Durán González, Juan Manuel. Jerez de la Frontera (Cádiz), 9.XI.1899 – Barcelona, 19.VII.1926. Marino de Guerra, piloto de Aviación e Hidroaviación.
Nació en la ciudad de Jerez de la Frontera, provincia de Cádiz, a las cuatro de la mañana, en el domicilio de sus padres Juan Durán Martínez, médico cirujano y María González y Balbás. Meses antes el Gobierno español hizo entrega oficial a los Estados Unidos de América de la isla de Cuba y de Filipinas después del desastre de la guerra hispano-nortemericana de 1898 en cumplimiento de los acuerdos de la Paz de París.
Siendo todavía un niño se celebró la conferencia de Algeciras que internacionalizó la cuestión de Marruecos que tanto afectaría su corta vida profesional.
Resultado de las negociaciones fue el convenio hispano- francés (3 de octubre de 1904) y la constitución del protectorado español. La región del Rif era la parte principal de esa nueva zona. Los sucesos de julio (1909) en Marruecos provocan el primer combate con elevadas bajas en nuestras tropas y el envío de refuerzos a Melilla. Posteriores acciones de guerra desfavorables ocasionaron la llamada a los reservistas, su embarque en Barcelona, hechos que culminaron con la llamada Semana Trágica. Negociaciones con los rifeños dieron por terminada la Campaña de 1909. Muere Canalejas, presidente del Gobierno (12 de noviembre de 1912) en atentado terrorista en la Puerta del Sol de Madrid. Hechos ocurridos en España en su juventud, anteriores al comienzo de la Primera Guerra Mundial y a su ingreso en la Escuela Naval Militar (ENM) de San Fernando como aspirante de Marina (10 de enero de 1916) después de haber obtenido plaza en las oposiciones celebradas en Madrid recientemente.
Como aspirante compartió los estudios teóricos con salidas semanales a la mar para realizar ejercicios de mar y prácticas de navegación a bordo de los torpederos asignados a la ENM. En cada uno de los dos cursos de aspirante, participó desde la primera quincena de septiembre hasta la primera de noviembre en un crucero de instrucción el Reina Regente con escalas en diferentes puertos de la Península, Islas Canarias, Islas Baleares y norte de África.
En el verano de 1917, el Gobierno retuvo naves alemanas surtas en puertos españoles en compensación del tonelaje destruido por los submarinos alemanes.
Con la firma del armisticio, que ocurrió pocos meses después, España se quedó con seis de esos buques que navegaron luego con el nombre España y una cifra romana. Asciende a guardia marina nada más comenzar 1918. Alternó sus estudios teóricos de tercer curso con prácticas de máquinas y navegación en los torpederos afectos a la escuela. Cesó en la escuela (14 de agosto de 1918) aunque continuó con sus estudios abordo de diferentes buques-escuela de la Armada. El primero, el acorazado Alfonso XIII con base en Ferrol, con el que participa en ejercicios de tiro, navegaciones diurnas y nocturnas hasta que desembarca a finales de 1918 antes de ser nombrado guardia marina de segundo el primer día del año 1919. Embarcó ese año, en los cruceros Carlos V, Reina Regente, Cataluña y acorazado España. Practica ejercicios de maniobra, navegación y tiro con artillería gruesa, mediana y pequeño calibre y continúa con su formación teórica.
Ya alférez de fragata alumno, primero del año 1920, se incorpora a la escuadra. Vuelve a embarcar en el acorazado España en el puerto de Ferrol con el que se traslada al apostadero de Cartagena para embarcar y efectuar en el acorazado Alfonso XIII un crucero de instrucción a las Antillas de América del Norte, de tres meses de duración con salida a primeros de junio y escalas en Algeciras, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, La Habana, San Juan de Puerto Rico, Norfolk, Annapolis y Nueva York. De vuelta a España desembarca en Algeciras en el mes de octubre y se traslada a la Dirección de Instrucción abordo del crucero Carlos V. En el norte de África, en esas fechas y en la zona de Tetuán se ocupó Xauen.
Nada más comenzar diciembre, pasa la reválida de fin de carrera y recibe el despacho de alférez de navío (11 de diciembre de 1920).
Ya de oficial comienza el año 1921 embarcado en el aviso Giralda en Málaga. Con anterioridad, pasó reconocimiento en Madrid para poder ingresar como alumno en la Escuela de Aeronáutica Naval.
Colaboró en el Giralda a finales de enero, con la comisión oceanográfica, período en el que solicita pasar al servicio de la Aeronáutica Naval que se estaba constituyendo y formar parte de ese brillante grupo de oficiales que tanta gloria han dado a la patria.
Nombrado para efectuar el curso se dirige a Barcelona para embarcar en la Escuela de Aeronáutica Naval entonces a bordo del Cataluña y formar parte de la primera promoción de oficiales aviadores. Era el más joven de todos ellos, característica que se resaltaba aún más por su aspecto exageradamente aniñado, que le valió entre sus compañeros y amigos ser conocido por el dictado de el niño. En Barcelona siguen padeciendo acciones terroristas con víctimas y desórdenes sociales al igual que en otras ciudades españolas, actos que ponen de manifiesto una vez más la intensidad de la lacra anarquista que atormentaba al país. Culminó esa situación con el asesinato de Dato, presidente del Consejo de Ministros (8 de marzo de 1921) en Madrid cuando se dirigía a su casa.
Embarca en Ferrol como dotación en el Río de la Plata. Sale remolcando al España n.º 3, futuro buque de transporte, hace escalas en Cádiz, Málaga, Cartagena, Palma, Barcelona. El paso por el mar de Alborán coincide con la incursión del general Fernández Silvestre en el Rif. Las tropas encabezadas por el propio general son arrolladas por los moros en el barranco que separa Igueriben y Annual. El desastre de Annual es completo. El propio general pierde la vida y perecen más de ocho mil soldados. La misma Melilla llega a estar en peligro.
A su llegada a la Escuela de Aeronáutica Naval, continuó en el crucero Río de la Plata, buque que formó parte de la recién creada División Naval de Aeronáutica, junto con el Dédalo, el contratorpedero Audaz y cinco lanchas tipo H (1922). Transborda al Dédalo en el que se había embarcado todo el material y personal disponible. Iba a tener lugar antes del verano el primer viaje de prácticas de la recién creada división.
Escalas en Valencia, Cartagena, donde Durán realiza ejercicios de bombardeo y vuelos de formación, Santa Pola, Alicante y Barcelona.
La división se dirige a la zona de conflicto. Frente a Alhucemas (agosto de 1922) la fuerza naval fue hostilizada con las baterías de costa bien manejadas por los marroquíes. Los aviones de la fuerza, Durán pilota uno de ellos, sobrevuelan las poblaciones de la bahía bombardeándolas. Este primer bombardeo supuso el bautismo de fuego de la Aeronáutica Naval. Nuevos vuelos y bombardeos se llevan a cabo sobre las poblaciones de Agadir, M’Ter apoyando el desembarco efectuado por el ejército, Punta Pescadores, Afrau y Sidi-Dris.
En 1923 se le concede la Medalla de África y la Medalla del Mérito Naval de 1.ª Clase con distintivo rojo por los servicios prestados durante la última campaña de Marruecos; poco tiempo después se produce el golpe de Estado del general Primo de Rivera (13 de septiembre de 1923).
Continúa en 1924 al igual que el año pasado, prestando sus servicios en el aeródromo y hangar de hidros de la Escuela de Aeronáutica Naval cuando le llega su ascenso a teniente de navío. Se traslada a Varesse (Italia) en dos ocasiones. Regresa la última a Barcelona pilotando un aparato Macchi-24 (31 de mayo de 1925). Se traslada a la Base Militar de Mar Chica en Melilla (10 de septiembre de 1925) de piloto formando parte de la Escuadrilla M-24 que tomó parte y se distinguió en el desembarco de Alhucemas.
Finalizadas las operaciones de guerra salió (1 de noviembre de 1925) para la Escuela de Aeronáutica Naval de Barcelona. Un mes más tarde se le designa para formar parte del raid organizado por la Aeronáutica Militar (16 de diciembre de 1925). Se traslada a Cartagena para embarcar de transporte en el Alsedo nada más comenzar el nuevo año.
Comienza la hazaña del Plus Ultra. Un hidroavión Dornier Wal, con fuselaje reforzado, de muy escasa autonomía de vuelo, equipado con dos motores Napier Lion de 450 Hp. bautizado Plus Ultra, despegó (22 de enero de 1926) y se elevó frente a La Rábida (Huelva). Sus tripulantes, el comandante Ramón Franco, el capitán Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Durán y el mecánico Pablo Rada. Antes de despegar oyeron misa en una ermita asociada a recuerdos de la epopeya colombina y se les impuso la medalla de la Virgen de Loreto. La noticia del despegue se lee en las páginas de todos los periódicos del mundo. En apoyo de zona les acompaña el destructor Alsedo, al que se le amplió su capacidad de acopio de combustible y el crucero Blas de Lezo.
La primera etapa, termina en Las Palmas de Gran Canaria. La travesía dura ocho horas; al atardecer, el hidro se posa en el Puerto de la Luz. La multitud se agolpa en los muelles para aclamarlos. En la segunda el Plus Ultra etapa despega (26 de enero) a primeras horas de la mañana desde la bahía de Gando rumbo a Porto Praia (islas de Cabo Verde). La travesía dura nueve horas cincuenta minutos. Los dos buques de apoyo están hace tres días en la isla.
La tercera etapa Cabo Verde a Pernambuco en Brasil (2.305 kilómetros) es la más larga y el teniente de navío Durán se encuentra a bordo del Alsedo con el fin de disminuir peso ante lo ajustado que estaba de autonomía el hidroavión. El Blas de Lezo remolca al Plus Ultra hasta el lugar del despegue, después emprende viaje hacia Pernambuco a toda máquina, emite señales radio para facilitar la navegación aérea del Plus Ultra en la primera parte de su derrota. El Alsedo zarpó tres días antes, para situarse en el segundo tramo del trayecto y transmitir al avión señales radio orientadoras.
A la altura de Fernando Noroña, al echarse la noche optaron por aterrizar en la isla. El Alsedo llega a la isla el último día de enero. Durán desembarca y se dirige al Plus Ultra nada más llegar, ya que ese mismo día (31 de enero) comienza la siguiente etapa.
Comienza la cuarta etapa, se salvan no sin peligro los 540 kilómetros que separan Fernando Noroña de Pernambuco. A las dos horas y media de vuelo, la hélice posterior se rompe y es preciso arreglarla en pleno vuelo en conjunción con una avería en el motor. Disminuyen su velocidad y descienden hasta los 20 metros de altura. Intentando recuperar algo el nivel de vuelo los tripulantes aligeran peso, arrojan hasta el equipaje al mar. Ruiz de Alda y Durán se sitúan en la cola del hidro para equilibrar el peso. Sólo quedan a bordo los tripulantes y la radio. Recalan en Recife, bordean la costa, por fin llegan a Pernambuco, escoltados por una escuadrilla de la aviación naval brasileña.
Los acontecimientos alargan en más de una hora el tiempo previsto para la travesía. La tripulación descansa para realizar reparaciones.
En la siguiente etapa llegan a Río de Janeiro (4 de febrero) en doce horas y quince minutos. El recibimiento tributado a los aviadores fue apoteósico.
Despegan de Río (9 de febrero) con la intención de llegar a Buenos Aires directamente, pero los sucesivos retrasos del despegue lo desaconsejan. Hacen escala en Montevideo, donde se sustituyen las hélices cuatripalas por otras bipalas y prosiguen hacia Argentina.
Al día siguiente (10 de febrero) llegan a Buenos Aires.
Amerizan en el río de la Plata. El legendario hidroavión realizó tres pasadas sobre la ciudad y luego se posó sobre las aguas del río, en las cercanías del Yacht Club Argentino entre aclamaciones de muchedumbres de argentinos y españoles que lloran, gritan y vitorean a España. Este vuelo significó la primera travesía del Atlántico sur efectuada por un hidroavión.
Quedó de testigo de tan magno acontecimiento un monumento en la Costanera Sur. el rey Alfonso XIII transmitió por cable desde Málaga sus felicitaciones y donó el Plus Ultra a la Armada Argentina. La tripulación fue recibida en la Casa Rosada por el entonces presidente de la nación, Marcelo Torcuato de Alvear.
Regresaron en el crucero argentino Buenos Aires.
Entró en Palos (5 de abril) por la mañana temprano, escoltado por el Blas de Lezo, la flotilla de submarinos tipo B y sobrevolados por un centenar de aviones de la aviación militar y la escuadrilla Macchi de la aviación naval. Entre salvas, cañonazos y vítores fueron recibidos. Después de fondear, los aviadores pasaron al crucero Cataluña, donde los recibió el Rey.
A primeras horas de la noche partieron los buques hacia Sevilla, esta vez con Su Majestad y el ministro de Marina embarcados en el Buenos Aires. Con carácter civil se creó la Medalla de Oro del Plus Ultra, y la llamada Aérea para condecorar a los individuos del Ejército y la Marina que descollasen en servicios aéreos.
En atención a la gloriosa hazaña del Plus Ultra el Rey concede la Medalla Aérea a cada uno de sus tripulantes (14 de abril de 1926), se la impuso dos días más tarde en Cuatro Vientos. Finalizados los actos se incorpora a la Escuela de Aeronáutica Naval.
Con ocasión de unas maniobras combinadas (19 de julio de 1926) que realizaban en Barcelona las Fuerzas Aéreas con las Navales de Instrucción, finalizados los ejercicios con gran éxito, se realizó un gran desfile aéreo con las fuerzas participantes. Los aviones desfilaron impecablemente pero al romper filas chocaron dos aparatos cayendo destrozado al agua: el Martynside que llevaba como único tripulante al teniente de navío Durán, que falleció casi instantáneamente. El entonces teniente de navío Antonio Núñez se arrojó al mar desde el dirigible SC1 para intentar salvar a su compañero, no consiguió más que sacar el cadáver de los restos del aparato y mantenerlo a flote hasta que fue recogido por un bote del destructor Alsedo. Se trasladó su cuerpo al destructor, donde se confirmó su muerte.
Su cadáver fue trasladado desde Barcelona a la Avanzadilla (La Carraca, Cádiz) a bordo del Alsedo.
Fue inhumado en el Panteón de Marinos Ilustres el 23 de julio de 1926, en la fosa abierta en la nave Oeste, entre el mausoleo del almirante Álava y el dedicado a las clases subalternas y marinería de Cavite, situado en el centro del crucero. En su lápida se lee: “[...] murió en accidente de su profesión, ilustró su nombre cooperando al glorioso vuelo del Plus Ultra que cruzó el atlántico sur [...]”.
Condecoraciones, diplomas, colecciones, medallas de diferentes países, como Ecuador, Argentina, Portugal y Cuba entre otros, conmemorativas de su heroica audacia en la travesía del Atlántico se entregaron a la familia. Así acabó la vida de este ilustre oficial de Marina, ejemplo para sucesivas generaciones.
Fuentes y bibl.: Archivo Central de la Armada, Hoja de Servicios, 1926.
M. Fernández Almagro, Historia del reinado de don Alfonso XIII, Barcelona, Montaner y Simón, 1933; R. Cerezo Martínez, Armada Española. Siglo XX, Madrid, Poniente, 1983; M. Ramírez Gabarrus y J. M. Ramírez Galván, La Aeronáutica en la Armada (1917-1987), Madrid, Empresa Nacional Bazán, 1987.
Alfonso Rivero de Torrejón