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Domingo Ambrosio de Aguirre y Aguirre

Biografía

Aguirre y Aguirre, Domingo Ambrosio de. Gamarra Mayor (Álava), 7.XII.1783 – 24.XI.1857. Presbítero, fundador del Seminario de Vitoria y benefactor.

Hijo de Silvestre de Aguirre y de Rosa Joaquina de Aguirre, fue bautizado en la parroquia de la Anunciación de Nuestra Señora de dicho pueblo. Sus padres le dieron esmerada educación. Estudió Gramática y Filosofía y cursó dos años de Derecho en la Universidad de Zaragoza, siguiendo más tarde la carrera sacerdotal, que concluyó en el Obispado de Calahorra.

Nombrado párroco de la villa alavesa de Mendívil, tuvo —a finales de 1807— un grave tropiezo con una columna francesa que atravesaba el lugar, no tardando, al iniciarse la Guerra de la Independencia, en ganarse la animosidad de los invasores y del general Bouquet, jefe de policía de la provincia. Acusado de formar parte de una partida de guerrilleros, fue perseguido y encarcelado. Consiguió, no obstante, huir y refugiarse en Cádiz, donde embarcó para La Habana.

En Cuba fue muy bien acogido por las autoridades eclesiásticas, y durante muchos años desempeñó una capellanía de oratorio y su curato. Su labor en esta tierra fue inmensa; contribuyó en gran medida al desarrollo sanitario (hospitales, casas de beneficencia, de expósitos, cuidó de los afectados por el cólera o por los terremotos, que destruyeron pueblos enteros, proporcionó al Ayuntamiento de La Habana máquinas para el riego y barrido de las calles, etc.), económico (dedicándose a la agricultura en gran escala, convirtiendo infértiles terrenos en hermosos campos, con cuyos beneficios contribuyó a la regeneración de la isla), y cultura (instalando una gran biblioteca en la casa de expósitos, dotada de obras españolas y francesas de las más selectas materias).

Estimado por todos, por sus méritos y capacidad para resolver las más difíciles e importantes cuestiones, desempeñó varios cargos y obtuvo grandes mercedes y distinciones, entre ellas la Cruz de Distinción de la Casa de Maternidad de La Habana, y se le nombró caballero de la Orden de Carlos III y auditor honorario de la Rota Romana.

En 1843, poseedor de una respetable fortuna, regresó a España; ya en Vitoria, favoreció con largueza a la Real Junta de la Diputación de Pobres de Vitoria, a la iglesia de Mendívil y a la de su lugar de nacimiento.

Creó en Álava, no sin trabajo, una sociedad de seguros de cosechas, denominada “El Iris”, y consiguió traer al Hospicio a las Hermanas de la Caridad, creando allí una escuela de niñas.

Por aquellas fechas, la casi totalidad de los centros de cultura de Vitoria había desaparecido, bien por falta de recursos, bien por los errores cometidos por el Gobierno de Madrid. La Real Sociedad Vascongada de Amigos del País (fundada en 1765) languidecía; el Seminario de San Prudencio estaba muerto por falta de recursos; cerradas, desde 1834, las cátedras de los conventos de Santo Domingo y San Francisco; la Universidad trasladada a Oñate, etc., quedando desposeída la ciudad de centros docentes donde iniciarse al estudio, se debían cursar las carreras literarias y, en especial, el sacerdocio, fuera de la misma y a costa de cuantiosos desembolsos.

No le bastó desprenderse de su fortuna; hubo de vencer innumerables obstáculos y contrariedades.

Finalmente, el 11 de julio de 1853 (sábado), Aguirre otorgaba —ante el escribano Telesforo de Nestares— la escritura de fundación de un seminario en Vitoria, con el título ad perpetuam, instalado en el mismo edificio que anteriormente ocupara la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. Gracias al esfuerzo del presbítero León Valencia se conserva el discurso pronunciado ante el obispo de Calahorra y La Calzada, Cipriano Juárez y Berzosa, y las autoridades locales de Vitoria: “[...] Que las puertas de este seminario se abran pronto a la juventud que anhelosa desea entrar por ellas a recibir la instrucción que la prepara para el sacerdocio. He aquí mi más ardiente esperanza y por lo que he suspirado incesantemente mi vida entera [...].” Por Real Orden de Su Majestad Isabel II obtuvo la aprobación de este instituto (27 de septiembre de 1853, domingo).

Sin haber visto concluida su obra, expiró a las seis de la tarde el domingo, 24 de noviembre de 1857, en la casa número 69 de la calle de la Cuchillería de Álava. El pueblo en masa, las autoridades locales y representaciones de diversas entidades culturales y benéficas acudieron al sepelio, quedando su cuerpo custodiado en el cementerio de Santa Isabel hasta el 25 de febrero de 1859 (miércoles) en que fueron depositados —por Real Orden— al pie del altar de la Inmaculada Concepción de María Santísima de la capilla del seminario, bajo una losa de mármol negro en que se lee la siguiente inscripción: “Aquí yace el Ilmo. Sr. Don Domingo Ambrosio de Aguirre, presbítero, Auditor honorario del Tribunal de la Rota, Caballero de la Real y distinguida Orden de Carlos III y fundador de este Seminario eclesiástico de Aguirre, que falleció el 24 de noviembre de 1857”.

Tras el óbito, la testamentaría encargó al escultor Carlos Imbert la elaboración de tres bustos —partiendo de la mascarilla obtenida directamente del cadáver—, posteriormente guardados en sendas urnas de cristal. Actualmente se conservan en la provincia de Álava (capilla del Palacio de la Diputación, Patronato de Sangre y Seminario de Aguirre).

 

Fuentes y bibl.: Biblioteca del Hogar Vasco (Madrid).

J. M. Laredo, Biografía de D. Domingo Ambrosio de Aguirre, Lirio, 1845-1846; R. Ortiz de Zárate, Reapertura del Seminario eclesiástico de Aguirre (Domingo), Vitoria, Iruac Bat, 1867; E. Urrutia, “Domingo Ambrosio de Aguirre”, en Euskalerriaren Alde. Revista de Cultura Vasca (Bilbao), 1924; VV. AA., Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, San Sebastián, Auñamendi, 1970 y 1977; B. B. Cantón, M.ª N. Díaz y M.ª C. de Pablo, Enciclopedia Biográfica Gizonak. Los Forjadores de Euskal-Herría, San Sebastián, Sendoa, 1991.

 

Fernando Gómez del Val