Gual, Pedro. Caracas (Venezuela), 17.I.1783 – Guayaquil (Ecuador), 6.V.1862. Abogado, periodista, diplomático y presidente de la República de Venezuela.
Hijo de José Ignacio Gual y de Josefa Mónica Escandón, y sobrino de Manuel Gual, quien, en 1797, junto con José María España y el mallorquín Juan Picornell, organizó un movimiento revolucionario contra la dominación española en Venezuela, conocido en la historiografía bajo el nombre de “Conspiración de Gual y España”. A raíz de esta tentativa revolucionaria, su familia fue objeto, durante varios años, de una enconada persecución.
Cursó sus estudios superiores en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, donde obtuvo los grados de licenciado (1806) y doctor (1807) en Teología, culminando, en 1808, la carrera de Derecho Civil. Tuvo como profesor a Juan Germán Roscio, futuro secretario de Relaciones Exteriores de la Junta Suprema de Caracas. Inició el ejercicio de abogado en el bufete caraqueño de Felipe Fermín Paúl. Por su cuenta emprendió el estudio del Francés y del Inglés.
A fines de 1809 y comienzos del año siguiente circularon en Caracas fuertes rumores contra el régimen español. Las autoridades sospecharon que Gual era uno de los que clandestinamente esparcían noticias favorables a la causa de la independencia de Hispano-américa, que desde Londres fomentaba Francisco de Miranda. A fin de evitar ser enviado a España, Gual solicitó y obtuvo del gobernador y capitán general Vicente de Emparán, amigo de su familia, autorización para ir a ejercer el Derecho a la isla de Trinidad, entonces bajo el dominio de Inglaterra; pero permaneció allí poco tiempo, pues regresó a Caracas a raíz de los acontecimientos del 19 de abril de 1810. Cuando Miranda (que había mantenido correspondencia revolucionaria con sus parientes Manuel y José Ignacio Gual años antes) volvió de Europa en diciembre de ese año, Gual ejerció a su lado las funciones de secretario personal. Se afilió también a la Sociedad Patriótica de Caracas, cuya Presidencia desempeñó tres veces, y colaboró en la redacción de su órgano de expresión, El Patriota de Venezuela. En abril de 1811 fue elegido síndico procurador del Concejo Municipal de Caracas y, como tal, fue uno de los firmantes del manifiesto que ese cuerpo (que entonces se llamaba Tribunal de Policía) dirigió a la ciudadanía caraqueña al ser declarada por el Congreso la Independencia de Venezuela el 5 de julio de 1811. En enero de 1812, fue elegido como uno de los representantes de la ciudad de Caracas a la legislatura provincial que se reunió el 24 de febrero de ese año.
Cuando la Primera República (5 de julio de 1811 hasta el 25 de julio de 1812) entró en crisis en 1812 y ante el avance de las fuerzas realistas del almirante Domingo Monteverde (1773-1832), Gual estaba al lado de Miranda como persona de su confianza, y se hallaba presente cuando éste, en La Victoria, recibió el 5 de julio la noticia del alzamiento realista de Puerto Cabello y exclamó en francés, dirigiéndose precisamente a Gual: “Venezuela está herida en el corazón”.
Por aquellos días, Miranda había decidido enviar a Gual a los Estados Unidos a fin de negociar el reconocimiento de la independencia de Venezuela por el gobierno de Washington y adquirir armas y municiones.
Gual se hallaba todavía en La Guaira cuando se produjo la prisión del generalísimo Miranda en la noche del 30 al 31 de julio de 1812, hecho en el cual no participó.
Logró refugiarse a bordo de un buque que lo condujo a Nueva York, de donde pasó a Washington.
Cuando a fines de ese año llega a esta ciudad Manuel Palacio Fajardo con una misión similar del gobierno republicano de Cartagena, Gual participó con él en varias entrevistas con el presidente James Madison, con el secretario de Estado James Monroe y otros funcionarios estadounidenses, los cuales no arrojaron ningún resultado positivo. También se pusieron en contacto con el embajador de Napoleón, general Filiberto Sérurier. Luego, Palacio Fajardo viajó a Francia y Gual se dirigió a Cartagena de Indias, en donde se hallaba en mayo de 1813. Allí publicó, a partir de agosto, el periódico El Observador Colombiano, en el cual hizo campaña por la unidad de acción entre Venezuela y Nueva Granada.
En diciembre fue elegido para ocupar un puesto en la legislatura provincial de Cartagena, y designado como presidente de una de sus secciones. Le tocó firmar el decreto en que se declara, a Simón Bolívar “Hijo Benemérito de Cartagena” y fue comisionado por el gobierno para presentar personalmente dicho decreto al Libertador en Caracas y, al mismo tiempo, conferenciar con él sobre una posible confederación de Venezuela y del Estado de Cartagena (abril de 1814). Sin embargo, el avance de las huestes del realista José Tomás Boves (Gijón, 1783-Urica, Venezuela, 1814) y las urgencias de la guerra (derrota en la batalla de la Puerta) impidieron que los planes de confederación se pudieran llevar entonces a cabo.
