Floranes Vélez de Robles y Encinas, Rafael. Tanarrio (Cantabria), 8.V.1743 – Valladolid, 6.IX.1801. Historiador y jurista.
Nació de una familia hidalga en el pequeño pueblo lebaniego de Tanarrio, justamente al pie de los Picos de Europa. Su padre se llamaba José de Floranes y su madre, Bernarda Alonso de Encinas. De un tío suyo, capitán de caballería, Floranes heredó el título de señor de Tabaneros.
Hizo sus estudios de Derecho en la Universidad de Valladolid y pasó después a Bilbao, donde contrajo matrimonio con María Ignacia de Goicoechea y Sagarmínaga. En 1768 fue nombrado procurador del Corregimiento de la villa, cargo que no llegó a ejercer.
En 1770 pasó a Vitoria, al parecer pensionado por el duque de Berwick, con el fin de estudiar en los archivos la ascendencia materna de este prócer que estaba enraizada con la famosa casa de Ayala. Con tal motivo vivió en la ciudad hasta 1778. Allí este prolífico autor escribió Historia Genealógica de la Casa de Ayala, Vida del Canciller López de Ayala, Colección de Escrituras, Apuntamientos y Memorias de los Señores de la Casa de Ayala, Historias más principales de España puestas por clases y orden cronológico, Discurso histórico y legal sobre la esención y libertad de las tres Nobles Provincias Vascongadas. Origen del derecho de Diezmos y el de las Aduanas de Cantabria y La supresión del Obispado de Álava y sus derivaciones en la historia del País Vasco.
Pero la obra tal vez más conocida por su ulterior trascendencia en el ambiente intelectual de la época fue Memorias y Privilegios de la Ciudad de Vitoria, escrita en 1775. Es una buena monografía sobre el tema, basada en un registro escrupuloso de la documentación, insistiendo sobre todo en los aspectos jurídicos.
Según era costumbre del escritor lebaniego, prestó en este caso su obra al historiador alavés José Joaquín Landázun, amigo suyo, el cual se hallaba interesado en similares temas de investigación. Landázun publicó, en 1780, Historia civil, eclesiástica, política y legislativa de la Ciudad de Victoria (Madrid, Imprenta P. Marín). Fue acusado por el padre Risco y por el propio Floranes de haber plagiado a éste sin citarlo.
El asunto ha sido recogido después por la historiografía de los siglos xix y xx. Sin embargo, no puede hablarse propiamente de plagio, ya que en sus líneas generales la obra de Landázun es independiente. No obstante, debe acusarse a este autor de haber omitido intencionadamente el nombre de Floranes y haber rehuido mostrar su agradecimiento a la confianza demostrada por él al cederle muchos datos.
Otro libro de Floranes, también escrito en Vitoria en 1771, es Discurso crítico sobre la situación y límites de la antigua Cantabria, que trata de completar, y en parte corregir, al padre Flórez en su famoso libro La Cantabria, impreso en Madrid en 1768. Algunas de las opiniones de Floranes recogidas en esta obra resultan un tanto arbitrarias.
Floranes pasó a residir en Valladolid, donde convirtió su casa en una especie de academia, a la que acudían muchos eruditos, sobre todo estudiosos del Derecho, con el fin de consultar y discutir temas históricos.
Desde 1784 empezó a trabajar también en la Sociedad Económica, así como en la Academia de Jurisprudencia y en la de Cirujía. Era consultado por juristas e historiadores de toda España, teniendo correspondencia al respecto con M. Risco, como ya lo había hecho antes con el propio E. Flórez, y con los doctores Asso y Manuel, así como con el padre Méndez, con el padre Licinio Sáez, con F. Jordá y Rico y con otros. En los veintitrés años que Floranes vivió en Valladolid escribió multitud de libros. Destacan, entre las obras jurídicas, Fuero de Sepúlveda, copiado del original e ilustrado con notas y disertaciones y Fuero Juzgo de los Godos, cotejado con tres manuscritos antiguos, más completo que la edición de Villadiego; entre los puramente históricos, Memorial de la Ciudad de Calahorra y separación de otra de su nombre que hubo en el mismo tiempo en la España Tarraconense, para ilustrar la España Sagrada del Mtro. Flórez, igualmente Disertaciones sobre la historia de Valladolid, así como Origen de los estudios de Castilla, Disertación histórica sobre los Concilios de Valladolid y Memorias históricas de la ciudad de Toro.
