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Jacobo Andrés de la Piedra González

Biografía

Piedra González, Jacobo Andrés de la. Santiago de Compostela (La Coruña), 24.I.1722 – 15.IV.1779. Platero y grabador.

Jacobo de la Piedra es el segundo hijo de Francisco da Pedra, cantero de oficio, vecino del barrio de San Pedro, extramuros de Santiago, y de Jacoba González.

En 1748 contrajo matrimonio en la parroquia de Salomé con Luisa López da Ponte. Cinco años más tarde, siendo vecino de San Fiz de Solovio, volvió a contraer segundas nupcias con Luisa Crespo Prieto, hija del maestro de arquitectura y carpintería José Crespo y cuñada del orfebre Jacobo Pecul. De este enlace son conocidos hasta once hijos, siendo uno de ellos el grabador Luis de la Piedra. Vidas humildes y de escasa notoriedad que han dejado poca huella en la documentación, como es propia del artesanado de estos momentos, que en el caso de Jacobo de la Piedra le llevó a alternar su actividad de platero con la del grabado, subsistiendo sobre todo de los modestos encargos de las cofradías piadosas y templos de la ciudad, lo que da a su producción un fuerte matiz religioso.

Tuvo abierto taller en la plaza de la Hierba o del Mercado Viejo, de Mazarelos, contándose entre sus oficiales un portugués y un francés. De entre sus trabajos de platería destacan las rejas del tabernáculo del Apóstol Santiago, en el altar mayor de la basílica compostelana, que ejecutó en 1765 junto a su sobrino Ángel Piedra. Para la iglesia conventual de Santo Domingo Bonaval, contrató en 1769 una lámpara de plata con las armas del marquesado de Astorga y Altamira, y otra, de gran mérito, para la iglesia de Pontedeume, encargada por el arzobispo Bartolomé Rajoy Losada, causando gran impresión entre los orfebres compostelanos, señalándoles una nueva manera de trabajar estas obras. La cruz parroquial de Salto (Vimianzo), la cruz de altar de Présaras (Arzúa), con punzón del artista, igual que el incensario y naveta de Buxantes, sirven para apreciar el trabajo de este maestro.

Como grabador, Jacobo de la Piedra es el iniciador de una saga de maestros dedicados a este laborioso arte que abrieron la página más brillante del grabado compostelano, lo que quiere decir de Galicia, por cuanto no existían imprentas en otra ciudad que en Santiago.

Sus primeras obras conocidas, de 1740, son pequeñas xilografías del Apóstol Santiago encargadas por el Cabildo catedralicio para sellar patentes de peregrinación, hojas de reliquias y sumarios de indulgencias, en las que emplea el procedimiento a “contrafibra”, conocido como grabado a la testa. Predominan en su obra estampas de devoción para las numerosas cofradías repartidas en las iglesias y conventos compostelanos, reflejo de la piedad popular. Por su belleza destacan las orlas para decoración de conclusiones académicas u hojas de grado, sobre papel o seda, utilizadas en los talleres tipográficos compostelanos durante largos años. De signo diferente es la serie de láminas a buril con instrumentos de relojería, abiertas para el Arte de reloxes del franciscano Manuel del Río, impreso en 1757 por Ignacio Aguayo. Toda su producción revela un artesano consumado, conjugando la minuciosidad requerida con la imaginación creadora y decorativismo propio del Barroco.

 

Obras de ~: Rejas del tabernáculo del Apóstol, Catedral, Santiago, 1765; Cruz parroquial de Santa María de Salto, Vimianzo, 1765; Lámparas, Santo Domingo Bonaval, Santiago de Compostela, 1769; Lámpara, iglesia de Santiago, Pontedeume; Cruz de estandarte, viril y relicario de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, 1769-1776; Incensario y naveta de San Pedro de Buxantes, Dumbría, 1770; Cruz del estandarte de la Cofradía de los Milagros, 1774.

 

Bibl.: E. Mayer, Prioridad de un artista santiagués respecto al perfeccionamiento del grabado en madera, Santiago de Compostela, Tipografía Galaica, 1903; J. Couselo Bouzas, Galicia artística en el siglo xviii y primer tercio del xix, Santiago, Imprenta, Librería y Encuadernación del Seminario, 1932; F. Bouza Brey, “Jacobo de la Piedra, grabador y platero compostelano del siglo xviii”, en Cuadernos de Estudios Gallegos, XV (1960), págs. 27-50; Y. Barriocanal López, El Grabado compostelano del siglo xviii, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1996; “La estampa al servicio de la difusión de la ciencia en la Galicia de la Ilustración”, en VV. AA., Ciencias, educación e historia. Actas V Simposio de Historia e Ensino das Ciencias, La Coruña, Ediciós do Castro, 1997, págs. 517-524.

 

Yolanda Barriocanal López