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José de Calasanz Zahonero de Robles y Díaz

Biografía

Zahonero de Robles y Díaz, José de Calasanz. Ávila, 27.VIII.1853 – Madrid, 1.IX.1931. Escritor y periodista.

Cursó estudios de Derecho y de Medicina y desde temprana edad se distinguió en los más conocidos mentideros culturales de Madrid —como el Ateneo—, donde fue activo participante y celebrado polemista, además de miembro fiel de animadas tertulias como la del Café de Fornos y la del Café Inglés. Republicano, su implicación en los levantamientos populares de enero de 1874 contra el Golpe de Pavía determinó su huida a Francia, a América del Sur, Uruguay y Portugal —como se extrae de los comentarios personales vertidos en Zig-Zag—, destinos compartidos con otros exiliados políticos. Fue uno de los primeros y más solventes defensores del naturalismo de Zola en la prensa, como se comprueba en el volumen compilatorio Zig-zag. Artículos y cuentos (1881), doctrina que traslada a sus primeras novelas, La carnaza (1885), La vengadora (hacia 1888) y El señor obispo (hacia 1888), en la senda del naturalismo radical de López Bago y Sawa, en cuyo círculo de amistades se mueve.

Republicano, demócrata y defensor del espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, en sus novelas destaca la preocupación por la regeneración social y moral de España por la vía de la reforma pedagógica —Barrabás (1891)—. A partir de la década de 1890, Zahonero aunque evoluciona hacia un realismo galdosiano, en sintonía con la tendencia psicológica y espiritualista —Carne y alma (1904)—, y dejará sentir en su obra crítica y literaria su cada vez más acentuada militancia católica, por influjo de su cónyuge, en contraste con su pasado librepensador, en la órbita del conocido Ramón Chíes; como señala Polo Benito (1928: 10), “la llamada ‘conversión de Zahonero’ dio abundante pasto a conversaciones y artículos”. No obstante, el Zahonero católico y apostólico continuará condenando el fanatismo y la hipocresía moral, como ya hiciera en sus obras zolescas o en el leve y festivo anticlericalismo de obras menores como Mi mujer y el cura (1887). Reconocido por el público y la crítica, como cuentista y autor de novelas menudas, estas, que suelen aparecer en la prensa y luego son compiladas en volúmenes, abarcan desde la narrativa erótico-festiva hasta la docente y moral. Polo Benito (1928: 16) cifra en mil quinientos noventa y nueve los cuentos publicados por Zahonero. Su permanente vinculación a la vida cultural madrileña se traduce en su labor como crítico teatral en La Justicia, tribuna desde la que apoyó las incursiones dramáticas de amigos como Galdós.

Zahonero fue un infatigable colaborador periodístico, además de redactor literario de numerosas publicaciones y de la Agencia de Prensa Asociada. En 1927, el escritor Armando Palacio Valdés, secretario general de la Asociación de la Prensa de Madrid, en la que había ingresado Zahonero en 1895, solicitó para éste el premio homenaje a la vejez, “que se encuentra enfermo y casi abandonado”; en octubre se le rendía un homenaje y se le entregaban 5000 pesetas. José de Zahonero moría en Madrid el 1 de septiembre de 1931, donde vivió de forma permanente junto a su esposa y descendientes.

Su firma puede encontrarse en El Atlántico, Barcelona Cómica, Blanco y Negro, El Constitucional, La Correspondencia de España, La España Moderna, El Gato Negro, La Igualdad, El Imparcial, Heraldo de Madrid, El Globo, La Ilustración Artística, La Ilustración Ibérica, La Ilustración de la Infancia, La Lidia, Madrid Cómico, El Mundo de los Niños, El Nacional, Nuestro Tiempo, Nuevo Mundo, La Prensa, El Progreso, La Reforma Política y Militar, La Revista Ilustrada, La Unión, El Universo, Vida Marítima, El Popular y Revista Política Iberoamericana.

 

Obras de ~: Zig-Zag. Artículos y cuentos, Madrid, Imprenta de Cao y Val, 1881; Por un lunar, Madrid, Biblioteca Demi-Monde, 1884; La carnaza, Madrid, F. Bueno, 1885; con J. Conde Salazar y E. López Bago, En carne viva. Cuentos naturalistas, Madrid, 1885; El polvo del camino, Madrid, Biblioteca Demi-Monde, 1886; Cuentos pequeñitos, Madrid, 1887; La vaina del espadín, Madrid, Biblioteca Demi-Monde, 1887; Mi mujer y el cura. Confidencias de un aldeano, Madrid, Novelas de El Motín, 1887; La vengadora, Madrid, Muñoz Sánchez, [1888]; El señor obispo, Madrid, [1888]; La divisa verde, Madrid, Gutiérrez y Cía., 1889; Bullanga, Madrid, Fortanet, 1890; Barrabás, Madrid, La España, [1890]; El capitán de los charros, Madrid, Biblioteca Los Apuntes, 1894; El ángel caído, Barcelona, L. Labarta, 1898; Cuentecillos al aire, Barcelona, A. López, 1898; Carne y alma, Madrid, 1904; Fray Muñeira, Madrid, Ibero-Americana, 1906; Cantarín cautivo, Madrid, Biblioteca Patria, 1906; Manojito de cuentos, pról. de J. Polo Benito, Madrid, Voluntad, 1928; Pepita de oro, Madrid, F. Bueno, s. f.

 

Bibl.: J. Cejador y Frauca, Historia de la lengua y literatura castellanas. (Época regional y modernista: 1888-1907), vol. IX, s. l., 1918, pág. 416 (ed. facs., Madrid, Gredos, 1972); J. Polo Benito, “Prólogo”, en J. Zahonero, Manojito de cuentos, op. cit., 1928, págs. 5-17; P. Fernández, Eduardo López Bago y el naturalismo radical. La novela y el mercado literario en el siglo XIX, Amsterdam-Atlanta, Rodopi, 1995, págs. 103-104; A. López de Zuazo, Catálogo de periodistas españoles del siglo XX, Madrid, Facultad de Ciencias de la Información, 1981; J. A. Bernaldo de Quirós Mateo, “José Zahonero en el contexto del naturalismo español”, en Espéculo. Revista de Estudios Literarios (Universidad Complutense de Madrid), 22 (2002), [en línea], disponible en http://www.ucm.es/info/especulo/numero22/zahero.html; “Aproximación a la obra del escritor José Zahonero (1853-1931)”, en Cuadernos Abulenses, 33 (2004), págs. 205-254.

 

Pura Fernández