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Garci Gonzalez de Silva

Biografía

González de Silva, Garci. Mérida (Badajoz), c. 1546 – Caracas (Venezuela), 1625. Militar, conquistador, alcalde de Caracas, tesorero de la Real Hacienda, teniente general.

Hijo de Lorenzo González y de Leonor de Silva, salió de España en 1569 como alférez de un grupo mandado por su tío Pedro Maraver de Silva; de la isla Margarita pasaron al puerto de Borburata; acamparon cerca de Valencia y el grupo se disolvió. A finales de 1569 fue, con algunos compañeros, a Caracas, uno de los primeros grupos de la recién fundada ciudad. En 1571, a las órdenes de Pedro Antonio Galeas, combatió contra los mariches. En 1572, con Gabriel de Ávila, contuvo a los indios mandados por el cacique Conopoima que amenazaban las minas de Nuestra Señora, en Los Teques. Por entonces obtuvo del Cabildo, o acaso compró, tierras cerca de Caracas, en varias comarcas (La Vega, El Rincón [hoy, Prado de María], Quebrada de Arauco), en donde sembró maíz, trigo y caraotas. En abril de 1572 recibió en encomienda los indígenas que habitaban en un vasto territorio entre Tácata y Capaya (A. Pérez Vila, 1968). En 1573 recibió el cargo de regidor del Cabildo caraqueño. En el mismo año fue autorizado para explotar las minas de oro que él había descubierto en la comarca de Mamo; también combatió y venció a los indios tarmas.

Hacia 1574 casó en Caracas con Beatriz de Rojas.

Tomó parte, bajo el mando del teniente de gobernador Francisco Carrizo, en una expedición a Tácata y vertientes del río Guárico; fueron rechazados por los indígenas. Incansable, a comienzos de 1575 dirigió una nueva expedición contra ellos, que le fue muy favorable; por eso pudo posesionarse de las encomiendas que se le habían concedido en 1572. Entre 1574 y 1575, el Cabildo caraqueño le concedió tierras en la región de Cagua, en los valles de Aragua, que llegaban hasta las márgenes del lago de Valencia y hasta el abra que por el sur comunicaba con el alto llano, la actual Villa de Cura (A. Pérez Vila, 1988).

En 1576 el gobernador Diego de Mazariegos lo envió, al frente de treinta y seis hombres a caballo, a defender Valencia, amenazada por indios caribes; los rechazó y persiguió en su retirada por los ríos Tiznados y Guárico hasta casi las márgenes del Orinoco; durante esta incursión tuvo conocimiento de las minas de San Juan y La Platilla, cuyo descubrimiento se atribuyó Garci González, también reivindicado por Sancho del Vilar.

En 1578 fue elegido alcalde ordinario de Caracas. En 1579 recibió, del gobernador Juan de Pimentel, el encargo de dominar a los indios cumanagotos y chacopatas; la resistencia indígena fue muy fuerte. El 14 de junio de 1579 fundó la ciudad del Espíritu Santo de Querequerepe, haciéndola base de sus operaciones, pero fue rechazado y trasladó la ciudad más hacia el oeste, donde tampoco prosperó, abandonándola en 1580. Todos sus hechos bélicos fueron relatados por el historiador José de Oviedo y Baños (Madrid, 1723), algunos confirmados por fuentes incluso de tradición oral, como el singular combate cuerpo a cuerpo que tuvo con el cacique Paramaconi, quien fue herido por Garci González, convirtiéndose luego ambos en amigos.

Por esos años, Garci González se había convertido (además de guerrero era muy habilidoso en los negocios) en el caraqueño más rico, calculándosele unos 40.000 pesos anuales de rentas, y teniendo unos doscientos esclavos.

Luis de Rojas, nuevo gobernador, lo comisionó, en enero de 1584, para incursionar en el territorio caribe del río Guárico; los derrotó e hizo más de cien prisioneros. En 1589 ejerció tres cargos simultáneos en el Cabildo de Caracas: regidor perpetuo, depositario general y tenedor de bienes de difuntos. En 1590 redactó la usual información sobre sus méritos y servicios que envió a la Corte de España. En 1593 proporcionó datos históricos al poeta soldado Fernán Ulloa, quien se había ofrecido a escribir en verso la historia de la conquista de Venezuela. En 1594, con Mateo Díaz de Alfaro, emparentado por matrimonios de sus familias, solicitó del gobernador Diego de Osorio la concesión de una vasta extensión de tierras hacia el sur y el este de Caracas para poblarlas, criar ganados y crear con ello una barrera contra las incursiones de los caribes orinoqueses; les fue concedida, previo pago de 60 ducados de oro a la Real Hacienda.

