Adelelmo de Burgos, San. San Lesmes. Loudun (Francia), p. s. xi – Burgos, 28.I.1097. Monje benedictino (OSB) y fundador del monasterio de San Juan de Burgos.
La fuente primordial para el conocimiento de la vida de san Lesmes (Adelelmus en latín) es la biografía que escribiera hacia 1102-1104 Rodulfo, un monje de Casa Dei llegado expresamente a San Juan de Burgos para tal fin, recogiendo información de quienes le trataron en vida en ambos cenobios. Se ha conservado en dos recensiones, una breve y otra larga, y a pesar de lo que opinan recientes investigadores, se cree que ambas han salido de la pluma de Rodulfo o, al menos, la versión breve es una adaptación antigua con fines litúrgicos y no obra de Tamayo de Salazar en 1651.
Se desconoce el año exacto de su nacimiento, pero se sabe que vino al mundo en la villa de Loudun, entre Poitiers y Angers, en el seno de una familia bien acomodada. En su juventud cursó estudios eclesiásticos, pero decidió enrolarse un tiempo en la milicia, se ignora bajo qué bandera, hasta que, a la muerte de sus padres, distribuyó todos sus bienes entre los pobres y marchó en peregrinación a Roma.
En el camino hacia la Ciudad Eterna se encontró con Roberto de Turlande, fundador en 1043 del monasterio de Chaise-Dieu en Auvernia, quien quiso retenerlo en su comunidad. Pero Lesmes, empeñado en visitar Roma, le prometió que a su vuelta ingresaría en su abadía, lo que, efectivamente, hizo después de dos años de estancia en Roma, dedicado a la atención de pobres y peregrinos.
Ordenado subdiácono y diácono, llegó a conocimiento de Lesmes que el obispo que le había conferido las órdenes estaba acusado de simonía, por lo que no quiso ejercer el ministerio hasta que otro obispo validara las órdenes recibidas y le confiriera el presbiterado. Después de esto, fue elegido abad de Chaise-Dieu en 1077, pero a los dos años presentó su dimisión, alegando su mucha edad, sus achaques y su falta de formación. Volvió entonces a llevar una vida retirada como simple monje, pero su fama de santidad había traspasado las fronteras y llegó hasta la reina de Inglaterra, al decir de su biógrafo, y a la reina Constanza de Castilla. De origen borgoñés, Constanza había llegado a Castilla a finales de 1079 para contraer matrimonio con el rey Alfonso VI, pero entre los miembros del séquito de la reina figuraba una hermosa dama que atrajo la atención del Monarca, quien la convirtió en su amante. Es posible que cuando Constanza, en carta a Lesmes, urja a su venida para verse libre de los pecados que la acechan, esté pensando en la irregular situación de su marido, que llegaría a provocar las iras del Papa.
Se ignora si Lesmes y Constanza se conocían con anterioridad, pero el caso es que el monje no puso impedimentos para venir a Castilla con permiso de su abad, a ocultas, eso sí, de sus hermanos monjes para que no le estorbaran en sus propósitos.
Es discutida la fecha en que Lesmes llegó a la Corte castellana; para el padre Flórez debió de ser antes de la toma de Toledo, pero autores más modernos colocan esta venida con posterioridad a 1085. Lo cierto es que acompañó a los reyes en sus desplazamientos durante algún tiempo y consta que estuvo con ellos en Toledo, hasta que decidió retirarse a un pequeño monasterio que le fue donado por Alfonso VI el 3 de noviembre de 1091, poco antes de la muerte de la reina Constanza. Se trataba del cenobio de San Juan Bautista, a las afueras de la ciudad de Burgos, junto al río Vena, al que en época indeterminada se le unirá la capilla de San Juan Evangelista, núcleo de la futura parroquia de San Lesmes, dependiente de los monjes. La concesión se hace a Dios y a san Roberto de Casa Dei (muerto en 1067), por lo que la nueva comunidad será francesa y filiación de Chaise-Dieu, no sin que esta situación creara numerosos problemas, hasta su incorporación a la congregación benedictina de San Benito de Valladolid en 1436. Junto al monasterio, el Rey dona un pequeño coto, un horno y un molino y los derechos reales en la villa de Cótar, al mismo tiempo que declara su inmunidad. Se trata, pues, de un patrimonio modesto, acorde con el estilo de vida que Roberto había impuesto en Chaise-Dieu y del que Lesmes era ferviente partidario.
El biógrafo de Lesmes nada cuenta sobre la vida que éste llevaba en el monasterio, pero cabe suponer que copiara los usos de su abadía de profesión, aunque la cercanía a la ciudad de Burgos y al camino de Santiago obligaran a los monjes a actividades pastorales desconocidas en la casa madre. Es posible que Lesmes se dedicara a la atención de pobres y peregrinos, pues la capilla de San Juan Evangelista estaba destinada a su enterramiento por voluntad real, pero se desconoce la fecha exacta de la fundación del hospital que posteriormente haría célebre al monasterio.
Lesmes enfermó gravemente a finales de enero de 1097. Su biógrafo describe un cuadro típico neumónico.
Fue asistido en sus últimos momentos por Pedro, obispo de Pamplona. Su muerte provocó una gran manifestación de duelo de todo el pueblo de Burgos. En cuanto al año del fallecimiento no parece que pueda caber duda, pues un documento del 10 de marzo del mismo año 1097 cita a Esteban como prior del monasterio de San Juan, cargo que ocuparía presumiblemente Lesmes. En cuanto al día, la Vita en su versión larga revela que fue sepultado el 30 de enero, después de tres días de exequias. En este caso hay que afirmar que murió seguramente el 28 de ese mes, aunque su fiesta litúrgica se haya celebrado siempre el día de su depositio. Fue enterrado en el interior de la capilla de San Juan Evangelista, a la derecha de la puerta, y su cuerpo se trasladó hacia 1380 al centro de la iglesia, donde en 1593 se levantó un suntuoso mausoleo. El culto a san Lesmes ha estado siempre restringido a la ciudad de Burgos, que le tiene por patrón.
Bibl.: E. Flórez, España Sagrada, vol. XXVII, Madrid, Antonio Marín, 1772, cols. 174-196; págs. 832-866; L. Serrano, El obispado de Burgos y Castilla primitiva, vol. II, Madrid, Instituto Valencia de Don Juan, 1935, págs. 408-409; F. J. Peña Pérez, Documentación del monasterio de San Juan de Burgos (1091-1400), Burgos, Fuentes Medievales Castellano-leonesas 1, 1984, págs. 3-10; El monasterio de San Juan de Burgos (1091-1436). Dinámica de un modelo cultural feudal, Burgos, Monografías de Historial Medieval Castellano-leonesa 3, 1990, págs. 57-71; S. López Santidrián (dir.), San Lesmes en su tiempo, Burgos, Facultad de Teología, 1997.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB