Ayuda

Luis Née

Biografía

Née, Luis. Le Perray-en-Yvelines (Francia), 30.VII- 21.IX.1734 – Madrid, 3.X.1807. Botánico.

Nació en Le Perray-en-Yvelines, cerca de París, seguramente entre el 30 de julio y el 21 de septiembre de 1734, hijo de Luis Née y de María Chaumet.

Aunque nada se sabe de su formación, no debió de tener más estudios que los básicos; y debe ser cierto, como él mismo manifiesta repetidamente, que desde joven tuvo afición a la Botánica.

Hacia 1772-1773 aparece como colector de plantas para la botica del Monasterio de Santa María de la Espina (Castromonte, Valladolid), regentada por el padre Matías Villares.

Allí permaneció hasta 1777, herborizando para la botica, a las órdenes de Villares y en contacto con el Real Jardín Botánico madrileño, entonces bajo la dirección científica de su primer profesor, Casimiro Gómez Ortega; así, colectó en las montañas de Asturias y Cantabria —aquí en compañía de Francisco Perojo, boticario de Vargas—, por las tierras de Burgos, “montañas de Galicia”, Alcántara, Bodonal y sierras de Guadalupe, en Extremadura, y verosímilmente por los alrededores de la Abadía de Santo Domingo de Silos, en Burgos — donde conocería al padre Isidoro Saracha, boticario de ese monasterio, y a su colector Juan Allar—, la sierra de la Demanda, Urbión y el Moncayo.

En 1777 pasó al servicio particular del mentado Gómez Ortega, igualmente como colector de plantas; viajó con el profesor, en el verano de 1777, a Trillo (Guadalajara) y en la primavera y el verano de 1779 a Puertollano (Ciudad Real) y faldas de Sierra Morena, más las inevitables excursiones por los alrededores de Madrid y la sierra de Guadarrama; cooperó también, en el traslado de plantas desde el primer asiento del Jardín Botánico, en la Huerta de Migas Calientes (junto al río Manzanares, no lejos de lo que hoy se denomina Puerta de Hierro) al nuevo en el Prado de San Jerónimo (donde actualmente continúa).

El 15 de mayo de 1780 fue empleado, como practicante de farmacia, por Luis Blet y Gacel, boticario mayor del Ejército del Campo de Gibraltar, para la creación de un jardín de plantas medicinales en el Hospital Viejo de la ciudad de Algeciras —a causa del cerco de Gibraltar, que comenzó en junio de 1779 y terminó en enero de 1783—. Recorrió y herborizó, en los años 1780-1782, los alrededores de Algeciras, hasta la Serranía de Ronda y la Sierra Bermeja de Estepona; plantas que cultivó en el jardín algecireño y que envió repetidamente al Jardín Botánico madrileño y a las reales boticas.

Tras el fin de las hostilidades, Née volvió a Madrid y el 23 de octubre de 1783 estaba otra vez pidiendo trabajo, al aparecer sin éxito; por fin lo encontró, en el verano de 1784, a las órdenes de Mauricio de Echandi Moltalvo, que había sido nombrado protomédico de Navarra el 22 de junio de 1780 —aunque no se incorporó hasta octubre de 1783, tras el fin del sitio del Peñón; antes había sido protomédico del ejército que sitiaba Gibraltar y allí, sin duda, conoció a Née—. Éste partió hacia Pamplona el 6 de agosto con el título de demostrador de Botánica en el jardín que, dependiente de una Cátedra de Farmacia, se pensaba establecer en dicha ciudad, formando parte de un Colegio de Medicina, Cirugía y Farmacia también de nueva creación. Debería ocuparse no sólo de la recolección y cultivo de plantas, de enseñar y dar todo tipo de clases prácticas y de formar un herbario de plantas secas para el citado jardín, sino de herborizar y coger plantas vivas también para el Jardín Botánico madrileño; a tal fin, el 25 de octubre de 1784 fue nombrado correspondiente del Real Jardín Botánico en la ciudad de Pamplona; así, desde 1784 hasta 1786, incluido, colectó abundante material, sobre todo en el Pirineo navarro y alrededores de Pamplona.

Tras la muerte de Mauricio de Echandi, en noviembre de 1785, quedaron en suspenso todos los proyectos mencionados anteriormente. Desde marzo de 1786 hasta la primavera de 1787 solicitó reiteradamente, aunque sin éxito, una plaza en el recién creado Jardín Botánico de Cartagena. Volvió a Madrid hacia el fin del verano de 1786 y no tuvo trabajo conocido hasta mayo de 1787, cuando el sumiller de Corps, marqués de Valdecarzana, “condolido de su miseria”, lo colocó como jardinero en el madrileño Jardín de la Priora o de la Real Botica.

Allí estuvo hasta que Antonio Pineda y Ramírez, encargado de buscar otro naturalista para el “viaje científico y político alrededor del mundo”, que se estaba gestando en el Ministerio de Marina a propuesta de los capitanes de fragata Alejandro Malaspina y José Bustamante y Guerra, pensó en Luis Née, quien recibió el nombramiento real “para el encargo de la Botánica” el 4 de febrero de 1789.

El día 5 de junio partió de Madrid y el 30 de julio zarpó de Cádiz en la corbeta Atrevida, al mando de Bustamante; con él iba José Guío y Sánchez, el dibujante y disecador. Su compañero y jefe, Antonio Pineda, viajó en la Descubierta que comandaba Malaspina. El otro naturalista, Tadeo Haenke, se incorporaría a la expedición mucho más tarde, el 2 de abril de 1790, en Santiago de Chile. Siguió Née, lógicamente, la derrota de la Atrevida, salvo en las siguientes escalas: en Acapulco, donde con Antonio Pineda y otros expedicionarios quedó en tierra para viajar a México capital y recorrer el centro del virreinato, desde el 20 de abril hasta el 20 de diciembre de 1791 —mientras, las dos corbetas fueron a Puerto Mulgrave (Alaska), Puerto Nutka (Vancouver, Canadá) y Monterrey (Estados Unidos)—; en Sorsogón (Luzón, Filipinas) el 17 de marzo de 1792 para ir por tierra hasta Manila, adonde llegó el 21 de junio, y en Talcahuano (Chile), el 3 de diciembre de 1793, para ir a Santiago de Chile (15 de febrero de 1794) y, de ahí, por Mendoza (27 de febrero de 1794), atravesando las Pampas, a Buenos Aires (1 de mayo de 1794) y Montevideo, donde reencontró a las corbetas el 4 de junio de 1794.

Además de las citadas excursiones terrestres, también se apartó de los fondeaderos: en Montevideo, desde el 29 de septiembre al 4 de octubre de 1789, viajó con Malaspina, Felipe Bauzá y Cañas, Antonio Pineda y otros expedicionarios hasta Maldonado; en Valparaíso (Chile), del 12 de marzo al 13 de abril de 1790, penetró doce leguas hacia Quillota; en Coquimbo (Chile), del 19 al 29 de abril de 1790, se internó diecisiete leguas valle adentro; en Callao (Perú), hacia el 15 de junio y hasta el 24 de julio de 1790, viajó con el dibujante Francisco Pulgar a las quebradas de Canta y montaña de la Viuda; en Guayaquil, del 4 al 21 de octubre de 1790, con Antonio Pineda, Juan Vernacci y Retamal y quizá con el dibujante José Guío, al Chimborazo y Tunguragua; en Panamá, entre el 17 de noviembre y el 10 de diciembre de 1790, siete leguas hacia Portobelo, en la costa atlántica; en Manila, desde el 1 hasta finales de agosto de 1792, con Juan de Cuéllar y Haenke, hacia la Hacienda de Calaúan; y en Puerto Jackson (Australia), desde el 14 de marzo hasta el 10 de abril de 1793, por los alrededores y hacia Parramatta y Bahía-Botánica. Las corbetas regresaron al puerto de Cádiz el 21 de septiembre de 1794.

