Pignatelli y Rubí, Cayetano. Marqués de Rubí (III). Barcelona, 12.X.1730 – ?, f. s. XVIII-p. s. XIX. Teniente general y consejero de Guerra.
Hijo de Francisco Pignatelli y Aymerich, comendador de Belvis y Navarra en la Orden de Alcántara, capitán general de la costa de Granada, embajador de España en Francia, y de María Francisca de Rubí y Corbera, marquesa de Rubí. Su abuelo paterno, Domingo Pignatelli, marqués de San Vicente, fue capitán general de Galicia, embajador en Dinamarca y teniente general. Recibió merced de hábito de caballero de la Orden de Alcántara en 1752.
Ingresó en el Ejército a una edad muy temprana, en marzo de 1746, como cadete del Regimiento de Dragones de la Reina, marchando a Italia junto al marqués de la Mina, comandante del Ejército español, que lo eligió como ayudante de campo suyo. En mayo de 1746 ya había ascendido directamente, sin pasar por los grados inferiores del escalafón, al rango de teniente coronel del Regimiento de Infantería de Zamora y en junio de 1749 alcanzó el grado de coronel de los Reales Ejércitos. Aquel mismo año marchó junto a su padre a la embajada de Francia y en 1752 fue nombrado coronel del Regimiento de Infantería de Nápoles. Ascendido a brigadier en la promoción general de 1760 y a mariscal de campo en la de 1763 fue destinado a su tierra natal, a Cataluña, a petición propia. Sin embargo, permaneció allí durante poco tiempo, pues en noviembre de 1764 fue enviado a Nueva España formando parte de la expedición de Juan de Villalba, que había sido designado para reorganizar el Ejército regular y las milicias de aquel Reino. En agosto de 1765 Carlos III nombró al marqués de Rubí como inspector de los presidios de las fronteras de Nueva España, y en septiembre de 1772, después de varios años de trabajo, junto con el ingeniero Nicolás de Lafora, redactó su dictamen final para mejorar la defensa de aquel Reino. Por encargo suyo Nicolás Lafora diseñó un mapa de la frontera del virreinato de Nueva España. Ascendido a teniente general en la promoción de 1 de abril de 1770, fue nombrado comandante segundo de Madrid y consejero del Consejo de Guerra en abril de 1784. En septiembre de 1788 mantuvo un duro enfrentamiento con el conde de Floridablanca cuando se negó a marcharse a la embajada en Prusia para la cual habría sido nombrado con el fin de alejarlo de la Corte, pues por entonces era considerado como el líder del partido aragonés, opositor del ministro murciano. No sólo se negó a marchar a Berlín, sino que en protesta por el nombramiento dimitió de sus cargos de consejero de Guerra y comandante de Madrid. Detenido de inmediato fue procesado y hecho prisionero en la ciudadela de Pamplona hasta el día 11 de junio de 1789. Juzgado por una junta integrada por inspectores generales y por ministros de los Consejos fue reintegrado en su grado de teniente general tras reconocer esa junta que el Rey no podía obligar a nadie a cumplir una misión en contra de su voluntad. En febrero de 1795 fue nombrado capitán general de las costas y Ejército de Andalucía, cargo del que dimitió en noviembre de aquel mismo año.
Obras de ~: Dictamen del marqués de Rubí sobre los presidios de las fronteras internas de la Nueva España, dirigido a Julián de Arriaga, Barcelona, 23 de mayo de 1772 (ms.).
Bibl.: J. A. Escudero, “La dimisión del marqués de Rubí (Consejo de Ministros y Juntas Especiales en el reinado de Carlos III)”, en Anuario de Historia del Derecho Español, L (1980), págs. 815-831; F. Andújar Castillo, Consejo y Consejeros de Guerra en el siglo XVIII, Granada, Universidad, 1996.
Francisco Andújar Castillo
