda de Bracamonte (1250-1836), Salamanca, Ediciones de la Diputación-Ediciones Bracamonte, 2003 (http://www.fundaciongsr.es/documentos/historia/default.htm); L. Vasallo Toranzo, Sebastián Ducete y Esteban de Rueda: escultores entre el manierismo y el Barroco, Zamora, Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, 2004; I. Mauro “‘Il divotissimo signor conte di Pegnaranda, viceré con larghissime sovvenzioni’: los fines políticos del mecenazgo religioso del conde de Peñaranda, virrey de Nápoles (1659-1664)”, en Tiempos Modernos. Revista Electrónica de Historia Moderna, 15 (2007) (http://www.tiemposmodernos.org/).

 

Ana María Carabias Torres y Claudia Möller Recondo