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Pascual Nácher y Vilar

Biografía

Nácher y Vilar, Pascual. Villarreal (Castellón), 24.X.1868 – Granada, 28.II.1943. Doctor en Derecho y Ciencias Naturales, catedrático, diputado y rector del Real Colegio de España (Bolonia).

En el Archivo Histórico de la Universidad de Granada, en su expediente personal, consta como nacido en “Villarreal (Castellón)”. Nada se sabe de sus estudios secundarios hasta que se conoce su título de doctor en Ciencias Naturales, expedido por la Universidad de Bolonia (Italia) el 8 de julio de 1890, así como el título de doctor en Derecho, expedido por la misma Universidad, el 31 de octubre de 1894. Ambos títulos se reconocen “válidos para España” por la Real Orden de 25 de junio de 1895. Pascual Nácher estudió estas dos carreras consecutivas como alumno, nombrado por Real Orden de 10 de mayo de 1884, del Real Colegio Mayor de San Clemente de los Españoles. Fue rector del Real Colegio en 1892. Regresó a España y, por concurso, fue nombrado auxiliar numerario de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo, por Real Orden de 6 de noviembre de 1896. Tomó posesión y se le nombró, además, secretario de la Facultad. Pero en virtud de oposición, casi enseguida, fue nombrado catedrático de Historia Natural de la Universidad de Santiago de Compostela, tomando posesión el 31 de marzo de 1897. También se le designó secretario de la Facultad, cargo que ejerció durante dos años y siete meses. Publicó en Santiago un Programa de zoología en 1898, se afilió a la Sociedad Económica de Amigos del País y asistió en 1898 al Congreso de Higiene y Demografía en Madrid, en 1898. Pero, en virtud de una permuta, autorizada el 20 de diciembre de 1899, con el catedrático de Historia Natural Antonio Vila Nadal, dejó la Cátedra de Santiago de Compostela y pasó a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada como catedrático de Historia Natural, donde permaneció hasta su jubilación el 22 de julio de 1939.

Desde 1889 era socio numerario de la Sociedad Española de Historia Natural. Su labor en Granada fue enorme. Al llegar, cuando finalizaba el siglo XIX, se encontró con una Facultad de Ciencias raquítica, con escasos profesores, pocos alumnos y pocos medios. Tenazmente impulsó una aproximación entre la Universidad y la sociedad, siguiendo ideas regeneracionistas o, si se quiere, institucionalistas. Así, participó, con Manuel Torres Campos, en la Asamblea de Valencia de Extensión Universitaria, de 1902 (Ruiz-Manjón, 2003). Y su discurso de apertura del curso académico 1903-1904, sobre “Universidades y su perfeccionamiento” (uno de los pocos que publicó) fue un aldabonazo a la conciencia nacional. Creó en 1904 la Asociación de Amigos de la Universidad. Se le nombró secretario de la Facultad, cargo que ejerció hasta que fue nombrado decano en 1909 y en 1910 solicitó crear la Sección de Químicas, amparado en el Real Decreto de 4 de agosto de 1900, por el que las Facultades de Ciencias podían tener hasta cuatro secciones: Exactas, Físicas, Naturales y Químicas. La consiguió en enero de 1913. Su decanato duró hasta 1918 y en ese período aumentó el número de catedráticos, profesores auxiliares, alumnos y medios materiales. En el año 1914 actuó como rector accidental.

Sus inquietudes sociales le impulsaron a la política. Era un liberal. Con los años entró en el área de influencia del conde de Romanones, por lo que en los libros se le califica de “romanonista”. Desde 1905 fue, siempre, concejal del Ayuntamiento granadino. Consiguió la elección como diputado a Cortes en dos legislaturas, del 1 de junio de 1919 al 26 de septiembre de 1923. Siendo Romanones presidente del Consejo de Ministros, nombró a Nácher director general de Enseñanza Primaria, cargo que ocupó entre el 12 de diciembre de 1922 y el 26 de septiembre de 1923.

Desde 1915 a 1936 dirigió la Sociedad Económica de Amigos del País, que impulsó diversas obras públicas: el cable de Dúrcal, el tranvía de la Sierra y obras hidráulicas.

