Ruiz de Berecedo, Francisco. Concepción (Chile), 1674 – Santiago de Chile (Chile), 3.III.1752. Oidor honorario de Santiago de Chile.
Hijo del capitán Juan Alonso Ruiz de Berecedo, natural del Valle de Valdivieso en las Montañas de Burgos, y de Juana Alemán y Pozo y Silva, natural de Concepción en el Reino de Chile.
Estudió siete años Filosofía y Teología en el Colegio de la Compañía de Jesús de Santiago de Chile, hasta alcanzar la borla doctoral en Teología. Pasó luego a Lima y allí fue colegial del Real de San Martín, graduándose de licenciado en Leyes por la Universidad de San Marcos y en ella leyó la cátedra de Instituta y regentó la de Prima de Leyes.
Fue recibido como abogado por la Real Audiencia de Lima y más tarde, ya de regreso en Chile, también fue recibido por la Real Audiencia de Santiago (1699), donde mantuvo estudio abierto. El presidente Francisco Ibáñez de Peralta lo nombró provisoriamente para que sirviera el empleo de protector general de naturales del reino (20 de enero de 1707) y después de un largo pleito con el oidor Juan del Corral Calvo de la Torre fue confirmado en dicho oficio (12 de enero de 1710), del que obtuvo real confirmación “con el renombre de protector fiscal y el mismo asiento, honras y privilegios que tiene mi fiscal de esa Audiencia (10 de junio de 1713) y siete años más tarde se le despachó título de protector fiscal de naturales del distrito de la Real Audiencia de Santa Fe (22 de agosto de 1720), para ocupar la vacante por ascenso de don José de Costilla a la fiscalía de dicho tribunal, pero rehusó esta plaza y permaneció en Santiago de Chile.
Pocos años después se le libró título de protector fiscal de naturales del distrito de la Real Audiencia de Lima (15 de octubre de 1723), vacante por ascenso de don Tomás Brun a una alcaldía del crimen, pero representó al rey esta designación por falta de salud y renunció a ella. Por esta época, mediante agentes en la corte, trataba de obtener una plaza en la audiencia de Santiago de Chile, pero no le fue posible por su “impedimento de patricio” y sólo consiguió que fuera el primer letrado agraciado con los honores de oidor de ella (22 de enero de 1728), de los que gozaría hasta su muerte, época en la que gozaba de una regular fortuna, dentro de la cual se hallaban las casas de su morada, que lindaban de frente a la calle Real y a una cuadra y media al sur de la plaza mayor de la ciudad de Santiago, y una importante biblioteca, que legó a su sobrino el obispo Manuel de Alday y Aspee, cuyos libros serían años más tarde la base de la biblioteca de la catedral de Santiago y cuyos volúmenes se conservan hasta el día en el Museo del Carmen de Maipú.
Contrajo un primer matrimonio (1701) con Gerónima del Castillo y Ureta, hija del maestre de campo Francisco del Castillo y de Lucía de Ureta, y un segundo enlace con Bernarda Martínez de Aldunate y Barahona, sobrina de su primera mujer y hermana de Domingo Martínez de Aldunate, oidor de la Real Audiencia de Santiago de Chile.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 181; Lima, 789; Archivo Nacional Histórico de Chile, Escribanos de Santiago, 637, 638, 639, 693, 701, 711, 911; Real Audiencia, 12, 482, 2.038, pza. 2, 2.106, pza. 12.
H. Aránguiz Donoso, “Notas para el estudio de la biblioteca del obispo de Santiago don Manuel de Alday (1712-1788)”, en Anuario Histórico-Jurídico Ecuatoriano, V (1980), págs. 625-653; J. Barrientos Grandon, “El derecho común ante la Real Audiencia de Chile en un alegato del siglo XVIII”, en Revista Chilena de Historia del Derecho, 15 (1989), págs. 105-116; J. Barrientos Grandon, La cultura jurídica en el reino de Chile, Santiago de Chile, Universidad Diego Portales, 1992, págs. 227-283.
Javier Barrientos Grandon