Malpaso, Pedro de. ¿Segovia?, c. 1456 – ¿Calahorra (La Rioja)?, VI.1521. Maestro mayor de los Reyes Católicos, veedor general de las obras reales de fortificación del Reino de Navarra y de Guipúzcoa durante el reinado de Carlos I y responsable de las trazas del desaparecido castillo de Santiago de Pamplona.
Pudo ser su padre Guillén de Malpaso, alcaide de la casa de San Ildefonso en 1467.
Alcaide de la casa del Bosque de Valsaín desde 1475. Comenzó a ejercer como maestro mayor al servicio de la reina Isabel en 1487 haciendo las trazas de la Iglesia de los Mártires de Málaga. A partir de 1494 intervino en varias obras en el Alcázar de Segovia y en 1498 con Juan de Talavera, hizo una capilla de estilo gótico.
Entre 1501 y 1503 inspeccionó y arregló fortificaciones en la costa oriental de Andalucía: Mojácar, Castell Ferro, Almuñécar, Torrox, Vélez Málaga, alcazaba de Málaga, alcazaba de Benalmádena, Fuengirola, Marbella, Estepona y en Gibraltar tanto en su castillo como abriendo troneras en sus murallas. También intervino en fortalezas del interior como el Albaicín, Castro Ferral en Santa Elena, Moclín, castillo de Mijas, Úrcal, Tabernas, Vera y Bentomiz. En esta época ya tenía un buen concepto entre sus contemporáneos, pues Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, celebró que los reyes lo enviasen a Málaga para hacerse cargo de las obras en junio de 1502. En esos años se ocupó del patrimonio de los reyes reparando los alcázares de Toledo y de Madrid, la Casa del Bosque de Segovia, el Alcázar de Segovia y el palacio y castillo de Medina del Campo. También atendió sus obras de mecenazgo en el monasterio de San Luis de la Zubia en Granada, la iglesia y monasterio de San Zoilo en Antequera, monasterio de Santa Isabel de la Alhambra de Granada, del claustro de San Francisco de Segovia. En 1503 fue nombrado regidor de la ciudad de Segovia manteniendo el de alcaide de la casa del Bosque.
En 1504 se ocupó del monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo, de los palacios de Medina del Campo, del Abrojo en Laguna de Duero, del Bosque de Segovia, del Pardo, de los palacios de Arévalo, del monasterio de Santa María la Real de Medina del Campo, monasterios de Santa Fe y de San Francisco de Toledo. Entre 1504 y 1505 visitó los fosos y barreras que se hacían en las fortalezas de Salobreña, Castell de Ferro, Albuñol y Adra y de otras fortalezas en el reino de Granada. Tras la muerte de la reina cesó en sus servicios de maestro mayor. Es muy probable que el marqués de Moya utilizase sus servicios para que dirigiese la exitosa operación de minado que devolvió el Alcázar de Segovia durante el asedio de 1506-1507.
En 1512 el rey Fernando lo llamó para participar en la conquista del reino de Navarra. Con Diego de Vera hizo unos cubos en las murallas de San Sebastián y en 1513 visitó la fortaleza de Miranda. En agosto de 1513 se le ordenó construir en Pamplona el castillo de Santiago adosado a la cara exterior de la muralla. Tenía planta rectangular con cuatro grandes cubos redondos en sus esquinas, los tres muros exteriores eran más bajos y gruesos que la muralla, estaban precedidos de un foso húmedo y se accedía desde la ciudad por un puente levadizo. Se trataba de un novedoso diseño en la línea del castillo de Salses que según Castro Fernández “situaron a la fortificación de los reinos de Castilla y Aragón a la altura de los mejores del mundo conocido, haciendo realidad el paso de la caduca fortificación medieval a la novedosa fortificación abaluartada”.
En septiembre de 1513, Malpaso fue nombrado veedor general de las obras de Navarra, lo que constituyó el colofón de su carrera y el reconocimiento de sus servicios como buen administrador y consumado maestro de fortificación. Poco después intervino en la fortificación del peñón de San Juan de Pie de Puerto. A principios de 1514, fue enviado a Cerdeña para diseñar las defensas de Alguer y, en octubre, estaba de regreso en Navarra inspeccionando el castillo de Burgui, en el Roncal y tasando los trabajos de la torre de Monreal de Tudela.
En agosto de 1515 se le envió a Bugía (actual Túnez) para evaluar y mejorar sus defensas dañadas durante el asedio de Barbarroja. A final de septiembre estaba de vuelta visitando las obras del peñón de San Juan, Maya y Lumbier.
En 1516 hizo las trazas del monasterio de Santiago de Pamplona y envió canteros a las obras de Pamplona, el peñón de San Juan de Santa María, San Juan Pie de Puerto, Maya e Irún. En 1517 señaló dónde se debían hacer los bastiones en la fortaleza San Juan del Puerto y mejoró las defensas de Lumbier y del Peñón de San Juan de Santa María, Maya e Irún.
Malpaso fue herido de gravedad el 20 de mayo de 1521 por los disparos de la artillería francesa durante el asedio del castillo de Santiago de Pamplona. En la acción también resultaron heridos el capitán Iñigo de Loyola, el maestro de obras Pedro, el mayordomo de la artillería San Pedro y el soldado Santos. Fue evacuado hacia Calahorra donde probablemente murió en los primeros días de junio. El emperador nombró a su hijo Antonio veedor general.
Bibl.: J. J. Castro Fernández, “Los Ingenieros Reales de los Reyes Católicos. Su nuevo sistema de fortificación”, en La Artillería de los Reyes Católicos, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2004, págs. 320-383; U. Martínez-Falero del Pozo, “Pedro de Malpaso, un hidalgo segoviano maestro mayor de obras y de fortificación”, Estudios Segovianos, 122, 65 (2023), págs. 207-242.
Ubaldo Martínez-Falero
