Zorraquín Merino, Mariano. Madrid, 1785 – Vic (Barcelona), 27.IV.1823. Ingeniero militar y matemático.
Mariano Zorraquín ingresó en el Ejército como subteniente en el regimiento provincial de Ávila el 3 de febrero de 1804 y en el Real Cuerpo de Ingenieros en la promoción del 4 de septiembre de 1805, después de superar un examen de suficiencia en la Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares, en la que permaneció, completando sus estudios, hasta febrero de 1807. Al salir del centro de enseñanza se le destinaba a la Dirección de Ingenieros de Valencia.
Al iniciarse la Guerra de Independencia, seguía en Valencia, donde era nombrado vocal de la Junta de Guerra y ascendido a capitán (17 de junio de 808) por el mariscal de campo Francisco Salinas, miembro de la Junta de Defensa del Reino de Valencia el 23 de mayo de 1808, y designado comandante de Ingenieros de la división (mandada por Salinas) enviada a Riberas de Ebro. Integrado en la división del igualmente mariscal de campo Felipe Augusto de Saint-Marcq intervino en la batalla de Tudela el 23 de noviembre de 1808 (en la que resultó herido y mencionado por su heroísmo), acogiéndose posteriormente a Zaragoza, tras la derrota sufrida. Llegaban a la citada plaza, días antes del levantamiento del primer sitio, participando en el segundo sitio de la “Inmortal ciudad”.
Zorraquín contribuyó durante el segundo sitio de Zaragoza, encargado de la defensa del reducto de San José y, luego, de las calles de Santa Engracia y el Coso, siendo recompensado por sus valerosas acciones con el ascenso a teniente coronel graduado el 13 de enero de 1809, concedido por el general Palafox (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas: una la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad). Al capitular la inmortal ciudad, era hecho prisionero y conducido a Francia, donde permaneció internado en los depósitos de Nancy, Chatillon y l’Aigle, hasta mayo de 1814 en que era liberado, volviendo a España.
Justificada su conducta a su regreso el 30 de julio de 1814, fue promovido a coronel de Ejército con antigüedad de 9 de marzo de 1809 y a capitán de Ingenieros con antigüedad de 27 de febrero de 1811. Destinado a la recién reabierta Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares como profesor, publicó en 1819 su Geometría analítica descriptiva, que sirvió de texto para la Academia de Alcalá, y más tarde para la de Guadalajara, a partir de 1833, cuando el centro de enseñanza se trasladaba a esa capital. Posteriormente, tomó parte en el pronunciamiento de las Cabezas de San Juan el 1 de enero de 1820, lo que le valió ser promovido a brigadier del Ejército el 5 de julio del mismo año. Convencido constitucionalista, fue nombrado vocal de la Junta formada para la organización de la Milicia Nacional de Madrid, diputado a Cortes por Madrid en el Trienio Liberal y ministro de la Guerra el 19 de abril de 1823, pero no tomó posesión porque falleció en la campaña de Cataluña contra los absolutistas, el 27 de abril de 1823, a resultas de las heridas recibidas en el asalto a la plaza de Vic del día anterior. Su muerte se producía como consecuencia de la entrada de los “Cien Mil Hijos de San Luís” en España para devolver a Fernando VII sus facultades absolutistas.
En el prólogo de la obra, ya citada, Geometría Descriptiva, Zorraquín decía, refiriéndose a la “Fuga de los Zapadores”: “Los Jefes, Oficiales y Tropa que penetraron en el momento de lo seguido de esta obligación y a impulsos de su honor, cuando aún no se había dado la voz de insurrección en las Provincias, salieron diligentes del modo más glorioso que es sabido a dar las pruebas más determinantes de su aliento y patriotismo […]”.
A su muerte era teniente coronel del Real Cuerpo y mariscal de campo del Ejército, empleo al que había sido ascendido el 17 de febrero de 1823.
Según Baroja, era miembro de la junta directiva de la masonería cuando la sonada detención de Van Halen en 1817. También fue miembro de la Sociedad Patriótica de Amantes del Orden Constitucional de Madrid. Alcalá Galiano lo define como “valiente, afable, aplicado y de opiniones un tanto exaltadas en 1820”. Fue jefe de Estado Mayor de Espoz y Mina, quien se refiere a él encomiásticamente en sus Memorias.
Zorraquín escribió su Geometría analítica-descriptiva como libro de texto para la Academia de Ingenieros en un contexto general de reconocimiento de la carencia de este tipo de materiales educativos en lengua española, que los ingenieros militares españoles percibieron con singular nitidez, por lo que impulsaron la redacción de obras básicas para uso de los alumnos. Pero, además, la geometría de Zorraquín, inspirada en la de Gaspard Monge, que había sido traducida al castellano en 1803, presenta como importante innovación la unificación, en una única disciplina, de dos desarrollos necesarios en la formación matemática de los ingenieros y hasta entonces siempre presentados de manera separada, a saber, la expresión algebraica por un lado y la representación gráfica por otro, por lo que esta obra ocupa lugar destacado en la historiografía matemática española.
Obras de ~: Geometría analítica-descriptiva, Alcalá, Imprenta Manuel Amigo, 1819.
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Elena Ausejo Martínez y Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño