Juan de Molina, Pedro. Onil (Alicante), 4.IX.1697 – Villarreal de los Infantes (Castellón), 28.VII.1775. Teólogo, ministro general de la Orden franciscana (OFM).
Fueron diez hermanos, de los cuales siete fueron sacerdotes.
Tres de ellos fueron jesuitas y dos se hicieron sacerdotes del clero secular. Pedro Juan de Molina vistió el hábito de franciscano descalzo en el convento de San Juan de la Ribera de Valencia, junto con otro hermano suyo llamado Antonio. Fue lector de Artes en el convento de Loreto de Monforte del Cid y de Teología en el de Valencia.
Sus dotes humanas y morales le granjearon el aprecio de sus superiores, que pronto le encomendaron cargos de confianza. Fue secretario de los descalzos en Roma. En el Capítulo General, celebrado en Valladolid en 1740, fue elegido procurador general de los descalzos de España y de los recoletos de Francia. Gracias a sus gestiones consiguió que el 12 de julio de 1736 el convento de San Pascual Bailón y los Santos Cuarenta Mártires de Roma, se agregase a la provincia descalza de Valencia. Consiguió del papa Benedicto XIV que el 23 de enero de 1745 se proclamase patrona canónica de Onteniente a la Santísima Virgen María en el misterio de su Purísima Concepción.
El 16 de mayo de 1750 fue elegido en el Capítulo General celebrado en Roma ministro general de la Orden franciscana. Durante su mandato se relacionó con sus súbditos por medio de pastorales, buscando el cumplimiento y la observancia de la vida franciscana; formó planes de estudios para los estudiantes; incrementó los libros en las bibliotecas, mejoró los edificios conventuales, ensanchó y reparó las iglesias, hermoseó los altares, cuidó las enfermerías para que se atendiese debidamente a los enfermos. Colocó la imagen de mármol de san Pedro de Alcántara en la basílica de San Pedro de Roma, obra de Francisco de Vergara, junto a los fundadores de las órdenes religiosas, restauró los lugares santificados por la presencia de este santo en Extremadura y proyectó la construcción de la capilla que guardan sus reliquias en Arenas de San Pedro.
Cesó en el cargo el 5 de junio de 1756, pero de nuevo en el Capítulo General, celebrado en Mantua, el 29 de mayo de 1762, fue elegido de nuevo para este puesto. Durante este segundo mandato, debido a las circunstancias sociales que ocurrían, tuvo que sufrir muchos sinsabores.
Cumplido el tiempo reglamentario, convocó Capítulo General en el convento de San Francisco de Valencia, que se celebró el 21 de mayo de 1768 y que fue presidido por el arzobispo de Valencia, Andrés Mayoral. Salió elegido el padre Pascual Frosconi de Varese, a quien dejó su espíritu, sus máximas, sus preceptos y una parte de su gloria.
Exonerado del cargo, se retiró al convento de Nuestra Señora del Rosario de Villarreal de los Infantes a prepararse para morir. Desde el primer día que llegó a este convento se estableció un sistema de vida muy edificante. Guardaba con gran rigor el silencio, el retiro, la obediencia, la guarda de las leyes y ceremonias, la puntualidad y asistencia al coro, celebraba la misa todos los días con gran devoción, fregaba y barría con gran humildad.
Murió el 28 de julio de 1775 y fue enterrado en el suelo, ante la puerta del camarín, donde se veneraban los restos mortales de san Pascual Bailón.
Obras de ~: Demostración de la justicia que asiste al Rvmo. P. Fr. Rafael Lugagnano, General de toda la Orden del Seráfico P. S. Francisco en la causa de retención que se controvierte en la Sala de Justicia del Supremo Consejo de Castilla: expónela por su Rvma., el P. Fr. Pedro Juan de Molina, Procurador general de la Corte Romana, de los Descalzos y Recoletos de la familia Cismontana de dicha Orden, en folio, sin nombre de impresor, la fecha en Madrid, 28 de julio de 1748; Respuesta al Memorial presentado al Rey nuestro Señor por el Rvdmo. P. Fr. Juan de la Torre, Comisario General de la familia Cismontana, s. l., s. f.; Carta Pastoral en que explica la satisfacción del Rey por el modo con que se portaron los religiosos en Méjico en el extrañamiento de los jesuitas, s. l., s. f. (ms.); Lecciones secundii Nocturni quas ex novo Decreto Recitant Minoritas in festo BH. Joannis de Prado Martyris, s. f.
Bibl.: J. P. Fuster, Biblioteca valenciana de los escritores que florecieron hasta nuestros días, vol. II, Valencia, Imprenta y Librería de Ildefonso Mompié, 1830 (ed. facs., Valencia, Colección Biblioteca Valenciana, 1980, págs. 81-86); M. de Castro, “Correspondencia del Rvdmo. P. Pedro Juan de Molina, ministro general de los franciscanos, con Manuel de Roda, agente español de preces en Roma (1760-1865)”, en Archivo Ibero Americano, 30 (1970), págs. 425-460; 31 (1971), págs. 369- 400; P. García Barriuso, San Francisco el Grande, de Madrid. Aportación documental para su historia, Madrid, Editorial Imprimatur, 1975, págs. 154-157, 204-207 y 226-227; M. de Castro, “Molina, Pedro Juan de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de la Historia Eclesiástica de España, Suplemento, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1987, págs. 496-497; A. Llin Cháfer, Modelos de vida cristiana, Valencia, Edicep, 1999, págs. 167-168.
Arturo Llin Cháfer