Delgado López, Francisco. Castildelgado (Burgos), 1514 – Baeza (Jaén), 2.X.1576. Obispo de Lugo, Jaén y electo arzobispo de Santiago.
Nació en el seno de una familia noble en el pueblo de Villaipún, hoy Castildelgado, en la diócesis de Calahorra.
Fue colegial de San Antonio en Sigüenza, en 1536, y de San Bartolomé en Salamanca en 1540. En la Universidad salmantina fue catedrático de Santo Tomás hasta 1548, año en que ganó la cátedra de Prima de Teología en la Universidad de Sigüenza y fue nombrado canónigo magistral en aquella iglesia.
En 1551 se trasladó como magistral a la catedral de Toledo.
En 1561, Felipe II le puso al frente de la diócesis de Lugo. Investido de esta dignidad fue al año siguiente, por mandato del Rey y del papa Pío IV, al Concilio de Trento, adonde llegó el 11 de mayo de 1562. En las sesiones en las que participó defendió, junto con el grupo español, el espinoso tema de la residencia episcopal y de la jurisdicción de los obispos por derecho divino.
Delgado volvió a España en 1564 y asistió un año después al Concilio provincial compostelano, que fue convocado en Salamanca por Gaspar de Zúñiga.
En esa ocasión recibió del Rey el encargo de visitar el Colegio de San Bartolomé de Salamanca, habiendo sido promovido mientras al importante obispado de Jaén, que acababa de vacar aquel mismo año. El obispo Delgado tomó posesión de la diócesis jienense el 24 de junio de 1566.
En el tiempo en que regía la iglesia de Jaén, hospedó a Felipe II, que iba en 1570 camino de Granada para sofocar la rebelión de los moriscos. El obispo costeó, para esta expedición, trescientos arcabuceros al mando de su sobrino Gaspar Delgado.
En 1574, junto con Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, trasladó, conforme a los deseos del mismo Rey, de la capilla real de Granada al recién construido monasterio de El Escorial los restos mortales de su madre, la emperatriz Isabel, de sus hermanos los infantes Don Juan y Don Fernando, de su primera esposa, la reina María, y por último los restos de su padre, el emperador Carlos V, desde el monasterio de Yuste. La comitiva fúnebre partió de Granada para el Escorial el 15 de enero de 1574 y llegó al monasterio el 3 de febrero.
Francisco Delgado murió en Baeza el 2 de octubre de 1576, cuando le había llegado la cédula de su presentación al arzobispado de Santiago. Nombró en su testamento al colegial Juan Delgado y le encomendó la fundación del Colegio de San Miguel en Salamanca.
Felipe II, en agradecimiento a sus servicios, donó al obispo un gran número de vasallos y el señorío de su patria chica Villaipún, la cual fue llamada desde entonces, por deseo suyo y con consentimiento del Rey, Castil-Delgado.
Bibl.: G. González Dávila, Teatro eclesiástico de las Iglesias metropolitanas y Catedrales de los Reynos de las dos Castillas: Vidas de sus Arzobispos, y Obispos, y cosas memorables de sus sedes, vol. I, Madrid, Imprenta de Francisco Martínez, 1645, págs. 270-271; M. Jimena Jurado, Catalogo de los obispos de las iglesias catedrales de la diócesis de Jaén y annales eclesiasticos deste obispado, Madrid, Imprenta por Domingo García y Morras, 1654, págs. 482-489; F. Ruiz de Vergara y Álava, Vida del Illustrissimo Señor Don Diego de Anaya Maldonado Arzobispo de Sevilla. Fundador del Colegio Viejo de S. Bartolome y noticia de sus Varones Excelentes, Madrid, Diego Díaz de la Carrera, 1661, págs. 216-218; F. Cereceda, “Un episodio de la Historia Eclesiástica Española. La concesión de la Cruzada el año 1567. Dictámenes de algunos prelados en respuesta a consulta de Felipe II”, en Miscelánea Comillas, vol. V (1946), págs. 128-133; C. Gutiérrez, Españoles en Trento, Valladolid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Jerónimo Zurita, Sección de Historia Moderna Simancas, 1951, págs. 396- 403.
María Velázquez de Castro
