Torres y Ruiz de Rivera, Miguel de. Marqués de Matallana (III). Segovia, 2.X.1738 – Madrid, 11.I.1817. Diplomático.
Hijo de Rodrigo de Torres y Morales, I marqués de Matallana, teniente general de la Armada, consejero de Indias, y de Isabel Cayetana Ruiz de Rivera (México, 1704), ingresó muy joven en la Orden de Calatrava (22 de agosto de 1747). De la primera parte de su vida se sabe muy poco: se dedicó a los negocios, tomó parte en la creación del Banco de San Carlos (1782), de la que fue accionista y director. Entró en la carrera diplomática el 18 de junio de 1783 cuando fue nombrado ministro plenipotenciario en la Corte de Parma, adonde llegó el 8 de noviembre. Trasladado a Nápoles como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario (8 de agosto de 1790), se despidió el 20 de septiembre y llegó a su nuevo destino el 16 de noviembre, teniendo su primera audiencia al día siguiente, en vísperas de una corta estancia en España. Otra vez en Nápoles en abril de 1791, se encontró pronto en una situación muy difícil: las tensas relaciones entre los reyes de España y de las Dos Sicilias se acrecentaban con las intrigas de la marquesa de Matallana contra la reina de Nápoles. Pretextando problemas de salud, el marqués solicitó (4 de agosto de 1793) y obtuvo (30 de agosto) una licencia para España donde desembarcó el 14 de enero de 1794. El 4 de septiembre de 1795 fue elegido como embajador en Venecia, pero antes de emprender el viaje, la marquesa, implicada en el complot de Malespina, fue detenida (1 de diciembre) y confinada en el convento de Monterrey en Galicia. El 22 de abril de 1796 fue desterrada a Italia con prohibición de residir con su marido mientras éste desempeñara cargos oficiales. La marquesa salió el 25 de abril para Barcelona donde su marido y sus hijas se reunieron con ella, embarcándose todos el 2 de junio. Llegados el 27 a Génova, prosiguieron el viaje juntos hasta Padua. Allí se quedó la marquesa, continuando su marido su camino hacia Venecia, en la que entró el 25 de julio y presentó su credenciales el 27 de agosto.
Tras la ocupación de la ciudad por las tropas francesas (16 de mayo de 1797), Matallana marchó a Parma en agosto. Desde allí rehusó la embajada de Rusia y solicitó su jubilación, con el fin de reunirse con su esposa (30 de noviembre). Aceptada su dimisión, se le concedieron los honores y sueldo de consejero de Estado, pero con la condición de vivir fuera de España (15 de enero de 1798). Los marqueses se quedaron varios años en Italia (Bolonia, Venecia, Trieste, Palermo), hasta el regreso de Fernando VII que puso término a su exilio. Desembarcaron en Barcelona el 27 de julio de 1814 y se instalaron en Madrid. Matallana había casado en Madrid en 1771 con María Fernanda O Connock y Magenise (1756-1838), de familia irlandesa, dama de María Luisa (1795), naciendo de este enlace Pedro (1773), Margarita, Tomasa y Josefa.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Dirección General del Tesoro, invent. 16, g. 22, legs. 51, 52; Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 3440; Órdenes Militares, Calatrava, exps. 2622 y 2623.
D. Ozanam, Les diplomates espagnols du xviiie siècle, Madrid- Bordeaux, Casa de Velázquez-Maison des Pays Ibériques, 1998.
Didier Ozanam