En 1595 fue elegido, por segunda vez, alcalde de Caracas. Ausente el gobernador Osorio, le correspondía, con el otro alcalde, Francisco Rebolledo, organizar y dirigir la defensa de la ciudad frente al corsario inglés Amyas Preston. Las tropas de González y Rebolledo se enfrentaron a los ingleses, que acababan de saquear e incendiar en parte Caracas y los pusieron en fuga. En 1596 fue elegido procurador municipal y en 1597-1598 tesorero y contador de la Real Hacienda. En 1602 fue alcalde de Caracas por tercera vez, y en 1603 alférez real del Cabildo. En 1606 tenía (como otros notables) débitos fiscales y el gobernador Alquiza le exigió su deuda: 872.400 maravedís. Al propio tiempo, el gobernador le procuraba expertos mineros para que reiniciara la explotación de las minas de San Juan. En 1609 el gobernador Alquiza lo nombró maestre de campo y su teniente general en la provincia de Nirgua, para someter a sus indígenas; allí fundó, el 25 de septiembre de 1609, la población de Santa Ana de Alquiza, que duró poco. Llevando un cargamento de oro de Buría, Garci González y el capitán Quintana fueron atacados por los belicosos indios jirajaras “cerca del cerro del Picacho y en un lugar que aún hoy se llama Garci González” (A. Pérez Vila, 1988).

En 1611 fue nombrado, por cuarta vez, alcalde de Caracas, y aún en 1616, de nuevo, por quinta y última vez. El Cabildo le concedió en 1620 la posesión de una vasta extensión de tierras de sabana, desde Las Guardias hasta la confluencia de los ríos Guárico y Bocachico. El 21 de agosto de 1624 el nuevo gobernador Juan de Meneses y Padilla le nombró teniente de capitán general.

En 1625 murió en Caracas este español llegado a Venezuela en 1569, activo conquistador, fundador de pueblos, comerciante y minero. La historia venezolana le recuerda como cinco veces alcalde de Caracas y otras muchas actividades. “Una fruta silvestre lleva su nombre (‘garcigonzález’) y lo recuerda también un pájaro venezolano, el ‘gonzalito’, cuyos colores amarillo y negro se parecen al penacho del conquistador” (A. Pérez Vila, 1989). Y la última frase que le dedica la Historia de Venezuela (1968) es ésta: “El triunfo de los caudillos, señores de la tierra, estaba reservado para más tarde, pero con Garci González de Silva quedaba la cepa bien plantada en Venezuela”.

 

Bibl.: R. M. Baralt, Resumen de Historia de Venezuela [...], vol. I, París, Imprenta de H. Fournier y Cª, 1841, págs. 220- 221, 223, 229-231 y 237; J. de Oviedo y Baños, Historia de la Conquista y Población de la provincia de Venezuela [...], ed. de C. Fernández Duro, vol. II, Madrid, Luis Navarro, 1885, págs. 83-84, 91, 109, 116, 118, 120, 124-127, 136, 141, 146- 147, 149, 151, 156, 159, 161, 164, 167, 171, 177, 198 y 201; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, vol. LVII, Madrid, Espasa Calpe, 1929, pág. 1066; G. Morón, Los Orígenes Históricos de Venezuela, I. Introducción al siglo xvi, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1954, pág. 37; Hermano Nectario María, Historia de la Conquista y Fundación de Caracas, Caracas, Ediciones del Cuatricentenario de Caracas, 1966, págs. 76, 81-82, 142, 149, 152-154, 257-258, 260, 263-264, 266-267, 305-306, 330, 337, 344, 349, 352, 358, 366 y 375; A. Perera, Caracas, siglo xvii [...], Madrid, Juan Bravo, 3, 1967, págs. 55-56; VV. AA., Historia de Venezuela, Caracas, Madrid, Edime, 1968, fasc. 17, págs. 470-476; M. Briceño Perozo, Documentos para la Historia de la Fundación de Caracas [...], Caracas, Archivo General de la Nación, 1969, págs. 233, 236, 245, 319, 409, 412, 415, 493 y 551; J. Llavador Mira, La Gobernación de Venezuela en el Siglo xvii, Caracas, Academia Nacional de Historia, 1969, págs. 11, 26, 47-48, 66, 79 y 161-166; G. Morón, Historia de Venezuela, Caracas, Italgráfica, Impresores, Editores, SRL, 1971, vol. I, pág. 84, vol. II, págs. 364, 367, 418 y 421, vol. III, págs. 91, 107, 116, 123, 126, 130, 132, 145, 248, 314 y 316, vol. IV, págs. 100-101, 123, 251, 260, 273, 277, 349, 419 y 553; V. Navarro del Castillo, La Epopeya de la Raza extremeña en Indias, Mérida, 1978, pág. 309; A. Pérez Vila, “González de Silva, Garci”, en VV. AA., Diccionario de Historia de Venezuela, vol. II, Caracas, Fundación Polar, 1988, págs. 333- 335; VV. AA., Gran Enciclopedia de Venezuela, vol. III, Caracas, Editorial Globe, 1998, págs. 97, 120-121 y 129-131.

 

Fernando Rodríguez de la Torre