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Francisco Vallés Roselló

Biografía

Vallés Roselló, Francisco. Tortosa (Tarragona), 16.XII.1820 – Valencia, 8.XII.1899. Mariscal de campo carlista y caballero de San Fernando.

Su padre, don Antonio Vallés, formó parte de las tropas carlistas, a las que se unió en 1833 acompañado de su hijo Carlos, muerto el año siguiente durante un ataque a Mayals; en diciembre del mismo año fue fusilado su padre y deportado a Ultramar su hermano José, siendo él admitido como cadete en septiembre de 1835 en el 1er Batallón de Tortosa, perteneciente al ejército de Cabrera, en unión de su hermano Salvador, y promovido a subteniente en abril de 1836.

En los años de 1835 y 1836 luchó en Vinaroz, Alcanar, La Cenia, Roquetas, Alcañiz, Tortosa, Castellserás, Albalate, Liria, Cheste, Chiva, Caspe, Ulldecona, Gandesa y Cherta.

En marzo de 1837 obtuvo el empleo de teniente y durante este año tomó parte en numerosas acciones, entre ellas en las que tuvieron lugar con ocasión de su participación en la Expedición Real, resultando herido en el mes de julio durante el ataque a Mora de Ebro; en diciembre fue ascendido a capitán.

Un año después asistió a los sitios de Falset, Benicarló y Gandesa, fue herido en el mes de febrero en Ayerbe, defendió Morella, sitió Caspe y entró en Calatayud.

Recibió una tercera herida en febrero de 1839 en Alcora, recibiendo en recompensa la Cruz de San Fernando de 1ª clase; tras ello, tomó parte en el sitio de Villafamés, en las acciones de Peñarroya y Adzaneta y en la defensa de Tales. Hecho prisionero en Montalbán, sería posteriormente canjeado. En mayo había ascendido a segundo comandante.

Combatió en 1840 en las acciones de Alcocer y Peralejos de las Truchas, recibiendo en esta última acción la Cruz de San Fernando de 1ª clase; seguidamente defendió Morella y Berga de los ataques de Espartero. En julio fue ascendido a primer comandante y a continuación se exilió a Francia, de donde pasó a América. Pudo regresar a España en 1848, pasando a residir en Alcalá de Chivert, donde contrajo matrimonio con doña Carmen Girona.

En 1869 levantó en Alcalá una partida, pero al ser derrotado por las fuerzas gubernamentales en el mes de agosto, se acogió al indulto. Al año siguiente obtuvo de Carlos VII el empleo de coronel.

En 1872 volvió a tomar las armas a favor del carlismo, llegando a convertirse en comandante general de la provincia de Tarragona y en la máxima autoridad en el Maestrazgo, En septiembre resultó herido y dos meses después promovido a brigadier.

Derrotado en 1873 en Arés del Maestre, tuvo que levantar el sitio de Morella. Al año siguiente tomó Vinaroz y a continuación Amposta, siendo ascendido a mariscal de campo. En mayo comenzó su declive, siendo desposeído del cargo de comandante general del Maestrazgo y sometido a consejo de guerra, en el que resultó inocente de los cargos que se le imputaban.

Tras ser nombrado Lizárraga en diciembre de 1874 comandante general del Ejército del Centro, fue encargado de las Comandancias de Cuenca y Guadalajara. Su última acción de guerra sería la toma de Molina de Aragón en el mes de enero de 1875, poco después era sumariado y encerrado en la cárcel de Beceite.

Cuando las tropas carlistas abandonaron el Maestrazgo se acogió al indulto concedido a las tropas del general Cabrera si reconocían a Alfonso XII, presentándose en el mes de julio a las autoridades liberales en Tortosa.

Sometido a la revisión de una Junta Clasificadora de carlistas, no le sería reconocido ni el empleo de mariscal de campo ni la Gran Cruz de Isabel la Católica.

El 8 de diciembre de 1899 daba la prensa la noticia de que en Hospital Provincial de Valencia había muerto “en la mayor indigencia el ex general carlista D. Francisco Vallés, que tanto se distinguió en la pasada guerra civil”. Durante su permanencia en las filas carlistas recibió tres Cruces de San Fernando.

 

Fuentes y bibl.: Gaceta de Madrid; Hemeroteca Nacional; Escalafones del Arma de Infantería; Archivo General Militar de Segovia, expediente personal.

E. Roldán González, Estado Mayor General carlista en las tres guerras del siglo XIX, Madrid, 1998.

 

José Luis Isabel Sánchez