Utrera y Cadenas, José. Cádiz, 26.XII.1827 – Jerez de la Frontera (Cádiz), 8.V.1848. Pintor.
Desde pequeño fue un niño con una constitución física muy débil, lo que obligó a sus padres, Juan y Dolores, a no ingresarlo en el colegio hasta los seis años de edad, donde tuvo como instructor de educación primaria al maestro Antonio Hurtado. A los doce empezó los estudios de latín y filosofía bajo la dirección de Manuel Bustamante. Sus progresos le llevaron a matricularse en el Colegio de San Bartolomé, centro en el que lograría notas de sobresaliente y emprendería estudios de leyes. Sin embargo, arrastrado por su inclinación a observar los cuadros que veía en las buenas colecciones que entonces había en Cádiz, comenzó a dibujar y copiar objetos y a retratar a sus condiscípulos, afición que le provocó algunas reprimendas de sus maestros pero que llevó finalmente a sus padres a matricularlo en 1840 en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal. Su primer maestro fue José García Chicano, que le instruyó en el dibujo de figura. Allí permaneció como alumno hasta 1846, obteniendo la máxima nota en todas las asignaturas y realizando algunos retratos de buena factura como los de Antonio Calatrava, Juan Junco o el teniente de navío Nicolás Fernández.
En octubre de 1846 marchó a Madrid con el fin de ampliar sus estudios, para lo que se matriculó en las clases de Antiguo y Colorido de la Academia de San Fernando, donde aprendió de profesores como José de Madrazo, Vicente López, Genaro Pérez Villamil o Antonio Esquivel. Pronto se dio a conocer como pintor de retratos realizando, entre otros, el de la Condesa de Montijo, el de Juan Bautista Alonso, diputado a cortes, el de Antonio de Tejada y dos Autorretratos. En la exposición de 1847 que se celebró en el Museo Nacional presentó el cuadro de historia La defensa de Tarifa por Guzmán el Bueno. Esta obra, que despertó el interés de artistas como sus maestros Vicente López o Madrazo, le granjeó una notable celebridad en la prensa madrileña y fue posteriormente adquirida por la reina Isabel II, que la hizo colocar en el Palacio Real de Riofrío. Hoy día se encuentra en el Colegio de María Cristina en El Escorial.
Desgraciadamente, el agravamiento de una enfermedad en el pecho le obligó a regresar a Cádiz en enero de 1848, viéndose precisado incluso a detenerse algunos días en Sevilla antes de llegar a su tierra natal. Aconsejado por los médicos, se trasladó a Jerez de la Frontera, donde a pesar de los cuidados familiares falleció el ocho de mayo con tan sólo veintiún años de edad.
Su prematura muerte privó a la escuela gaditana de un artista que a buen seguro habría elevado su nivel artístico y que podría haber sido autor de una excelente producción, lo que se deduce del análisis de sus escasas obras realizadas, en las que demuestra un oficio impecable, una técnica segura y una personalísima originalidad compositiva.
En 1849 se editó en Madrid una biografía sobre su corta vida, realizada por Basilio Sebastián Castellanos.
Obras de ~: Retrato del arquitecto Juan de la Vega, 1845; Retrato de la Condesa de Montijo, 1846; La defensa de Tarifa por Guzmán el Bueno, 1847; Autorretrato, 1847; Retrato del escultor José de Vilches; Retrato de Juan Junco; Retrato de Antonio Calatrava; Retrato de Francisco López Letona; Retrato de Juan Bautista Alonso; Retrato de Antonio de Tejada.
Bibl.: N. Sebastián Castellanos, Biografía de D. José Utrera y Cadenas, pintor gaditano, Madrid, Imprenta de B. González, 1849; M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, Moreno y Rojas, 1883-1884 (Madrid, Giner, 1975); C. del Toro y Quartelliers, Biblioteca del artista pintor, t. 2, Cádiz, 1901; F. Cuenca, Museo de pintores y escultores andaluces contemporáneos, La Habana, 1923; P. Quintero, “Biografía del pintor gaditano José Utrera”, en Boletín del Museo de Bellas Artes de Cádiz, nº 8 (1924), págs. 110-115; VV. AA, Siglo y medio de arte gaditano (1834-1984), Jerez de la Frontera, Caja de Ahorros de Jerez, 1984; E. Galán, Pintores del romanticismo andaluz, Granada, Universidad de Granada, 1994.
José Antonio Merino Calvo
