Flores y la Barrera, Joaquín Juan de. Almonte (Sevilla), 20.XI.1759 – Madrid, 26.V.1812. Jurista, militar, académico de número de las Reales Academias Española, de la Historia y Sevillana de Buenas Letras.
Hijo de Pedro Rafael de Flores y la Barrera, alguacil mayor y juez de heredades de Almonte, y de Ana Pinteño Guerra y Zamora. Adoptó los dos primeros apellidos de su padre, aunque algún biógrafo se refiere a él como Joaquín Juan Flores Pinteño.
Se trasladó muy joven a Madrid llamado por su tío paterno José Miguel de Flores. Bajo su dirección estudió Lógica, Matemáticas, Física Experimental y Filosofía Moral en los Reales Estudios de Madrid y, por encargo de su catedrático de Física, defendió una disertación sobre la Oscilación de los péndulos. Fue discípulo de Griego de Casimiro Flórez Canseco.
Estudió Derecho en la Universidad de Alcalá de Henares y se graduó de bachiller en 1780. Un año antes había sido nombrado miembro de la Academia de Derecho Civil y Canónico de San Felipe Neri, de Madrid, donde ocupó los cargos de profesor, presidente, vicepresidente, fiscal, censor y secretario. También fue miembro de la Academia de Jurisprudencia Práctica de la Purísima Concepción. Allí actuó como juez, promotor fiscal y relator y obtuvo los cargos de fiscal, revisor, secretario y archivero. Preparó y leyó disertaciones sobre importantes figuras jurídicas como la prescripción, la renta de la nieve y del hielo en España y su recaudación, la licitud de la persecución del enemigo en un país amigo o neutral, las prerrogativas de los labradores, etc. También dictó lecciones sobre Historia del Derecho como Sobre el origen y progresos de la Jurisprudencia en España, hasta la dominación de los Romanos o Sobre la estrecha conexión de la Historia con el estudio de las Leyes y del Derecho Público.
A finales de 1780 fue admitido en la Real Academia de Derecho Español y Público, donde leyó numerosas disertaciones y revisó y censuró obras remitidas por la Cámara de Castilla. De 1780 a 1784 ejerció como abogado en el estudio de su tío José Miguel.
En 1785 se incorporó al Colegio de Abogados de Madrid, fue elegido miembro honorario de la Real Academia Buenas Letras de Sevilla y miembro de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, en la que ocupó varios cargos. Cuando recibió el nombramiento de protector del Colegio Académico de Profesores de Primeras Letras de Madrid, pronunció, en 1786, un Discurso sobre el Arte de escribir y sobre la Gramática y lenguaje castellano.
En 1786 fue nombrado abogado-fiscal del Juzgado de Guerra del Gobierno y Comandancia de Madrid. Al año siguiente fue académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, supernumerario en 1789 y de número en 1802. Fue censor de la corporación y, en 1803, ocupó el cargo de secretario perpetuo. En 1793 fue designado interino en la Asesoría de Guerra de Madrid, pasando posteriormente a Cifuentes. Un año después recibió el cargo en propiedad. En 1795 fue promovido a auditor de Guerra de la Capitanía General de Castilla la Nueva. En 1796 pasó como oidor a la Audiencia de Sevilla.
Fue académico honorario de la Real Academia Española en 1795, pasó a supernumerario un año después y fue de número (silla B) en 1798. En 1806 ocupó una de las plazas destinadas a la redacción del Diccionario de la Lengua Castellana, para lo que aprovechó los materiales, hoy perdidos, que había reunido para un Diccionario de locuciones viciosas de la Lengua Castellana.
En 1807 fue nombrado juez subdelegado del Supremo Consejo del Almirantazgo; en 1808 contrajo matrimonio con Josefa Ruano Calvo; no tuvieron hijos.
José Bonaparte, cuando accedió al trono, suprimió la plaza de auditor de Guerra y encarceló a Flores al descubrir en su correspondencia que apoyaba a los insurrectos de Cádiz. Compartió prisión con Joaquín María Sotelo. Con posterioridad fue indultado y falleció a los pocos años.
Obras de ~: Romance endecasílabo, en celebridad del feliz nacimiento de los Serenísimos Señores Infantes Don Carlos y Don Felipe de Borbón, con dos Sonetos al Excmo. Sr. D. Antonio Barceló, Teniente general de la Armada, congratulándole por el feliz éxito de la expedición contra Argel, que se ha confiado a su mando en este año, Madrid, Manuel de Sancha, 1783; marqués de Caracciolo, Inoculación del sano juicio, trad. y notas de ~, Madrid, Real Academia de Derecho Español, 1783; “Soneto a la buena memoria de José Cadalso”, en J. Cadalso, Sancho García, Conde de Castilla, Tragedia española, Madrid, Imprenta del Real y Supremo Consejo de Indias, 1784; “Sonetos”, en C. M. Trigueros, Los Menestrales, Madrid, por Don Antonio de Sancha, 1784; Discurso pronunciado en la toma de posesión del cargo de Protector del Colegio Académico de Profesores de primeras letras de Madrid el 29 de junio de 1786, Madrid, 1786.
Bibl.: J. Sempere y Guarinos, “Trigueros”, Ensayo de una Biblioteca Española de los mejores escritores del Reinado de Carlos III, t. IV, Madrid, Imprenta Real, 1789, pág. 99; C. A. Barrera y Leirado, “Biografías de D. José Miguel de Flores y de D. Joaquín de Flores”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, t. LXXXI (1922), págs. 255-300; F. Aguilar Piñal, La Real Academia Sevillana de Buenas Letras en el siglo xviii, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1966; Marqués de Siete Iglesias, “Real Academia de la Historia.
Catálogo de sus individuos. Noticias sacadas de su archivo”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, t. CLXXXV, cuad. I (enero-abril), Madrid, Real Academia de la Historia, 1978; A. Zamora Vicente, La Real Academia Española, Madrid, Espasa, 1999.
Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente
