Gumiel, Juan de. Gumiel de Hizán o Gumiel de Mercado (Burgos), p. t. s. xv – Valladolid, 1.V.1465. Prior benedictino (OSB) del monasterio de San Benito de Valladolid.
De los primeros años de la vida de Juan de Gumiel nada se sabe; siguiendo la costumbre del monasterio de San Benito de Valladolid, donde ingresó en fecha desconocida, cambió sus apellidos por el nombre de su pueblo natal, ignorándose de cuál de los dos de este nombre, sitos en la provincia de Burgos, procedía.
En 1449 era ya sacerdote y mayordomo de San Benito, cargo con el que acompañó a su antecesor, el prior fray García de Frías, al monasterio de San Juan de Burgos en 1449. En noviembre de 1450 fue enviado al monasterio de Sopetrán (Guadalajara) para preparar su integración en la reforma vallisoletana, y a la muerte de fray García de Frías, en 1451, fue elegido prior de San Benito de Valladolid, siendo el último de los que ocuparon este cargo a perpetuidad.
Muy amigo del cardenal dominico fray Juan de Torquemada, fue nombrado por el papa Pío II en 1460 reformador del convento dominico de San Pablo de Valladolid. También por autoridad pontificia hubo de encargarse de la reforma del monasterio cisterciense femenino de San Quirce de Valladolid, a partir de 1461. Pero, lógicamente, donde la labor reformadora de fray Juan cosechó mayores frutos fue entre los monasterios de su propia Orden. Logró implantarla en la abadía de San Salvador de Oña (Burgos) entre 1451 y 1455, y en 1453 en su priorato de Santo Toribio de Liébana (Cantabria). En 1456 tomó personalmente posesión del monasterio de Santa María de Sopetrán (Guadalajara) en presencia de su patrono, Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana. En 1458 hizo lo propio con el monasterio de San Miguel de Zamora, adonde se habían trasladado los monjes de Calabazanos (Palencia). Muy reñida fue la implantación de la reforma en el monasterio de Nuestra Señora de El Bueso (Valladolid), un pequeño cenobio regido por ermitaños que se disputaron dominicos y benedictinos y que en 1463 fue definitivamente agregado a los monjes negros.
Sin llegar a incorporarlas a la naciente Congregación de San Benito de Valladolid, fray Juan de Gumiel se interesó por la reforma de las monjas y logró en 1464 que las benedictinas de San Salvador de El Moral (Palencia) aceptaran la observancia vallisoletana.
El gobierno de fray Juan, quizás por excesivamente riguroso, no fue del agrado ni de sus propios monjes; la forma que tenía de implantar la reforma iba en detrimento de la hacienda de su monasterio y reducía drásticamente el número de sus monjes, a quienes se encomendaba introducir la reforma en los monasterios que a ella se adherían por grado o por fuerza. A su muerte, los monjes de San Benito de Valladolid, apoyados por los de los otros monasterios reformados, obtuvieron del papa Pío II la supresión de la perpetuidad del cargo prioral, que pasó a ser trienal.
Bibl.: E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid, I. Los priores (1390-1499), Burgos, Aldecoa, 1973, págs. 121-147.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB
