Ruiz Lozano, Francisco. Lima (Perú), s. XVII – ?, 1677. Militar, matemático y cosmógrafo.
Fue nombrado cosmógrafo mayor del Perú y catedrático de Matemáticas en la Universidad de San Marcos, en 1665. Hizo observaciones sobre el paso de un cometa aparecido en 1664 en los cielos limeños, que luego dio a conocer en su famoso Tratado de Cometas, que está dedicado al virrey conde de Santisteban y prologado por el inquisidor general Agustín de Aller y Usátegui; se incluyen también unas poesías y sonetos que alaban a los más conocidos poetas de la Ciudad de los Reyes. Estas especulaciones son anteriores a las que se hicieron en Europa sobre el paso del mismo cometa. Contiene un importante resumen de las teorías que en su época eran consideradas verdades científicas y capital teórico común. Sus hipótesis, casi todas erradas e inexactas, se basan en la mitología grecorromana y en la teología cristiana. La suya es una visión del universo que no puede concebir la existencia del universo sin la intervención de Dios.
Entiende entonces que los cometas, al igual que los otros cuerpos celestes creados por él, pueden acercarnos a la comprensión de su voluntad. Afirma que son signos de los que se sirve Dios para llamar la atención del hombre sobre su mal proceder, anunciando desgracias a modo de castigos divinos. Intenta demostrar su teoría haciendo un recuento histórico del paso por el mundo de algunos cometas, y de los desastres que anunciaron. Como por ejemplo la salida de los hebreos de Egipto, la destrucción de la mítica Ciudad de Troya, las Guerras Médicas, la muerte de César Augusto, entre otros. La observación del cometa y la noción conceptual del trayecto que realiza en su Tratado de Cometas, respeta el viejo método aristotélico de las cuatro causas. Según la causa material, los cometas están formados por átomos salidos de los astros y las estrellas, en conclusión su composición es como la de cualquier cuerpo celeste. La causa formal dice que el cometa es producto del pensamiento de Dios, que es la misma causa final. La causa eficiente es el pensamiento y la voluntad de Dios; que se sirve de los cielos como instrumentos naturales. De ahí la imposibilidad de predecir la aparición de los cometas, pues su causa formal y eficiente, que es Dios, es impredecible. La causa final de los cometas esta referida a la condición de signo de los cometas. Dios se vale de ellos para llamar la atención de los hombres sobre sus muchos pecados y advertirles de su próximo castigo: “Las señales del cielo son de temer, pues son para prevenir castigos, y tratar de la enmienda, siendo cierto que éstas y otras mayores tiene Dios prevenidas, para avisarnos del Juicio Final en el Sol, Luna y Estrellas”. Aunque sus argumentos sean pre-científicos, su erudición sobre los clásicos y nuevos estudios de su época es admirable. Pero la originalidad de su obra no radica justamente en su erudición, sino más bien en su refutación a las autoridades teológicas y matemáticas de su época. Por ejemplo, cuando discute la teoría de los peripatéticos sobre el origen de los cometas, afirmando que los cometas no se forman —como señalaban ellos— de la condensación de las emanaciones deletéreas de otros planetas o de la tierra misma pues es un fluido tan sutil que no podría mantenerse encendido. Por el contrario creía que el cometa antes de salir a la vista pública era engendrado por otros astros en conjunción mayor. Sustenta su tesis en la enumeración de las conjunciones planetarias de su tiempo y sus consecuencias, tales como la llegada de piratas a las costas, pestes o terremotos.
Tres son las principales proposiciones de su teoría que están plasmadas en su Tratado: primero, todos los cometas tienen una misma razón, con diferencia de formas. Segundo, su forma natural es esférica, pero los muy veloces tienen cola. Y tercero, los diferentes colores que suelen adoptar no son reales sino engaño de la vista ó refracción de la luz del Sol como el arco iris. Según Ruiz Lozano los cometas son hijos bastardos y hemarfroditas de los planetas Marte y Mercurio: “Estos hijos bastardos resultan hemarfroditas, porque demuestran su virilidad en su monstruosa apariencia y en los daños y en el terror que causan, y su feminidad en las mujeriles guedejas de su crines”. El método de observación de Ruiz Lozano puede resumirse de la siguiente forma: una vez identificado el fenómeno, se señalan hora y lugar exacto de paso. Luego se describe los choques del cometa con otras estrellas de menor magnitud. En el caso de su observación sobre el cometa que pasó por Lima, hace mención al tránsito del cometa por los cielos de Paraguay, Brasil, África y Oceanía; para luego desaparecer consumido por el fuego e inflamado de materia.
Su tratado finaliza con unas conclusiones que vinculan la aparición de los cometas con la manifestación de la voluntad divina, es decir un signo. De tal manera que el cometa es una notificación divina a los hombres y sus perversidades. Según Gerardo Ramos Cabredo el Tratado de Cometas de Francisco Ruiz Lozano parece haber sido escrito sin un plan general estructurado “su lectura da la impresión de que, en muchos párrafos, el autor ha dejado vagar la pluma mientras su imaginación buscaba claridad en los grandes pensadores desaparecidos siglos antes”.
Su minuciosa descripción revela un método y una rigurosidad aproximada, en cierto modo, al sistema moderno de observación de esta clase de fenómenos.
Obras de ~: Repertorio anual para el reino de México (1651 y 1652); Repertorio anual para el reino del Perú (1654,1655, 1657, 1658) y 1659); Tratado de Cometas, observación y Juicio del que se vio en esta Ciudad de los Reyes y generalmente en todo el mundo, por los fines del año de 1664 (1665).
Bibl.: J. T. Medina, La Imprenta en Lima, Lima, 1904-1907, 4 vols. (Col. Biblioteca Nacional); J. Prado y Ugarteche, El genio de la lengua y la literatura Castellana, Lima, Imprenta del Estado, 1918; E. Romero de Valle, Diccionario Manual de Literatura peruana y materias afines, Lima, Ed. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1966; A. Tauro, Enciclopedia Ilustrada del Perú. Síntesis del conocimiento integral del Perú, desde sus orígenes hasta la actualidad, Lima, Ed. Peisa, 2001.
Yovani Soto Villanueva
