Sánchez de Segovia, Rodrigo. Segovia, m. s. xv – ?, p. m. s. xvi. Veedor.
Oriundo de Segovia, se cree que pudiera ser pariente de fray Pedro Sánchez de Segovia, prior del Parral en 1489, y de Francisco Sánchez de Segovia que en 1509 aparece como arrendador de rentas en dicha ciudad.
Fue persona de confianza de los Reyes Católicos, y antes de partir hacia el Nuevo Mundo aparece ya sirviendo a los Monarcas en la Guerra granadina. Así intervino en el abastecimiento de munición de Ronda en 1485, ciudad de la que fue nombrado jurado el 25 de julio de ese año, y cargo del que dimitió en marzo de 1490. En 1487 figuraba como contador en esa ciudad y ese año recibió 36.500 maravedís para pagar a los peones de Ronda. Entre los años 1487 y 1488 Sánchez de Segovia figuraba como especialista en pólvora y otras municiones.
En 1492 se embarcó en el primer viaje de descubrimiento en la nao Santa María como veedor-contador, en representación de los Reyes Católicos. El 11 de octubre de ese año fue requerido junto con Pedro Gutiérrez, repostero real, por Cristóbal Colón para confirmar el avistamiento de una luz en el horizonte. Y al día siguiente, y ya en tierra, el almirante le volvió a requerir junto a Rodrigo de Escobedo, escribano real, para que dieran y fe y testimonio de cómo tomaba posesión de esas tierras en nombre de los Reyes Católicos. Tras su vuelta del primer viaje, Colón impidió su embarque en el segundo, debido a las tensas relaciones habidas entre ellos motivadas por el no avistamiento de la luz mencionada. Y así lo hicieron saber los Monarcas al arcediano Rodríguez de Fonseca en una carta datada en Barcelona el 4 de agosto de 1493, donde le informaban que impidiese que Sánchez de Segovia fuera en el segundo viaje.
El respaldo de los Monarcas españoles quedó patente cuando el 16 de septiembre de 1494 en Madrid, ordenaron a las justicias que no continuasen con las demandas que pudieran existir contra Rodrigo Sánchez de Segovia, relativas a diversos sueldos, que en nombre real, pudiera haber prometido a tripulantes del primer viaje, como así lo hacía Diego García Franco, vecino de Sevilla, que reclamaba el sueldo que le correspondía a su hijo Gonzalo Franco, muerto en el fuerte de la Navidad.
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María de los Ángeles Serna Mata