Las obras de Floranes han permanecido inéditas y sólo una pequeña parte ha sido publicada tras su muerte. El juicio quizá más ponderado sobre Floranes se debe a su paisano Menéndez Pelayo, que dice: “Fue Don Rafael Floranes uno de los españoles más eruditos de su tiempo, aunque su método y estilo no corriesen parejas con su erudición. La historia de Castilla y de las Provincias Vascongadas, y muy especialmente la historia del Derecho patrio le deben grandes servicios, que parecerían mucho mayores si hubiese publicado a tiempo sus voluminosas obras”.
Floranes murió sin descendencia en Valladolid a los cincuenta y ocho años. Fue la única heredera su hermana Micaela, que vivía en el pueblo de Tanarrio.
Se le enterró en la iglesia de Santa María la Antigua, junto a la tumba de su esposa. De la valiosa y monumental colección de sus escritos pasó una parte a la Real Academia de la Historia y otra al duque del Infantado, la cual se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Su gran biblioteca personal fue subastada en 28.340 reales y acabó dispersa.
Obras de ~: Historias más principales de España puestas por clases y orden cronológico [...], Madrid, Imprenta Miguel de Burgos, 1837; “Anales breves del reinado de los Reyes Católicos [...] que dejó manuscritos el Dr. Lorenzo Galíndez Carvajal [...] y una continuación de la Crónica [...] que hasta ahora no se ha publicado”, en Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España (CODOIN), t. VIII, Madrid 1851, págs. 227-422; “Noticia literaria sobre el Aojamiento o mal de ojo por D. Enrique de Villena”, en Revista Contemporánea, 4 (1876), págs. 405-422; Disertación filosófico-física-curiosa sobre las superficies actual y primitiva del suelo de Valladolid, su calidad y la concavidad que dio motivo a este nombre Valle, Valladolid, 1889; Origen y descendencia del Conde D. Pedro Ansúrez, sus memorias e ilustres acciones, Valladolid, 1890; Aves de caza (anotaciones al fuero de Sepúlveda), Madrid, 1890; La supresión del Obispado de Álava y sus derivaciones en la historia del País Vasco, Biblioteca de Historia Vasca, Madrid, 1911; “Flores de las Leyes: Suma legal del Maestre Jacobo Ruiz [...]”, en Memorial Histórico Español. Colección de Documentos, opúsculos y antigüedades que publica la Real Academia de la Historia, t. II, Madrid, 1951, págs. 136-248; “Vida literaria del Canciller de Ayala; Vida del Dr. Lorenzo Galíndez de Carvajal; Memorias inéditas de las Universidades de Castilla, en especial las de Valladolid y Palencia”, en CODOIN, ts. XIX y XX, Madrid, 1951-1952.
Bibl.: I. Llorente Fernández, Recuerdos de Liébana, Madrid, Imprenta y Fundición de M. Tello, 1882; M. Menéndez Pelayo, “Estudios y discursos de Crítica Histórica y Literaria”, t. VI, en Obras completas, n.º 11, Santander, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1942, págs. 41-82; L. Redonet y López Dóriga, “Rafael de Floranes, Selección y Estudio”, en Antología de Escritores y Artistas Montañeses (Santander), 43, 1955; J. González Echegaray, “En torno a la cuestión sobre la ‘Historia de Vitoria’ de Floranes y Landázun”, en Estudios Vizcainos, 6 (1972), págs. 303-322.
Joaquín González Echegaray.