Era doctor en Derecho y estaba inscrito en el Ilustre Colegio de Abogados de Granada. En reñida elección, frente a Eduardo de la Guardia, obtuvo la presidencia del Colegio el 14 de junio de 1936. Fue citado a Madrid a una Asamblea de Presidentes de Colegios para estudiar el proyecto de Estatuto de la Abogacía. El 11 de julio reunió con urgencia a la Junta directiva de Granada para pergeñar enmiendas y modificaciones y el 12 de julio se encontraba en la capital, pero el día 13 amaneció tristemente para la abogacía española. Corría la noticia entre los decanos de España que iban a reunirse: el joven (43 años) e ilustre abogado del Estado, ex ministro, jefe de la oposición monárquica parlamentaria y presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, Joaquín Calvo Sotelo, había sido asesinado de dos tiros en la nuca por guardias de asalto, sacándolo de su casa, pese a su inmunidad parlamentaria. La conmoción entre los decanos de abogados fue inmensa y casi en su totalidad asistieron al entierro. Cuatro días después Nácher regresó a Granada, justo cuando comenzó la Guerra Civil. El 28 de septiembre de 1936, el gobernador militar lo cesó y designó a otro decano más adicto. Por eso se le llama “el Decano de los cien días” (V. Fernández, 2005).

De su vida personal se sabe poco. Según un documento en su expediente del Archivo Universitario de Granada, contrajo matrimonio con María Sánchez Velasco, de quien se divorció, pues el documento es petición al rector del juez de primera instancia, de informe de los haberes que percibiera.

 

Obras de ~: Programa de zoología [...], Santiago, Tipografía Galaica, 1898; Discurso [sobre “Universidades y su perfeccionamiento”]: leído en la solemne apertura del Curso académico de 1903 á 1904, en la Universidad literaria de Granada, Granada, Tipografía de Indalecio Ventura López, 1903; Programa de Biología médica, Primer curso, Granada, Tipografía López- Guevara, [c. 1910].

 

Fuentes y bibl.: Archivo histórico de la Universidad de Granada, Expediente del Catedrático Pascual Nácher Vidal.

Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, Madrid, vol. IX (1909), pág. 68; vol. XVII (1917), pág. 30; Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, Escalafón de antigüedad de los Catedráticos Numerarios de las Universidades del Reino en 1.º de Enero de 1925, Madrid, Imprenta de La Enseñanza, 1935, págs. 52-53 y 170; Escalafón de Antigüedad de los Catedráticos Numerarios de las Universidades de la República en 30 de junio de 1934, Madrid, Talleres Gráficos Marsiega, 1934, págs. 18-19 y 197; Diario El Ideal, Granada, 11 de marzo de 1943, pág. 2, 23 de marzo de 1943, pág. 6 y 26 de marzo de 1943, pág. 2 (esquelas); E. Esperabé de Arteaga, Diccionario Enciclopédico Ilustrado y Crítico de los Hombres de España, vol. I, Madrid, Gráficas Ibarra, 1946, pág. 357; J. Acosta Medina, La Granada de ayer. Medio siglo de historia [...], Granada, Imprenta Márquez, 1973, págs. 52 y 89; A. M.ª Calero Amor, Historia del movimiento obrero en Granada, Madrid, Editorial Tecnos, 1973, págs. 98 y 105; M. de Guzmán, Cómo se han formado los maestros, 1871 a 1971: cien años de disposiciones oficiales, Madrid, Editorial Prima Luce, 1973, pág. 260; V. Zapatero, Fernando de los Ríos: los problemas del socialismo democrático, Madrid, Editorial Cuadernos para el Diálogo, 1974, págs. 49 y 53; A. Pérez Martín, Proles aregidiana, vol. IV, Bolonia, Real Colegio de España, 1979, pág. 184; O. Ruiz-Manjón, “Fernando de los Ríos y la Extensión universitaria en Granada”, en Cuadernos de Historia Contemporánea, n.º extraordinario, 2003, págs. 171-172; V. Fernández, “El Decano de los cien días”, en 500 años de Abogacía en Granada, Granada, Ilustre Colegio de Abogados, 2005, págs. 243-246.

 

Fernando Rodríguez de la Torre