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Jerónimo Córdoba Roldán

Biografía

Córdoba Roldán, Jerónimo. Villacañas (Toledo), 4.VI.1863 – Sevilla, 11.I.1933. Escolapio (SChP), humanista, poeta latino y orador sagrado.

Tras una larga oposición por parte de su madre, y después de haberla convencido, ingresó en las Escuelas Pías a los diecisiete años. Comenzó el noviciado en el Colegio escolapio San Ildefonso, de Alcalá de Henares, en 1879. En ese momento cambió el nombre de pila, Francisco, por el de religión, Jerónimo —con el que fue conocido en adelante—. Terminados los dos años de noviciado, en los que, entre otras actividades propias de la vida religiosa, dedicó por afición muchas horas al aprendizaje del latín, pronunció los votos simples en el Colegio de Getafe el año 1881.

Ese mismo año fue destinado a la Casa Central de estudios de San Marcos de León. Allí, al mismo tiempo que cursaba los estudios superiores preparándose para sacerdote y profesor, continuaba también su afición por el cultivo de la lengua latina.

De esos años, se conservan las calificaciones de su currículum de estudios en el Libro de Secretaría de San Marcos de León (Vicaría General de las EE.PP.de España (Madrid). En ellas se pueden detectar sus primeras dificultades académicas y progreso posterior, que va del “aprobado” al “muy bueno” y “sobresaliente”.

Hizo sus votos solemnes en 1886 y fue ordenado sacerdote el 3 de julio del año siguiente. Ese mismo día fue destinado al Colegio Hispalense de Sevilla. Profesor en las clases de primaria, director de la sección de alumnos internos, impartió luego clases de francés y latín, las que mejor dominaba y por las que fue reconocido maestro distinguido. En aquel Colegio Hispalense pasaría los cuarenta y cinco años restantes de su vida. Fuera del colegio se le veía, con su sotana blanca de tiza, recorriendo las calles, ayudando a los humildes y observando las tradiciones, lo que le servía para describir luego el espíritu popular y vivaz del pueblo sevillano, caso típico de auténtica encarnación.

Después de su muerte, la metrópoli hispalense le dedicó una calle. La fama del abnegado religioso no sólo corría de boca en boca entre el pueblo humilde, sino que llegó a las altas esferas del mundo de la cultura, por su especializada producción literaria. La mayor parte de ella está en lengua latina, que muchas veces él mismo versificó en castellano. Esto le ha valido ser conocido como eminente latinista.

Su obra literaria, en gran parte manuscrita e inédita, es de carácter religioso y popular: Poesías a la Virgen María, a la Doctora de Ávila… A Santa Teresa dedica esta tierna redondilla: “Teresa, flor del Carmelo,/tanta pureza en sí encierra/que es la primera en la tierra/y la segunda en el cielo.” Trasladó al latín los madrigales de Francisco Rodríguez Marín, director de la Real Academia Española, tan sevillanísimo en su ingenio, y lo hizo con tanto acierto que el mismo académico se sentía satisfecho al ver la fidelidad y transparencia con que aquellos versos virgilianos recogían los conceptos bien matizados de su poesía. La obra cervantina Rinconete y Cortadillo mereció, por su ambiente sevillano, los honores de ser vertida íntegramente a la lengua del Lacio. Cursus Taurorum, o “La corrida de toros”, fue pulcramente editado por la Real Academia Española, a petición de su presidente, Rodríguez Marín.

Escribía éste a Mariano de Cavia (ABC de 18 de julio de 1907): “Sepa vuesa merced que doscientos y tantos exámetros pulidos y sonoros [...] hacen recordar hermosos pasajes virgilianos, especialmente de la Eneida. El padre Jerónimo Córdoba [...] ha compuesto un lindísimo Carmen, intitulado Cursus taurorum, en el cual no se sabe qué admirar más: si la rara soltura y singular maestría, como idioma suyo habitual, el de los clásicos de la antigua Roma, o la viveza y admirable colorido de las descripciones, o la fina sal irónica, netamente andaluza, con que está sazonado, desde el primero al último de sus versos, todo el deleitable poemita”. Y Menéndez Pelayo escribía a su vez a Rodríguez Marín: “He leído con delectación el poemita latino Cursus taurorum [...] Es un excelente trozo de versificación latina, de los que ya apenas se hacen en España [...] con pura dicción latina y elegante estilo, de nuestra fiesta nacional”. En la portada de un tríptico de sonetos latinos a las tres figuras centrales del Libro Inmortal, Don Quijote, Dulcinea y Sancho, se lee: “Sácalo a luz su buen amigo Francisco Rodríguez Marín”. Este admirador de sus escritos, en una larga carta de elogio al padre Jerónimo, insta al rector del Colegio Calasancio Hispalense para que le fueran remitidos cuantos manuscritos y trabajos sueltos permanecieran inéditos, con el fin de que pudiera publicarlos la Real Academia Española. Comenzó la versión latina de Domini Quixotis a Mantia —D. Quijote de la Mancha—, pero sólo pudo terminar catorce capítulos, que se conservan manuscritos.

Y muchos versos de ocasión, epitalamios, idilios, madrigales, sermones y panegírico, algunos publicados, otros, manuscritos, inéditos.

 

Obras de ~: Epistola universi orbis unicuique sacerdotum, Sevilla, 1906; Cursus taurorum, Sevilla, 1907 [ed. en Analecta Calasanctiana (AC), n.º 29 (1973), págs. 21-44]; Aërio-plano, Carmen, Sevilla, 1910, págs. 44-50; Crux Rubra, Carmen (A Constantino el Grande), Sevilla, 1911 [ed. en AC (1913)]; Rheda, Carmen (al tren), Sevilla, 1912; Omnibus Hispanis Latinitatis Cultoribus, Adhortatio, Sevilla, 1924; Virgini Mariae de Guadalupe, Sevilla, 1924; Cervantinae Fabullae Exemplaris, cui titulus: “Rinconete y Cortadillo”, nempe, Anconulus et Caesulus, Sevilla, 1926 [ed. en AC, n.º 29 (1973), págs. 64-98]; F. Rodríguez Marín, Madrigales y sonetos, vers. lat. de ~, s. l., Imprenta de Archivos y Museos, s. f.; Carmen Pio IX dicatum, s. f. [ed. en Ephemerides Calasanctianae (1910)].

 

Fuentes y bibl.: Archivo Provincial de las Escuelas Pías T. D., Madrid, Manuscritos del P. Jerónimo Córdoba, C.0665/01-04; Redacción, “Necrología”, en Ephemerides Calasanctianae (1934), pág. 36; M. Rodríguez, Real Academia Sevillana de Buenas Letras, Sevilla, 1946, págs. 45-51; V. Faubell, “Jerónimo Córdoba Roldán”, en AC (1973), págs. 5-17; L. M. Bandrés (coord.), Diccionario enciclopédico escolapio (DENES), Salamanca, Ediciones Calasancias, 1983, págs. 167-168; http://www.escolapiostd.es/escolapiosinsignes/jeronimocordoba.htm.

 

Valeriano Rodríguez Sáiz, SChP