Urbina y Gaytán de Ayala, Ramón María. Marqués de la Alameda (II). Pamplona (Navarra), 2.IX.1751 – Vitoria (Álava), 5.XII.1824. Hacendado y político.
Hijo de un militar vitoriano que alcanzó su máximo destino en la capital navarra, y de una aristócrata guipuzcoana, su infancia y juventud transcurrieron entre sus estudios en Francia y una breve carrera castrense donde apenas alcanzó el grado de capitán. Aquélla fue interrumpida en 1774 para volver a su tierra, alegando el motivo de tener que hacerse cargo de su casa. Inició su carrera política en 1781 como alcalde de Vitoria, destacando su proyecto de ampliación de la ciudad con la construcción de la llamada Plaza Nueva. Aunque volvió a ser máximo responsable del Ayuntamiento en 1796, su trayectoria hasta comienzos del xix se vinculó más a actividades culturales que a acciones políticas. Fue socio de número de la Sociedad Bascongada de Amigos del País, agrupación elitista donde contaba con varios familiares entre sus dirigentes, y se caracterizó por su fomento de las actividades artísticas y culturales. Así, financió las actividades eruditas de su capellán y administrador de bienes, Lorenzo del Prestamero, destacando su interés en la formación de un excelente gabinete de Antigüedades y de Historia Natural. Perteneció al círculo de notables —primero ilustrados, luego afrancesados y finalmente liberales moderados— que dominó la vida sociopolítica vitoriana y alavesa en la crisis del Antiguo Régimen. Ya había participado eventualmente en diversas actuaciones al servicio de la provincia desde que actuó como comisionado en Corte en 1779, donde intentó inútilmente suavizar la política ministerial vista como antiforal desde el País Vasco a raíz de los decretos de libre comercio. Pero su principal actividad política tuvo lugar durante su gestión como diputado general de Álava en el trienio que siguió a diciembre de 1803.
Su mandato fue difícil, ya que coincidió con la vuelta al poder de Manuel Godoy, tras el breve período de Mariano Luis de Urquijo al frente del Gobierno español. Según se veía desde el País Vasco, las provocaciones y excesos de los guardias de la Aduana de Cantabria frente a la población civil y a las autoridades locales eran continuas, bajo el pretexto de reprimir el contrabando. Al final, en febrero de 1803, estalló el conocido como Motín de Módenes. A consecuencia del castigo contra la revuelta, intentó negociar Urbina con diversos círculos de la Corte que eran cercanos al valido, ofreciendo dinero y sobornos, que fueron, en principio, aceptados, pero que no tuvieron éxito a medio plazo. Godoy reprochaba la supuesta traición de Vitoria a España en la Guerra de la Convención y recriminaba las consideradas por él como ofensas a la soberanía regia que se cometían a la sombra de los fueros. La política de Alameda fue ganar tiempo ante lo que se veía como un ultraje a los contemplados como voluntarios pactos de Álava con la Corona establecidos desde época medieval. Poco después de terminar su mandato, y ante la amenaza del Príncipe de la Paz de acometer un severo ataque a los fueros alaveses, considerados desde Madrid como privilegios otorgados por la Corona, se aceptó por la provincia, y sin condiciones, las reformas impuestas por el valido que aumentaban la jurisdicción central en asuntos de contrabando.
En 1810, y tras la primera abolición radical de la foralidad por el régimen napoleónico, fue nombrado miembro del Consejo de Provincia de Vizcaya que, de alguna manera, suponía el intento de sustraer las Provincias Vascongadas al mando directo de José I e integrarlas en el ámbito del imperio francés. A pesar de que intentó matizar su colaboracionismo, acogiéndose pronto a un retiro entre sus familiares de Guipúzcoa, su palacio fue asediado en 1814 por la plebe absolutista amotinada en Vitoria que atacó a los notables considerados afrancesados. La protección de un familiar con altos méritos militares, que fue ministro en los gobiernos absolutistas de Fernando VII, le salvó de graves represalias políticas, al igual que sucedería tras 1823, cuando se censuraba su moderado liberalismo en el trienio. Casado dos veces, no tuvo descendencia del primer matrimonio y sí una hija del segundo, que se convirtió en esposa del importante político fuerista Íñigo Ortés de Velasco.
Obras de ~: Breve exposición que Ramón María de Urbina Gavión de Ayala hace a un amigo suyo a consecuencia de la curiosidad que le ha manifestado con motivo de las ocurrencias acaecidas en Vitoria, Vitoria, 1814.
Bibl.: J. Vidal-Abarca, “Escudos en Vitoria, edificios civiles.
Primera parte”, en Boletín de la Institución Sancho El Sabio (Vitoria), 24 (1980), págs. 5-174; R. de la Torre, “La revuelta contra Módenes: ¿una zamacolada en Alava?”, en Congreso de Historia de Euskal Hernia, IV, San Sebastián, Txertoa, 1989, págs. 277-288; “Hacienda real y contrabando: algunos conflictos en la crisis del Antiguo Régimen alavés”, en Kultura, 3 (1991), págs. 89- 98; “Hacienda Real en Alava durante el siglo xviii: conflictividad y reglamentación”, en Cuadernos de Sección Historia-Geografía (San Sebastián), 19 (1992), págs. 79-95; J. Gracia Cárcamo, “Urbina, Ramón María de”, en M. Urquijo (ed.), Diccionario biográfico de los Diputados Generales, Consultores y Secretarios de Gobierno de Alava (1800-1876), Vitoria, Diputación Foral de Alava, 2004, págs. 374-405.
Juan Gracia Cárcamo
