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Timoteo Marquina Pardo

Biografía

Marquina Pardo, Timoteo. Villímar (Burgos), 24.I.1932 – Burgos, 8.VIII.2003. Fraile paúl (CM), filólogo y poeta.

Ingresó en la congregación de los misioneros paúles en 1950, tras haber realizado los estudios de Humanidades en el colegio que regentaban los mismos padres paúles en Tardajos (Burgos). En 1958 fue ordenado sacerdote y enviado a Londres, donde practicó un año de pastoral y se perfeccionó en la lengua inglesa. De vuelta en España, recorrió distintos centros de formación y estudio: Pamplona, Andújar (Jaén), Madrid, Tardajos (Burgos). Su vocación era la enseñanza de las Letras Clásicas, para la que se había capacitado en la Universidad Pontificia de Salamanca (1952-1955).

Su afición por los poetas griegos y latinos le atraía irresistiblemente. A ellos dedicó su tesis, más en concreto al estudio del término Kairós en Homero, por el que obtuvo la máxima calificación.

Ese mismo deseo de perfeccionarse en filología greco-latina le llevó a Italia, Grecia, Egipto, Turquía y Palestina. Era un viajero empedernido en búsqueda continua de vestigios y monumentos históricos de la Antigüedad. Logró coleccionar un buen álbum de numismática romana. Como poeta por naturaleza, la belleza del mundo creado le embelesaba, el arte le extasiaba y disfrutaba explicando las raíces y semántica de los términos. Todo ello constituyó su tarea y su gozo, manifestado a veces con exclamaciones poéticas tomadas de los antiguos, que luego estampaba al comienzo de sus composiciones poéticas.

Timoteo Marquina se sintió inclinado a la poesía desde joven. Sin duda, contribuyó a despertar en él la vocación literaria su profesor Enrique R. Payagua.

Cumplidos los veintidós años, buscó relacionarse con los poetas de su tiempo, cuya correspondencia conservaba con agradecimiento. En su lectura y meditación diarias figuraban los grandes poetas españoles, antiguos y modernos, de todas las tendencias y gustos, y muchos extranjeros: franceses, ingleses, italianos y alemanes. Sentía especial preferencia por san Juan de la Cruz, fray Luis de León, Lope de Vega, Leopoldo Panero, Gerardo Diego, Federico Muelas, Neruda, Dante, Paul Claudel y un largo etcétera, que llenaban los plúteos de su biblioteca particular.

Para poetizar sus ideas y sentimientos se sirvió de toda clase de metros, pero sobre todo del soneto, cauce preferido para expresar su mundo interior e intimismo humano y religioso. Gozó de gran facilidad para escribir prosa y poesía. Los villancicos que compuso son numerosos y de extremada delicadeza, así como las décimas dedicadas a la pasión y muerte de Jesucristo. Le gustaba además concursar, al lado de otros poetas españoles, en los certámenes literarios, donde consiguió algunos premios, entre los que destaca Al Andalus, cuyo título “Tríptico Malagueño” obtuvo un gran éxito (1997). Timoteo Marquina pertenece al gremio de autores españoles de poesía religiosa contemporánea.

Colaboró además en distintas publicaciones periodísticas y en revistas de su congregación: Ecclesia, Alfa y Omega, Ozanam, Justicia y Caridad, Anales de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad.

Sus obras acerca de José María Alcácer y sor Justa Domínguez de Vidaurreta añaden a su fecundo trabajo poético la corona de la investigación histórica.

 

Obras de ~: Hombre para morir, Madrid, Ágora, 1961; Mío Burgos en la palabra y en el corazón, Burgos, Santiago Rodríguez, 1978; Pasión según San Mateo, Móstoles, Jomagar, 1981; Me canta el mar, Madrid, La Milagrosa, 1988; Aclárame tu nombre, Madrid, La Milagrosa, 1991; Al vuelo de tu gracia, Madrid, La Milagrosa, 1994; José María Alcácer, un hito de la música religiosa actual (vida, obra y testimonios), Madrid, La Milagrosa, 1996.

 

Bibl.: A. Orcajo Orcajo, “Padre Timoteo Marquina”, en Anales de la Congregción de la Misión y de las Hijas de la Caridad, 2003, págs. 504-513.

 

Antonino Orcajo Orcajo , CM