Quiñones y Cortés, Catalina de. Condesa de Luna (VI). León, 1557 – 1574. Noble.
Hija y heredera del conde de Luna, Luis Vigil de Quiñones Pimentel, y de su primera esposa, María Cortés, era nieta de Hernán Cortés, conquistador de México. A la muerte de su padre pasó a heredar el estado de Luna, la principal Casa nobiliaria leonesa del momento.
Las ausencias de su progenitor, comprometido en asuntos de la Corte, y el fallecimiento en el momento del parto de su madre, María Cortés, le causaron cierto desarraigo. De hecho, el reconocimiento de la validez y calidad de Catalina como heredera de la Casa de Luna no se realizó por su padre, sino por el mayordomo del conde, Diego Ramírez de Quiñones.
Bajo la tutela de Juan de Gavilanes, Catalina se educó en Madrid, en el Convento de la Concepción Jerónima, donde residió hasta su desposorio con el hijo del conde de Benavente. El fallecimiento de su padre la convirtió en VI condesa de Luna en 1569, surgiendo, por motivos de herencias, tempranos conflictos con su madrastra, Francisca de Beaumont, y su medio hermana María, futura marquesa de Astorga y condesa de Treviño en virtud de sus sucesivos matrimonios.
Esta tensa situación obligó a la nueva señora de Luna y a su esposo, Juan Alfonso Pimentel, a residir gran parte de su tiempo en la ciudad de León, cabecera de sus estados, desde el mismo instante en que se celebró su matrimonio (1570), momento en el que se reemprendieron las obras de acondicionamiento del palacio de Palat de Rey.
Fruto de estos enfrentamientos fue el inventariado de todos los bienes muebles e inmuebles de la casa condal, así como el abandono de León por parte de la condesa viuda, Francisca de Beaumont, y la separación entre ambas hermanas, María y Catalina de Quiñones, que gozaba de la total protección y amparo de la poderosa estirpe Pimentel de Benavente.
En las capitulaciones matrimoniales con su nuevo esposo se había negociado que don Juan, conde de Mayorga y segundogénito de la Casa de Benavente, adoptara el apellido, voz y armas de Quiñones. Sin embargo, el tiempo acabó por convertirle en heredero de los estados paternos, circunstancia a partir de la cual se unieron definitivamente ambos linajes y estados.
Juan Alfonso Pimentel, conde de Luna iuri uxoris entre 1570 y 1574, y conde duque de Benavente a partir de 1576 por derecho propio, fue uno de los personajes más relevantes de su tiempo. Alcanzó las dignidades y cargos de virrey y capitán general de Valencia, virrey de Nápoles, maestre de campo, consejero de Estado y presidente del Consejo de Italia durante el reinado de Felipe III.
Del matrimonio entre Catalina de Quiñones Cortés y Juan Alfonso Pimentel nacieron varios hijos, entre ellos María, cuyo parto, en 1574, causó la muerte de la condesa, y el sucesor, Antonio Alonso Pimentel de Quiñones, quien desde la muerte de su madre aparece en la documentación con el título de conde de Luna, no en vano será la merced que portarán los primogénitos de la casa de Benavente a partir de entonces.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Provincial de León, cajas 1, 4, 7; Archivo de los Condes de Luna, docs. 601, 603-608, 611-617, 624-634, 655, 661 y 665.
A. López de Haro, Nobiliario genealógico de los reyes y titulos de España, I, Imprenta de Luis Sánchez, Madrid, 1622, págs. 134-135 y 452; M. Simal López, Los condes-duques de Benavente en el siglo XVII. Patronos y coleccionistas en su villa solariega, Benavente, Centro de Estudios Benaventanos, 2002, págs. 33-55; M. Torres Sevilla-Quiñones, Estudio histórico del palacio de los Quiñones condes de Luna y su entorno urbano palatino, León, Universidad, 2008.
Margarita Torres Sevilla-Quiñones