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Andreu Solà i Vidal

Biografía

Solà i Vidal, Andreu. Ripollet (Barcelona), 26.VI.1864 – 25.II.1902. Pintor e ilustrador.

Hijo de Joan y de Adelaida, su padre murió siendo él un niño, y su madre contrajo nuevas nupcias en 1870 con el farmacéutico Baldomero Sales. De adolescente, se interesó por el dibujo y la pintura, desarrollando una técnica excelente para su edad y, en general, un innato sentido para la plástica bidimensional. Formado inicialmente en Sabadell, donde tuvo como maestros a Francesc Soler i Rovirosa y Josep Espinalt, hacia 1880 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona (Llotja), donde tendría como profesores a Caba, Martí i Alsina y Rigalt, entre otros. Tras completar estos estudios (1884), en enero de 1885 se trasladó a Madrid para ampliarlos en la Escuela Especial de Pintura de San Fernando de Alcalá de Henares, donde permaneció hasta marzo de aquel año, y volvió a la capital española en 1887 para estar presente en la Exposición Nacional de Bellas Artes con el óleo Al oscurecer.

En la Primera Exposición de Acuarelas, Dibujos, Pinturas al Óleo y Esculturas del Centro de Acuarelistas de Barcelona, celebrada en el Museo de Martorell (1885), presentó los oleos Efecto de lluvia y Estudio, y en la Exposición Universal de Barcelona (1888) fue galardonado con una medalla de tercera clase por Un paisatge, muestra donde también expuso Collint herba. Aquel mismo año, expuso en una colectiva de la Sala Parés e ilustró con sesenta y nueve dibujos basados en fotografías, una edición por entregas del Dietari d’un Pelegrí a Terra Santa de Jacint Verdaguer, encargo de La Ilustració Catalana, que posteriormente se editaría en formato libro (1889, 1894 y 1941). Solà ya había visto publicada en La Ilustració Catalana su obra Notes d’hivern (1883), y su colaboración en esta publicación se alargará hasta 1893.

En octubre de 1889 va a París, y presenta en la Exposition Universelle Internationale dos paisajes (Deux paysages en el catálogo). Allí contactó y mantuvo relación, entre otros, con Santiago Rusiñol, que llegó a París un mes antes que él. Desde la capital francesa ilustró con Rusiñol Desde París, crónica de Miquel Utrillo para La Vanguardia (28 de diciembre de 1889), e ilustró otra del mismo Utrillo titulada París por dentro (27 de abril de 1890) para el mismo periódico. En mayo de 1890 Solà vuelve definitivamente a su tierra natal, encarrilando a partir de entonces su trabajo pictórico por derroteros temáticamente más convencionales por su proximidad, con paisajes rurales y bucólicos. Obras, algunas de ellas, donde la lánguida y brumosa atmósfera de sus pinturas parisinas parece bañar el mundo rural ripolletense que lo cautivará. Una obra destacable de Solà de aquellos años es Figura femenina en un jardí (1891); en ella se observa un enriquecimiento de la paleta respecto a su obra parisina, fluidificando la pincelada y recreándose en la minuciosa representación de la vegetación urbana otoñal. La temática de esta obra es también afín a iconografias que refieren a la transitoriedad de la existencia humana, la plasmación de un momento concreto, congelando la acción en el momento más evocador del paso inexorable del tiempo, de acuerdo con los parámetros necrofílicos y decadentistas de cierto tipo de modernismo pictórico.

En 1892 presentó Idil·li y Estudi en la Exposició de Belles Arts de Sant Feliu de Guixols, y estuvo presente en algunos de los certámenes barceloneses: en la Primera Exposición de Bellas Artes (1891) presentó L’orfenet y En el bosc, y en la segunda (1894) Tornant de la font y Accidente en la via férrea. En la III Exposición de Bellas Artes é Industrias Artísticas (1896) expuso en la Sala Primera el óleo Apunte, al lado de Pidelaserra, Roig, y un joven Pablo Ruiz Picasso, que presentaba Primera Comunión; en la Sala Cuarta, Solà, presentó Un patio, y en la Sexta, junto a Rusiñol y Regoyos, Cap al tart. Estas dos obras, probablemente, influidas por cierta corriente de pintura plenairista de temática suburbial abanderada por los pintores de la conocida como Colla del Safrá (Mir, Nonell, Pichot, Canals, Gual, Vallmitjana y Sunyer). En la IV Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas (1898), presentó Mitjdiada-La siesta, actualmente en el Museo Nacional de Arte de Catalunya, con la que obtuvo una Mención de Honor. También expuso obra pictórica en la XIV exposición extraordinaria de Bellas Artes (1897) y en la XVII exposición extraordinaria de Bellas Artes (1900), ambas en la Sala Parés.

Con este bagaje, Solà volvió a Madrid para presentar obra en la Exposición Nacional de 1895, donde fue galardonado con una Medalla de Tercera Clase por Tornant de la font, óleo que ya había expuesto en el certamen barcelonés de 1894. Asimismo, en la Exposición Nacional de 1901 obtuvo una nueva medalla por Besties de càrrega.

Aunque no se prodigó demasiado en las publicaciones periódicas de la época, el 22 de septiembre de 1893 verá publicadas reproducciones de algunas obras suyas —La Cita, Les Herbejadores y Estudi— en la sección de notas artísticas de L’Esquella de la Torratxa, así como un autorretrato con un texto satírico suyo alusivo a su personalidad. Desde 1897 hasta 1902 publicó también algunos artículos en la misma revista, así como otro en La Campana de Gràcia.

En general, Solà basculó durante su trayectoria entre incipientes posiciones de vanguardia adquiridas en su estancia en París, y un cierto acomodo con obras más complacientes con cierto gusto de la época, aproximándose a un tipo de anecdotismo rural un tanto idealizado y bucólico, virando hacia cierto naturalismo pictórico en algunos de sus trabajos. Degasiano en su tenue impresionismo de la etapa parisina, fue el primer artista catalán en ofrecer la imagen gris e idealizada de París, ya fuere con los ya referidos dibujos para La Vanguardia, o con óleos como Notre Dame de Paris des del Quai de la Tournelle (1890), una de sus obras más logradas y representativas de aquella estancia. Solà fue un fugaz pionero en ofrecer desde sus pinturas y dibujos parisinos la típica y tópica imagen del París de finales del siglo XIX, temáticas que Casas y Rusiñol abanderaran tras él.

 

Obras de ~: Notes d’hivern, 1883; Efecto de lluvia, 1885; Estudio, 1885; Al oscurecer, 1887; Collint herba, 1888; Paisatge, 1888; Paysage, 1889; Paysage, 1889; Notre Dame de Paris des del Quai de la Tournelle, 1890; Paisaje de París, 1890; Moll del Sena, c. 1890; La pallejana, 1890; El nen del cantir, 1890; Autorretrato,  c. 1890; Retrato de Adelaida Vidal Ros,  c. 1890; Molí d’en Buxó, c. 1890; Carrer de la Palma, c. 1890; Creu de terme, c. 1890; Font de Can Tiana, c. 1890; Figura femenina en un jardí, 1891; Desengany, 1891; L’orfenet, 1891; En el bosc, 1891; La Cita, c. 1892; Les Herbejadores, c. 1892; Estudio, 1892; Idil·li, 1892; Tornant de la font, 1894; La nena de les oques, c. 1894; El pintor pintant, c. 1894, El pintor amb els nens, c. 1894; Accidente en la vía férrea, 1894; Cap al tart, 1896; Apunte, 1896; Un patio, 1896; Racó amb finestra gótica, c. 1896; Figura de noia, c. 1896; Garberes, 1897; La tertulia del rector, 1898; Mitjdiada-La siesta, 1898; Paisaje de Ripollet, c. 1898; Besties de càrrega, 1901; Torrent, 1901; El bressol buit, 1902; El pastoret, 1902; Tardor, s. f.; Desencant, s. f. Dibujos e ilustración literaria: Notes d’hivern (reprod.), en La Ilustració Catalana, 1883; J. Verdaguer, Dietari d’un Pelegrí a Terra Santa, en La Ilustració Catalana, 1888; [Dibujos parisinos], en La Vanguardia, 1889-1890; Autorretrato, en L’Esquella de la Torratxa, 1893.

 

Bibl.: VV. AA., Catálogo de la Primera Exposición General de Bellas Artes de Barcelona, Barcelona, Ayuntamiento Constitucional, 1891; VV. AA., Catálogo de la segunda Exposición General de Bellas Artes, Barcelona, Ayuntamiento Constitucional, 1894; VV. AA., Catálogo de la III Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas, Barcelona, Ayuntamiento Constitucional, 1896; VV. AA., Catálogo de la IV Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas. Catálogo ilustrado, Barcelona, Ayuntamiento Constitucional, 1898; J. F. Rafols, Diccionario Biográfico de Artistas Catalanes desde la época romana hasta nuestros días, Barcelona, Millá, 1951, 3 vols.; J. A. Maragall, Història de la Sala Parés, Barcelona, Selecta, 1975; R. Casas, S. Rusiñol, M. Utrillo, Viatge a París, Barcelona, La Magrana, 1980; F. Fontbona y F. Miralles, “Del Modernisme al Noucentisme 1888-1917”, en Historia de l’Art Català, vol. VII, Barcelona, Edicions 62, 1985; S. Flaquer y M. T. Pagés, Inventari d’artistes catalans que participaren als salons de París fins l’any 1914, Barcelona, Diputació de Barcelona-Biblioteca de Catalunya, 1986; J. de C. Laplana, Santiago Rusiñol, el pintor, l’home, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1995; A. Montmany, T. Coso y C. López, Repertori de catálegs d’exposicions col·lectives d’art a Catalunya (fins a l’any 1938), Barcelona, Institut d’Estudis Catalans, 2002; VV. AA., Catálogo de la exposición Andreu Solà 1863-1902. Després de l’oblit, Ripollet (Barcelona), 2003.

 

Xavier Soler Àvila