Goicoechea de Jorge, Miguel. Alsasua (Navarra), 21.VI.1893 – Pamplona (Navarra), 12.III.1983. Fotógrafo.
De formación autodidacta, es uno de los fotógrafos navarros más notables de la primera mitad del siglo xx. Su interés por la fotografía se inició en Burdeos, ciudad en la que residió temporalmente durante algunos años en torno a 1914. A partir de 1919 se interesó progresivamente por las técnicas pictorialistas, de las que llegaría a ser un consumado maestro. Su adscripción al llamado pictorialismo queda acreditada también por la correspondencia mantenida con figuras de la talla de José Ortiz Echagüe, Pla Janini, conde de la Ventosa... y por su confesada admiración a los pictorialistas franceses Robert Demachy y Constant Puyo.
Entre 1920 y 1940 participó en muchos de los numerosos salones fotográficos de la época, tanto nacionales como internacionales, obteniendo algunos éxitos notables, como la Medalla de Oro lograda en el Salón Español de Fotografía celebrado en Barcelona en 1927. Cautivado desde su juventud por la belleza de las copias fotográficas pigmentarias, cultivó esas técnicas hasta comienzos de los años cuarenta, destacando especialmente en el transporte de tintas, para dedicarse después a una fotografía más directa, en consonancia con la propia evolución del medio, que le llevó a fotografiar en su estudio particular —nunca ejerció la fotografía profesional— a un gran número de las personalidades de Pamplona de los años cincuenta y sesenta.
Desarrolló también, en torno a 1930, una intensa labor teórica, colaborando habitualmente con numerosos artículos en diversas publicaciones del momento, entre las que destacan El Progreso Fotográfico, Foto y Art de la Llum, labor teórica que, al igual que su participación en certámenes, abandonó pronto, durante los años de la Guerra Civil. A lo largo de su dilatada trayectoria fotográfica llama la atención el hecho de que sólo realizara una exposición de su obra, en Valencia, en 1930.
Las fotografías de su primera época son las más notables. Aun siendo deudoras de la estética pictorialista, Goicoechea supo aportarles a menudo una base documental, más dinámica y cercana ya a la instantaneidad, propia de un período más tardío. A pesar de su posterior orientación hacia una fotografía alejada de las tesis pictorialistas, siguió realizando nuevas versiones de sus imágenes pigmentarias más características hasta bien entrados los años setenta, cuando su salud comenzó a deteriorarse.
Bibl.: C. Martín Larumbe, Miguel Goicoechea, tesis doctoral, Pamplona, Universidad de Navarra, s. f. (inéd.); C. Cánovas Ciáurriz, Apuntes para una historia de la fotografía en Navarra, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1989, págs. 56-70; “Miguel Goicoechea de Jorge”, en Gran Enciclopedia Navarra, t. V, Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1990, págs. 365- 366; “Entre dos rupturas”, en Tiempo de silencio, Barcelona, Fundació Caixa de Catalunya, 1993, págs. 13 y 36-39; Miguel Goicoechea: un pictorialista marginal, Bilbao, Ikeder, 1994; “El ámbito común: fotografías de Navarra”, en Signos de identidad histórica para Navarra, Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1996, págs. 452-454.
Carlos Cánovas Ciáurriz