Tras la muerte de Pineda en Badoc (isla de Luzón, Filipinas) el 23 de junio de 1792, y la ausencia de Haenke, que había desembarcado en Callao (Perú), en julio de 1783, con la intención de atravesar la América meridional por el Alto Perú (Bolivia) hasta el Río de la Plata, y que nunca volvió a Europa —murió en Cochabamba (Bolivia) el 4 de noviembre de 1816—, Née quedó en la Península como el único de los naturalistas de la expedición marítima. Reunió y ordenó, en su casa de la calle del Humilladero, n.º 2, el copioso herbario colectado —de unos doce mil especímenes distintos— y los dibujos botánicos —quedan hoy 264: 174 de Guío, uno de José Gutiérrez, 71 de Francisco Lindo, 2 de José del Pozo, 13 de Francisco Pulgar y 3 anónimos—. Se le encomendó escribir una “Historia general de las plantas”, donde supuestamente se publicarían los resultados botánicos de la expedición. Trabó amistad con Antonio José Cavanilles y Palop, quien desde 1796 frecuentaba su casa o, mejor dicho, su herbario —en sus trabajos publicó 477 especies nuevas sobre la base de las recolecciones de Née en la expedición marítima—, que fue hasta el fin de sus días su mayor valedor y apologista, publicando en los madrileños Anales de Ciencias Naturales, que él impulsó, todo lo que Née dejó impreso y unos cuantos relatos entresacados de sus cuadernos de viaje.

Así continuaron las cosas hasta que el 28 de septiembre de 1801, tras las gestiones de Cavanilles, recién nombrado director del Real Jardín Botánico, se aprobó que Née depositase las mencionadas colecciones de plantas y dibujos —más 403 descripciones botánicas manuscritas y una copia de su relación de méritos—, en dicho Jardín Botánico (donde aún se conservan) por los 2.093 reales que le había costado su traslado desde Cádiz a Madrid y una pensión de viudedad para su segunda esposa, Ruperta Sánchez, “correspondiente a los doce mil reales de sueldo que él disfruta” (pensión que la viuda nunca cobró).

El estudio del herbario de Née tuvo mucha importancia en la obra de Cavanilles y de su discípulo Mariano de Lagasca Segura; pero su importancia se acrecentó tras el temprano intercambio de los duplicados con otros herbarios o colectores botánicos, y su consiguiente dispersión, lo cual es causa de que el nombre de Née sea citado con muchísima frecuencia en las publicaciones botánicas.

Seguramente estos últimos años de su vida fueron los más felices: tenía un sueldo asegurado; una segunda mujer acaso joven (al morir dejó un hijo de edad temprana —la primera, Francisca Águeda Luz, debió de morir en el transcurso de la expedición—), dos hijos (uno de cada matrimonio), José Juan, el mayor, y José Bernardo, el menor; publicó entre 1801 y 1803 cinco artículos; continuó herborizando y colectando semillas por los alrededores de Madrid y se carteó con los botánicos europeos y fue elogiado por ellos. Pero tras la temprana y repentina muerte de Cavanilles, el 10 de mayo de 1804, volvió el silencio, hasta la noticia de su fallecimiento, el 3 de octubre de 1807, a los 73 años de edad.

 

Obras de ~: Relación de las Maderas que yo Don Luis Neé, Botánico de S. M. en la expedición alrededor del mundo, he observado en las diversas Provincias que hemos recorrido desde el año de 1789 hasta el de 1794 [...], Madrid, 1797; “Descripción de varias especies nuevas de Encina (Quercus de Linneo)”, en Anales de Ciencias Naturales (ACN), t. 2, n.º 9 (1801), págs. 260-278; “De la Abacá, que es la Musa textilis”, en ACN, t. 4, n.º 11 (1801), págs. 123-130; “De la Pistia stratiotes”, en ACN, t. 5, n.º 13 (1802), págs. 76-82; “Del Buyo”, en ACN, t. 6, n.º 18 (1803), págs. 289-297; “Noticias sobre el volcan de Albay y sus cercanías”, en ACN, t. 6, n.º 18 (1803), págs. 297-303; “Account of a new Species of Plantain, called Abacà”, en Annals of Botany (AB), (London), 1, part. 2 (1804), págs. 200-206; “Description of several new Species of Oak”, en AB, 2, part. 1 (1805), págs. 98-111; “Observations on Pistia Stratiotes of Linnaeus”, en AB, 2, part. 2 (1805), págs. 252-255; “Viajes de Dn. Luis Née desde Talcahuano hasta Santiago de Chile y desde Mendoza a Buenos Aires”, en J. F. Blanco (ed.), Documentos para la historia de la vida pública del Libertador de Colombia, Perú y Bolivia [...], t. II, Caracas, 1875 (ed. facs., Caracas, 1977); [Descripciones botánicas de plantas mexicanas], en V. González Claverán, La expedición científica de Malaspina en Nueva España (1789-1794), México, 1988, págs. 481-495; “Maderas de las inmediaciones de Acapulco”, en V. González Claverán, Malaspina en Acapulco, Madrid, Turner, 1989, págs. 213-214; “Diario del botánico don Luis Neé desde el puerto de Sorsogón a Manila por tierra en 1792”, “Recapitulación total de las observaciones y colección del viaje desde Sorsogón hasta Manila”, “Lista de las producciones naturales que he recogido en el viaje que hice por tierra desde Sorsogón hasta Manila, y que remito a España, para agregarse con las demás ya remitidas de varios parajes concernientes al viaje alrededor del Globo”, “Viaje desde Talcahuano hasta Santiago de Chile por Don Luis Neé y desde Mendoza a Buenos Ayres por el mismo sujeto”, [Diario del viaje de Luis Neé desde Mendoza a la Colonia del Sacramento], “Buenos Ayres”, “Aves que he visto por las Pampas”, “Miscelánea de correspondencia y documentos administrativos acerca de Luis Née” y “Miscelánea de noticias etnobotánicas y otras curiosidades entresacadas de las descripciones de plantas neesianas que se conservan en el archivo del Real Jardín Botánico”, en F. Muñoz Garmendia (ed.), Diarios y trabajos botánicos de Luis Neé, [La expedición Malaspina 1789-1794, t. III], Madrid, Ministerio de Defensa, 1992, págs. 63-79, págs. 81-82, págs. 83-85, págs. 97-137, págs. 147-186, págs. 187-190, págs. 191-192, págs. 209-287 y págs. 303-333, respect.; “Descripción de los negritos del Monte de Manila” y “Estancia en Pto. Jackson. Viaje por tierra a Bahía Botánica y Parramata”, en M. D. Higueras Rodríguez y J. Pimentel Igea (eds.), Antropología y noticias etnográficas [La expedición Malaspina 1789-1794, t. V], Madrid, Ministerio de Defensa, 1993, págs. 169-171 y págs. 181-188, respect.

 

