Oberá. Paraguay, s. m. s. xvi – f. s. xvi-p. s. xvii. Cacique guaraní.
Vivía al norte del río Jejuí y era el cacique de uno de los pueblos más resistentes a la dominación española. Aunque iniciado en la doctrina cristiana, “se había vuelto a sus antiguos y malos ritos y costumbres”. En 1577, el alcalde mayor de Asunción envió una tropa de treinta arcabuceros al Y eruquisaba para impedir que esa región, todavía fiel a los españoles, cayera en poder de los revolucionarios. En 1579, Juan de Garay dirigió una campaña militar al Jejuí, luego contra los Ñ uará, en el sur del Estado moderno brasileño del Mato Grosso, a fin de poner fin a la rebelión de Oberá y de esa forma poder capturar a aquel mesías guaraní. El levantamiento de Oberá no fue un caso aislado de resistencia contra la conquista española.
Según Bartomeu Meliá, puede considerarse como un paradigma de lo que fueron muchos de los movimientos de liberación guaraní. Martín de Barco Centenera escribió unos versos sobre la historia de Oberá (1602, Canto XX) y gracias a ellos se sabe que dicho cacique pertenecía a uno de los pueblos de indios encomendados a los españoles.
Aquél había escuchado la prédica del clérigo Martín González y con su genial locuacidad se presentaba a su gente como hijo verdadero de Dios, nacido de una virgen, encarnado para la liberación de su pueblo. El movimiento liderado por Oberá se propagó tanto hacia el sur de Asunción, por el Paraná, como por el norte, hacia la cuenca del Y pané, donde estaban los guarambarenses. Con cantos y danzas rituales llamaba a su gente a que se volviera a los montes y ésta, para expresar su reacción contra el sistema colonial, llegó a sacrificar una ternera que luego la quemó en obsequio a Oberá hasta verla convertida en cenizas; las esparcieron al viento queriendo significar con dicha ceremonia que, así como esas cenizas se esparcían por el aire, así habían de acabar ellos a todos los cristianos.
El movimiento mesiánico de Oberá fue sofocado por Juan de Garay con la complicidad de algunos caciques adeptos de los españoles. Aquél logró huir sin dejar rastro; fue entonces cuando, a petición de Garay, los franciscanos Luis Bolaños y Alonso de Buenaventura subieron desde Asunción, río arriba y fundaron reducciones hacia 1582, con indios “pacificados” tras la derrota de Oberá.
Bibl.: P. Lozano, Historia de la Compañía de Jesús de la Provincia del Paraguay, Madrid, 1754-1755; A. R. de Montoya, Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Jesús en las provincias del Paraguay, Paraná, Uruguay y Tape, Bilbao, 1892, 2.ª ed.; N. del Techo, Historia de la Provincia del Paraguay de la Compañía de Jesús, Madrid, 1897; B. Meliá, El Guaraní Conquistado y Reducido, Asunción, Universidad Católica, 1986 (Biblioteca Paraguaya de Antropología, vol. V).
Margarita Durán Estrago