En junio de 1814, cuando la Segunda República (7 de agosto de 1813 hasta el 5 de diciembre de 1814) estaba amenazada de muerte, Bolívar encomendó a Gual una misión ante el almirante inglés de Barbados, que no tuvo éxito. Gual logró llegar a la isla danesa de Saint Thomas, de donde regresó a Cartagena fletando un buque con otros compatriotas en septiembre de 1814, y participó en la organización de la defensa de la plaza. Elegido diputado al Congreso Central de Bogotá (17 de diciembre de 1814), no asistió al mismo. Poco después asumió el cargo de gobernador del Estado de Cartagena (27 de enero de 1815). Cuando al poco tiempo el general Simón Bolívar llegó ante Cartagena con su ejército, procedente de Bogotá, y se produjo un enfrentamiento entre él y el jefe militar de la plaza, Manuel del Castillo, Gual trató de mediar, pero no logró reconciliarlos.
Poco tiempo después, el gobierno de Cartagena lo nombró agente diplomático en Estados Unidos (22 de mayo de 1815), pero desilusionado al conocer la ocupación de Cartagena por el realista Morillo, se agregó al bufete del jurista Duponseau, ejerciendo, poco después, como abogado en Washington.
Los cinco años de su permanencia en la república del norte (1815-1820) los dedicó a trabajar en pro de la causa independentista. En tal sentido, durante este tiempo ayudó a Bolívar a armar la Expedición de los Cayos (marzo-mayo de 1816), participó junto con Lino Clemente y Juan Germán Roscio, en los preparativos de la fracasada invasión de la isla Amelia, cerca de las costas de Florida (junio-diciembre de 1817), viajó por diferentes puntos del Caribe (Haití, Jamaica), llegando, según afirmación propia, hasta Buenos Aires (1818-1819).
Regresó a la región de Cartagena en abril de 1820.
Para entonces, el Congreso, reunido en Angostura desde febrero de 1819, había decretado la creación de la Gran Colombia. Nombrado gobernador civil de la provincia de Cartagena (junio de 1820-febrero de 1821), Pedro Gual se abocó a la tarea de la reorganización política y financiera de la misma, pero no en la propia ciudad de Cartagena, que permaneció hasta octubre en poder de los realistas. Nombrado ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores de la Gran Colombia (8 de marzo de 1821), participó en el Congreso de Cúcuta (mayo-octubre de 1821).
Como ministro de Hacienda y miembro de la comisión correspondiente, Gual fue el principal autor de toda la legislación financiera sancionada en Cúcuta.
Al ser elegido Simón Bolívar presidente de la República de Colombia (7 de octubre de 1821), Gual fue encargado de enviar misiones diplomáticas hacia el Sur (Joaquín Mosquera al Perú, Chile, Buenos Aires) y hacia el Norte (Miguel Santamaría a México) a fin de concluir tratados de unión y alianza entre las nuevas naciones hispanoamericanas. Trasladada a Bogotá la sede del Gobierno, Gual desplegó todos sus esfuerzos para buscar el reconocimiento internacional de la nueva República, iniciando, en particular, negociaciones con Estados Unidos e Inglaterra, las cuales culminaron satisfactoriamente en 1822 y 1825, respectivamente.
Como canciller de la Gran Colombia, a él correspondió negociar y suscribir los tratados de Amistad, Navegación y Comercio concluidos con Estados Unidos (1824) e Inglaterra (1825). Fue también uno de los principales organizadores del Congreso Anfictiónico de Panamá (22 de junio al 15 de julio de 1826) de los nuevos estados hispanoamericanos, al cual asistió como representante de la Gran Colombia, después de haber renunciado a su cargo ministerial (agosto de 1825). Concluidos los debates en Panamá, Gual se trasladó a México, donde permaneció hasta 1829, empeñado en lograr la ratificación de los acuerdos del Congreso de Panamá por parte del Gobierno mexicano, a fin de reanudar las sesiones en Tacubaya.
Frustrado por el fracaso de este congreso, volvió a Colombia en marzo de 1829, llamado por Bolívar para formar parte del Consejo de Estado, tocando en Guayaquil, donde fue capturado por los peruanos, que lo retuvieron prisionero; al quedar libre, Bolívar lo nombró su delegado para hacer la paz (la guerra había estallado a fines de 1828) con el plenipotenciario del Perú, Larrea. Al producirse la disolución de la Gran Colombia (1830), Gual decidió permanecer en Bogotá (donde había contraído matrimonio el 9 de diciembre de 1822 con Rosa María Domínguez), retirado de la vida pública y dedicado al ejercicio de su profesión de abogado. Durante este período, ayudó a su amigo, el general Daniel Florencio O’Leary en la recopilación de los documentos incluidos en las memorias de este último.
En 1837 partió a Europa para arreglar los asuntos del Ecuador, representándolo en Londres y firmando en Madrid el reconocimiento de la independencia de este país y la reanudación de relaciones, en 1840, negociación comenzada en Londres en 1838. Volvió a Bogotá en 1844 y a fines de 1847 decidió regresar a Venezuela, donde se mantuvo al margen de toda actividad política. Gual, apóstol de los principios republicanos, rechazó la cartera de Relaciones Exteriores que le ofrecieron los dos generales Monagas (José Tadeo y José Gregorio, presidentes entre 1847 y 1858), por no estar conforme con su política antiliberal. El 15 de marzo de 1858 el pueblo de Caracas, sublevado contra José Tadeo Monagas, aclamó al doctor Gual como presidente del gobierno provisional venezolano, por lo que le tocó encabezar dicho gobierno, designado por el Congreso (15 al 18 de marzo de 1858).
Miembro del Consejo de Estado nombrado por Julián Castro, fue diputado por la provincia de Caracas en la Convención de Valencia (julio-diciembre de 1858), y desempeñó un papel importante en la elaboración de la Constitución de 1858, para la cual redactó un proyecto. Elegido para el cargo de primer designado por los diputados de la Convención (diciembre de 1858) y también presidente del Consejo de Estado de Venezuela, Pedro Gual se encargó, por segunda vez, de la Presidencia de la República (2 de agosto al 29 de septiembre de 1859) al ser derrocado Julián Castro. Celebradas en 1860 las elecciones generales, en plena Guerra Federal, Gual resultó electo vicepresidente de la República y, por renuncia del presidente Manuel Felipe de Tovar (20 de mayo de 1861), asumió, por tercera vez, la primera magistratura a la avanzada edad de setenta y ocho años. A pesar de enfrentarse con energía a los federalistas, no logró controlar los propósitos conspirativos del bando del general José Antonio Páez (1790-1873), siendo derrocado el 29 de agosto de 1861 y arrestado en su casa por el jefe de la guarnición de Caracas, el coronel José Echezuría. Trasladado a las Antillas, se dirigió luego a Guayaquil, donde murió a los pocos meses.
En resumen, Gual, uno de los creadores de la política exterior de Venezuela y la Gran Colombia y encargado en tres oportunidades de la presidencia de la República de Venezuela, fue uno de los diplomáticos más destacados de la época de la emancipación, y como muchos personajes de la época estuvo al servicio de varios países americanos. Pero fue sobre todo en la Venezuela de los años convulsos de mediados del siglo XIX en los que Gual puso de manifiesto su sincero republicanismo, basado en el respeto a la Constitución y a la ley, aunque no dejan de ser exagerados los epítetos de algunos de sus contemporáneos que lo consideraban “el primer diplomático del Nuevo Mundo”, si bien fue un magistrado bastante íntegro y recto, y administrador probo, pues murió “sin hacienda y sumido en lúgubre pobreza”, según las necrológicas de la época.
Bibl.: H. A. Bierck, Vida pública de don Pedro Gual, Caracas, Ministerio de Educación Nacional, 1947; A. Cruz Santos, Don Pedro Gual. El estadista grancolombiano, Bogotá, Editorial Kelly, 1971; Don Pedro Gual. Homenaje en el Bicentenario de su nacimiento (17 de enero de 1783-17 de enero de 1983), Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1983; H. A. Bierck, Vida pública de don Pedro Gual: homenaje a don Pedro Gual en el bicentenario de su nacimiento, Caracas, Ministerio de Relaciones Exteriores, 1983; R. Ezquerra, “Gual, Pedro”, en G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1986; C. Fulgencio López, Juan Bautista Picornell y la conspiración de Gual y España; narración documentada de la pre-revolución de independencia venezolana, Caracas, Ediciones nueva Cádiz, 1955 (reed. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela, 1996 y 1997); R. Aizpurua Aguirre, “La conspiración por dentro: un análisis de las declaraciones de la conspiración de la Guaria de 1797”, en J. C. Rey et al., Gual y España, La Independencia Frustrada, Caracas, Fundación Empresa Polar, 2007, págs. 213-344; J. F. Martínez Peria, Lazos revolucionarios: Influencias, encuentros y desencuentros entre Haití, Venezuela y Nueva Granada en la época de la Independencia (1789-1830), tesis doctoral, Barcelona, Universitat Pompeu Fabra, 2015.
Antonio Astorgano Abajo