Bibl.: A. J. Cavanilles, “Observaciones sobre el suelo, naturales y plantas del Puerto Jackson y Bahía-Botánica”, en Anales de Historia Natural, t. 1, n.º 3 (1800), págs. 181-239, tabs. 11-16; A. J. Cavanilles, “Del terremoto que se observó en el Reyno de Quito en 1797”, en Anales de Historia Natural, t. 2, n.º 4 (1800), págs. 91-104; E. Álvarez López, “Noticia acerca de las plantas ultramarinas estudiadas por Cavanilles, y en particular las recolectadas por Luis Née”, en Revista de Indias, 25 (1946), págs. 503-540; C. H. Muller y R. McVaugh, “The oaks (Quercus) described by Nee (1801), and by Humboldt & Bonpland (1809), with comments on related species”, en Contributions from the University of Michigan Herbarium, 9, fasc. 3-7 (1972), págs. 507-522; B. G. Beddall, “Scientific books and instruments for an eighteenth-century voyage around the world: Antonio Pineda and the Malaspina Expedition”, en Journal of the Society for the Bibliography of Natural History, 9, fasc. 2 (1979), págs. 95-107; I. H. W. Engstrand, “The Pineda expedition from Acapulco to Mexico City, 1791” y “Pineda’s survey of Mexican Pueblos and Natural Resources”, en I. H. W. Engstrand (ed.), Spanish scientists in the New World, Seattle, London, 1981, págs. 76-88 y págs. 89-108, respect.; A. I. Salkin, “A short history of the discovery and naming of Banksias in eastern Australia: part 4. The Abbe Antonio Jose Cavanilles, Robert Brown, and Franz W. Sieber”, en Victorian Naturalist, 98, fasc. 5 (1981), págs. 191-194; C. Sotos Serrano, Los pintores de la expedición de Alejandro Malaspina, Madrid, 1982, 2 ts.; D. A. Madulid, “The botanical results of the Malaspina Expedition (1789-1794)”, en Kalikasan, 12, fasc. 1-2 (1983), págs. 1-14; F. Muñoz Garmendia, “Miscelánea sobre Luis Neé y la Botánica en la expedición Malaspina”, en M. Palau (ed.), La expedición Malaspina 1789- 1794. Viaje a América y Oceanía de las corbetas Descubierta y Atrevida, Madrid, 1984, págs. LXXXIV-XCIII; M. Á. Calatayud Arinero, Catálogo de las expediciones y viajes científicos españoles a América y Filipinas (siglos xviii y xix). Fondos del archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid, 1984 (Colección Tierra y Cielo Nuevo, 12); M. D. Higueras, Catálogo crítico de los documentos de la expedición Malaspina (1789-1794) del Museo Naval, Madrid, 1985-1994, 3 ts.; D. A. Madulid, “An Enumeration of Plants Collected by Haenke and Née in the Philippines During the Malaspina Expedition (1792)”, en The Philippine Scientist, 25 (1988), págs. 57-126; A. Galera Gómez, La Ilustración española y el conocimiento del Nuevo Mundo. Las Ciencias Naturales en la expedición Malaspina (1789-1794): La labor científica de Antonio Pineda, Madrid, 1988; V. González Claverán, La expedición científica de Malaspina en Nueva España (1789-1794), México, 1988; Malaspina en Acapulco, Madrid, 1989; F. Muñoz Garmendia, “Algo más sobre Neé y sus aportaciones a la Botánica”, M. D. Higueras, “Láminas botánicas” y “Catálogo de láminas botánicas”, en M. D. Higueras (ed.), La Botánica en la expedición Malaspina 1789-1794 [...], Madrid, Lunwerg Editores, 1989, págs. 59-70, págs. 99-166 y págs. 167-214, respect.; D. A. Madulid, “The life and work of Luis Née, botanist of the Malaspina expedition”, en Archives of Natural History, 16, fasc. 1 (1989), págs. 33-48; A. Malaspina, “Diario general del viaje”; F. Muñoz Garmendia (ed.), “Diarios y trabajos botánicos de Luis Neé”; M. V. Ibáñez Montoya, “Trabajos científicos y correspondencia de Tadeo Haenke”; M. D. Higueras Rodríguez y J. Pimentel Igea (eds.), “Antropologia y noticias etnograficas”; E. Estrella, “Trabajos zoológicos, geológicos, químicos y físicos en Guayaquil de Antonio Pineda Ramírez”; J. Bustamante y Guerra, “Diario general del viaje. Corbeta Atrevida”, en La expedición Malaspina 1789-1794, Madrid, Barcelona, Lunwerg Editores, 1987-1999, 10 vols.; F. Muñoz Garmendia, “La Botánica y los botánicos de la expedición Malaspina”, y E. García Guillén, “Catálogo de dibujos de la expedición Malaspina del Real Jardín Botánico: sección del fondo Née” y “Catálogo de documentos de la expedición Malaspina del Real Jardín Botánico: sección del fondo Née”, en M. P. de San Pío Aladrén y M. D. Higueras Rodríguez (eds.), La armonía natural. La naturaleza en la expedición marítima de Malaspina y Bustamante (1789-1794) [...], Madrid, Barcelona, Lunwerg Editores, Real Jardín Botánico, 2001, págs. 63-82, págs. 93-236 y págs. 237-255, respect.; F. Muñoz Garmendia, “Cavanilles y las expediciones científicas hispanas: resultados científicos”, en F. Muñoz Garmendia (ed.), La Botánica Ilustrada. Antonio José Cavanilles (1745- 1804), jardines botánicos y expediciones científicas, Barcelona, Lunwerg Editores, 2004, págs. 135-191; F. Muñoz Garmendia, E. García Guillén y M. C. Velasco, “Colecciones y documentación científica de los naturalistas de la Expedición Malaspina, Antonio Pineda, Luis Née y Tadeo Haenke”, en M. Palau, E. Soler y J. Oparný, El paraíso ilustrado. Malaspina y Haenke en el Nuevo Mundo, siglos XVII-XIX, Madrid, Barcelona, Lunwerg Editores, 2006, págs. 137-163.

 

Félix Muñoz Garmendia